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Poder

16 de Mayo de 2015

(Video) Mosciatti analiza sin anestesia el cambio de gabinete: “Bachelet tuvo a Peñailillo convertido en una especie de cadáver político”

"Las relaciones entre Michelle Bachelet y Rodrigo Peñailillo se abollaron, las cosas no son las de antes, no son iguales", dijo el periodista.

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tomas mosciatti

“La Presidenta está seria. Habla con voz entelada. Perdió esa… sonrisa espontánea”, dijo el comentarista y dueño de radio Bío-Bío, Tomás, Mosciatti, al analizar en su habitual tono crítico el cambio de gabinete que la Presidenta Michelle Bachelet realizó la mañana del pasado lunes.

“A la caída, hasta convertirse en hazmerreir de Sebastián Dávalos, su hijo, tuvo ahora que entregar personalmente un certificado de defunción a su hijo político, a Rodrigo Peñailillo.  Hubo error tras error en la operación. Echarle la culpa a su asesor, o sea a Rodrigo Peñailillo, por televisión, aunque no lo nombró, obviamente no fue necesario, del manejo en el caso Caval, hasta anunciar un cambio de gabinete con mucha anticipación, porque los cambios no se anuncian, sino que se hacen, la Presidenta no entiende esta parte, y resulta que tuvo a Rodrigo Peñailillo convertido en una especie de cadáver político deambulando como un zombie fantasmal por cinco días en Santiago, algo insoportable para un político”.

“Las relaciones entre Michelle Bachelet y Rodrigo Peñailillo se abollaron, las cosas no son las de antes, no son iguales. En el funeral de su secretaría, de Miriam Oyarzún, fue el ex ministro del Interior, y sólo se refirió al primer gobierno, nunca nombró a Michelle Bachelet”. Quienes saben de política saben que son gestos, gestos importantes, planteó Mosciatti, quien aseguró que ahora habrá un nuevo tono, que a Bachelet ya no le llamarán la jefa, sino Presidenta.

Dijo que las nuevas preguntas que hay que hacerse entonces es que ahora la Presidenta ya no tendrá empleados, sino ministros, “¿se acostumbrará a este nuevo trato?”.

Recordó que la primera declaración de Jorge Burgos fue “a mí no me gustan las retroexcavadoras”.

En ese sentido dijo que ante este nuevo escenario lo que queda por ver es si es que Bachelet estará dispuesta a seguir con las reformas. Algunas apuestan que sí. Con todo, planteó Mosciatti en esa disyuntiva “este gabinete se puede agriar, y pasar de ser un vino aceptable a un vinagre intolerante”.

 

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