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Opinión

3 de Noviembre de 2015

Pamela Díaz, La Fiera: “Hay mucho cuico al peo en la tele que chulea a todo el mundo”

Pamela Díaz siempre ha tenido un carácter de mierda. La echaron de un colegio católico y más de una vez se agarró a combos. El que se mete con ella, se lo paga. Le gusta hacer bullying y ser despiadada. Por ser tan care palo la han congelado de programas y ha perdido plata, pero la panelista del matinal de Chilevisión, la que ha gastado más de 20 millones en cirugías, la que tiene dos ombligos, nunca da su brazo a torcer. Aquí, La Fiera le hace honor a su apodo.

Macarena Gallo
Macarena Gallo
Por
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En tuíter te defines como modelo de baja costura, desanimadora, “showgoman”. Es un auto bullying que te haces.
-Me río de mí misma para poder reírme de las personas, si no estoy jodida. Tampoco me siento una animadora normal. Cuando animaba, me decían una cosa, y yo otra. Decía puras estupideces.

Tampoco tienes miedo a quedar como ignorante si no sabes de un tema.
-No. En el mundo de la tele, todos se creen líderes de opinión, inteligentes. No muestro algo que no soy. Soy bien ignorante. Y al revés: cuando la gente aparenta ser inteligente resulta ser bastante estúpida. Hay muchas cosas que sé, pero quizá a la gente no les interesan, y no las ando contando.

¿De qué cosas sabes?
-De medicina, enfermedades. No es algo que me guste, pero como me he operado tantas veces, estoy una experta en cirugías.

¿Cuántas cirugías te has hecho?
-Como siete. Me gusta verme bien, pero me cuesta mucho. En mi primer embarazo engordé 34 kilos y para el segundo 18. Ni una dieta me funciona. La hipnodieta solo me sirvió para dejar de fumar, pero seguí comiendo igual. Soy muy ansiosa. Como mucho.

¿Cuánto es mucho?
-Como como chancha, más que la Paty Maldonado.

Y eso que tiene la boca grande…
-No solo eso: es entera grande. Asimila la comida menos que yo. Soy