Bachelet reivindica la lucha contra la desigualdad en nombre de la eficiencia en gira europea

La presidenta, Michelle Bachelet, reivindicó hoy en París las políticas del Gobierno para reducir las grandes desigualdades que persisten en el país en nombre no solo de la justicia social, sino también de la eficiencia económica.

Bachelet, que participó en un foro de negocios con la patronal francesa Medef durante la que invitó a los empresarios a invertir en Chile, “un país confiable”, estuvo a continuación en la sede de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), donde aprovechó para hacer un comentario sobre la corrupción.

La presidenta, que se ha visto recientemente sacudida por escándalos de corrupción en su entorno familiar y político que han obligado incluso a remodelar su Ejecutivo, destacó que la corrupción daña la economía, incrementa el costo de los negocios, desalienta a las empresas y desincentiva la innovación.

Y el secretario general de la OCDE, el mexicano Ángel Gurría, se esforzó en echar balones fuera cuando los periodistas que acompañan a Bachelet en su gira europea le avasallaron a preguntas sobre esa delicada cuestión.

Gurría recordó que “la integridad y la transparencia son una de las áreas más importantes de trabajo de la OCDE” y que Chile -miembro de la organización desde 2010- ha pedido que se le aporten “las mejores prácticas” de los otros países, por ejemplo para abordar cuestiones como el conflicto de intereses.

También insistió en que en la entrevista a puerta cerrada que mantuvo con ella, la jefa del Estado fue “al fondo de la cultura de la transparencia, de la integridad” y le hizo hincapié en que, para reforzarla, hay que empezar desde la educación primaria.

Ante los representantes de los 34 miembros de la OCDE, Bachelet centró su discurso en la idea de que “el crecimiento económico por sí solo no basta”, sino que en paralelo tiene que haber “políticas sociales redistributivas” porque la brecha entre privilegiados y desfavorecidos afecta negativamente a la economía.

“La desigualdad es uno de los principales retos” para Chile, argumentó, porque aunque haya triplicado su renta per cápita en el último cuarto de siglo y haya reducido la pobreza -el que más lo ha hecho en el último decenio en la OCDE, según Gurría- “no es suficiente”.

A ese respecto, el eje fundamental de la acción de su Gobierno actualmente es la educación, con una reforma que pretende evitar las “segregaciones” y promover la “calidad”, para lo cual se pretende incrementar el gasto educativo hasta el 3 % del producto interior bruto (PIB) mediante una recaudación tributaria estable y generalizar el acceso a la universidad a todas las capas sociales.

Ante el Movimiento de Empresas de Francia (Medef), aseguró que “una educación de calidad, así como una mayor inversión en ciencia y tecnología es lo que se requiere para un mejor posicionamiento de Chile en la economía mundial” y una menor dependencia de las materias primas.

Interrogada sobre las herramientas a las que debería recurrir Latinoamérica para afrontar la ralentización que atraviesa, respondió que “no (cree) que haya una receta” porque las situaciones son muy diversas entre algunos países en recesión (en particular Brasil, Argentina y Venezuela), mientras otros están creciendo, aunque sea a ritmos más moderados.

Para el caso de Chile, insistió en que al ser un país de 17 millones de habitantes que no puede únicamente asentarse en su mercado interior, resulta fundamental su apertura al exterior, pero también aludió a la lucha contra la corrupción, al reforzamiento de las instituciones y a la identificación de los sectores con mayor potencial.

La visita de Bachelet a París, que ayer tuvo su punto fuerte con el encuentro con el presidente francés, el socialista François Hollande, en el Palacio del Elíseo, incluyó hoy un acto protocolario en el Ayuntamiento, donde fue recibida por la alcaldesa, Anne Hidalgo, de origen español.

Antes de salir por la tarde de la capital francesa en dirección a Bruselas, donde continúa mañana su gira europea, la jefa del Estado de Chile va a ser recibida por el primer ministro, Manuel Valls, tras clausurar un foro universitario y científico bilateral en el Ministerio de Exteriores.