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Poder

23 de Octubre de 2015

La selfie de Bachelet

En entrevista a la revista Caras, Michelle Bachelet se abrió para hablar de diversos temas. Desde los malos resultados en las encuestas, pasando por la dura crisis política, hasta sus series favoritas, la mandataria ahondó en sus complicados últimos meses a cargo del país. Sin querer personalizar en Sebastián Dávalos, Bachelet sí abordó los duros momentos que sobrevinieron tras el destape del caso Caval. "No ha sido fácil lo que me ha tocado vivir, en particular este año. Han pasado cosas que han afectado a personas que quiero y he tenido que tomar decisiones difíciles con respecto a personas que quiero mucho… Ha sido doloroso, hubo momentos muy duros, pero soy una convencida de que si uno está en un cargo de esta naturaleza, hay que tomar las decisiones que corresponden".

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Este jueves la revista Caras publicó una extensa entrevista con la Presidenta Michelle Bachelet. En ella, la mandataria abordó cómo ha sobrellevado los últimos meses de su mandato que la tienen con un 25% de aprobación en las encuestas y en medio de una fuerte crisis política, agudizada por los casos de financiamiento ilegal de campañas políticas y el caso Caval, donde Sebastián Dávalos, su hijo, y Natalia Compagnon, su nuera, son los principales protagonistas.

Sin embargo, la presidenta siente que la visión ciudadana sobre su mandato dista, en cierta medida, de lo publicado por las encuestas. Cuando visita las comunidades la gente se agolpa para recibirla, darle un mensaje o sacarse una selfie, según cuenta. “Creo que no se puede ni gobernar basándose en las encuestas ni dejar de leerlas. Me pasa -y lo digo muy honestamente— que tengo una encuesta de calle distinta, la gente en las actividades me dice:‘a mí nunca nunca me han encuestado, nunca me han preguntado la opinión”, dijo Bachelet. “No estoy diciendo que no haya que hacerles caso, lo que creo es que una parte de ellas está subrepresentada; especialmente en regiones o en las zonas más alejadas, porque la mayoría son hechas por teléfono. Pero más importante que eso, trato de identificar lo que está debajo de esas cifras. Imagino que muchos de los resultados son porque no hemos logrado instalar con claridad algunos mensajes o porque todavía no se ven los frutos de los cambios. Lo más importante es seguir trabajando, no como los caballos con anteojeras, sino escuchando, dialogando, explicando mejor”, sostuvo la mandataria.

“La gente es tan cariñosa, me dice: “la apoyamos, siga adelante, fuerza de mujer” y todo eso. Incluso he llegado a pensar, en algún momento, que los alcaldes de la Nueva Mayoría traen puros amigos a los actos, porque yo soy muy autocrítica, no ando comprándome cualquier cosa. Sin embargo, me pasa lo mismo cuando he estado en comunas con alcaldes que son de oposición, y ojo que la gente es invitada por los municipios, la presidencia no tiene nada que ver. Y la verdad es que igual demuestran mucho afecto. En todo caso, insisto que tenemos que hacer mejor las cosas y vamos a seguir trabajando hasta el final del gobierno”.

Respecto al cariño de la gente y las selfies que usualmente le piden, desde el Ministerio de Relaciones Exteriores hicieron hincapié en el arrastre de Bachelet, no sólo en Chile, si no que en el extranjero, con los peces gordos. “Es la única latinoamericana que Obama trata con cercanía y en los actos en que coinciden la espera para hablar con ella. Le dijo que era su segunda Michelle favorita. Hasta Putin ha corrido para salir en la misma foto”.

LAS REFORMAS

La aceptación de las reformas tributaria, educacional y laboral no ha sido fácil. El Gobierno ha tenido que enfrentar una dura oposición en cada uno de los proyectos y no han tenido la recepción que se esperaba desde la ciudadanía.

Al respecto, Bachelet apunta a que las dificultades han existido por los intereses en juego y en las falencias comunicacionales de La Moneda.

“Hay sectores que sienten que sus intereses son tocados, y cuando esos grupos tienen fuerza y espacio comunicacional, lo que han hecho —en algunos casos— es decir cosas que no son efectivas, como que los padres no van a tener derecho a elegir la educación o el colegio de sus hijos, que van a tener que pagar más que antes y una cantidad de cosas de ese tipo. La verdad es que ha sido difícil explicar de manera exhaustiva y precisa. La responsabilidad también es nuestra por no haber sido más efectivos comunicacionalmente, pero creo que, cuando el próximo año esas más de 200 mil familias empiecen a tener gratuidad en las escuelas, cuando los estudiantes de la educación pública vean que sus colegios están mejores, la gente va a sentir que les sirven las reformas. Como dice el dicho: obras son amores y no buenas razones”, explicó la mandataria.

Consultada sobre la calidad de la educación y cómo la reforma influirá en ella, Bachelet explicó que habrá mayor equipamiento para los colegios públicos, capacitaciones para profesores y directivos y un aumento de la cobertura del inglés. Además, mencionó la reforma a la carrera docente, que incluye varios cambios en el modo de realizar la labor del profesor en Chile.

“Soy hija de la educación pública (Liceo 1 de niñas y Universidad de Chile). Estamos comenzando el 2016 con la gratuidad en 200 mil matriculados. O sea, desde el próximo año una cantidad importante de padres podrá destinar ese dinero a otras cosas. Y el 2018 alcanzará al 93% de los alumnos. Ahora tenemos en curso el proyecto de plan docente que busca por un lado generar mejores condiciones de trabajo a los profesores en el sentido de aumento de horas no lectivas, para que puedan corregir pruebas, estudiar, capacitarse, y que sean financiadas porque hoy muchas de esas cosas tienen que cumplirlas cuando llegan a la casa, quitándole tiempo a la familia o al descanso. También mejora salario, eso está en discusión, en el Parlamento ha ido avanzando, pero también lleva una mirada de una carrera docente, con salarios que van creciendo en la medida que las personas van pasando determinadas etapas, se van capacitando”.

Sobre la gratuidad, principal concepto asociado a la reforma, Bachelet fue clara: “Es que en realidad no es de gratuidad de la educación, eso es lo que creo que no hemos logrado comunicar bien”, explicó. “Queremos que la educación superior sea un derecho, que nadie que quiera desarrollarse como profesional o técnico de nivel superior quede fuera o se endeude porque la familia no tiene recursos. Pero para mí gratuidad sin calidad no tiene sentido, quiero gratis y bueno porque eso es lo que de verdad nos permite resolver la desigualdad enorme que tenemos hoy en que la gente que tiene recursos puede comprar la educación como un bien”.

TIEMPOS DIFÍCILES

La crisis política, causada por los escándalos de financiamiento ilegal de campañas y el caso Caval, donde están involucrados su hijo y su nuera, hacen de este año uno de los más difíciles para la mandataria. Sin querer personalizar en su hijo, Bachelet aludió claramente al caso que influyó decisivamente para su baja en las encuestas.

“No ha sido fácil lo que me ha tocado vivir, en particular este año. Han pasado cosas que han afectado a personas que quiero y he tenido que tomar decisiones difíciles con respecto a personas que quiero mucho… Ha sido doloroso, hubo momentos muy duros, pero soy una convencida de que si uno está en un cargo de esta naturaleza, hay que tomar las decisiones que corresponden. Me pregunto cómo empezó a perderse en Chile la identidad colectiva. Los chilenos somos desconfiados, mucha gente dice: ‘todo lo que he logrado ha sido por mí mismo, yo solito’. En la política uno ve también esos mismos mecanismos que están en la sociedad. Por eso converso harto, especialmente con la gente que percibo es transparente, abierta, que no tiene otro tipo de intereses de por medio”.

La mandataria también abordó los rumores que han rondado a La Moneda en los últimos meses. “Se dice una cantidad de cosas… Hasta que iba a renunciar, un señor escribió un artículo en que le puso hasta fecha a mi supuesto retiro. Todo eso son falsedades. En el primer gobierno tuvimos dos primeros años con bastantes dificultades. Jamás pensé en tener ocho desastres naturales en 18 meses, además de la situación compleja de la política. Nada de eso lo imaginé, pero sí pensaba que como las expectativas de la gente eran muy altas, iba a ser complejo”.

Sobre como ha sobrellevado este momento, la presidenta rescató a sus amistades, que a través de Whatsapp le envían sus saludos y cariños ante la falta de tiempo para verlos. “Hay muchas formas de recibir apoyo cuando se requiere. Pero por otro lado, en el trabajo y en lo íntimo valoro el sentido del humor. La mejor manera de mantener la salud mental es reírme de las situaciones que me toca vivir, que de repente son ridículas o divertidas. En general me he rodeado de gente muy trabajadora, seria en lo que hace, pero con gran sentido del humor y eso ayuda mucho”, agregó.


PROCESO CONSTITUYENTE

La presidenta también abordó el escenario que tendrá que enfrentar cuando se inicie el proceso constituyente, que comenzará con un trabajo cívico en la población para explicar el cambio de Constitución. Abordó además la forma en que se normará el nuevo proceso constituyente, cuestión que informó con detalles en la cadena nacional del 13 de octubre.

“Ahora todas las encuestas muestran que entre el 60 y 70% de la gente apoya una nueva Constitución. Sin embargo, obviamente hay gente que no quiere cambiar nada, que cree que la carta que tenemos es óptima, nosotros pensamos que es antigua, que no todos se sienten representados por ella y por eso hay que hacer un esfuerzo, pero además fíjese yo soy una convencida de que esta puede ser una oportunidad para que las elites participen en las actividades, que sea una manera de reencuentro. Hay gente que tiene miedo porque piensa que puede generar algún tipo de caos, no veo por qué, si los chilenos son serios, súper razonables, por supuesto siempre habrá alguien que pide el cielo, pero tengo fe y confianza en las personas. Esto nos hará bien como país”, sostuvo Bachelet.

Sobre el proceso de información cívica aseguró que se hará de varias formas. “A través de los colegios, de las juntas de vecinos, las diferentes organizaciones que existen en la sociedad. También de materiales, subiremos algunas cosas a YouTube. Luego de ese proceso educativo vendrá una instancia participativa, deliberativa que partirá desde las comunas, después una instancia provincial, regional y finalmente una nacional. De ese proceso participativo como queremos que sea libre, transparente, republicano, vamos a generar un consejo ciudadano que lo acompañará. El proceso terminará en octubre del próximo año con un documento llamado: Bases ciudadanas para una nueva Constitución”.

Cabe destacar que actualmente la Constitución no contempla la creación de una nueva Carta Magna por lo que el Gobierno enviará el proyecto de ley para que el Congreso defina la manera específica “entre cuatro opciones: La primera, un consejo bicameral, conformado por un número determinado de senadores y diputados. Segunda, una comisión mixta Parlamento-ciudadanos, una parte de los parlamentarios y una parte elegida entre los ciudadanos por algún mecanismo que se defina. Tercera, una asamblea constituyente, y la cuarta opción es llamar a plebiscito para definir cuál de las tres opciones anteriores prefiere la ciudadanía. Ese nuevo Parlamento resolverá, a principios de su nuevo mandato, cuál será la forma”, información que entregó en una cadena nacional el pasado 13 de octubre.

SUS SERIES FAVORITAS

Entre tanta tensión y tanto trabajo, Bachelet no tiene mucho tiempo para dedicarlo al ocio. Sin embargo, cuando puede, ve series o lee. “Últimamente Gran hotel. Vi un poco de The Killing. Y para mi cumpleaños me regalaron Borgen que dicen es estupenda, pero no he tenido tiempo para meterme ahí. También vi The Game of Thrones. Eso cuando puedo porque me llevo material para trabajar y otras me llegan documentos que tengo que leer, completar cosas. En TV me gusta CSI, Criminal Mind”, contó.

Sobre los libros, Bachelet aclaró que es una amante de la literatura, aunque tiene “pocos ratos” para dedicarse a ella. “En vacaciones leo unos seis libros. Este fin de semana, entre medio de unas reuniones que tuve, empecé con la saga después de Millenium. Fue muy gracioso porque en Estados Unidos me lo regalaron en inglés y acá en castellano. Me encanta la literatura negra”.

¿El futuro de la presidenta? “La verdad es que estoy tan imbuida en el presente que no me he detenido a mirar más allá. Lo único que sé es que quiero hacer cosas que no he hecho hace tiempo: desde lo más simple como armar un huerto en mi casa, porque me encanta jardinear, pero más me gusta cocinar, entonces estoy pensando más bien en un huerto con cosas para preparar platos. Por supuesto quiero leer todo lo que no he po- dido en este tiempo, volver un poco a la música, ver muchas películas… Y estar más tiempo con los nietos. Ser abuela de verdad porque ahora los veo poquito”.

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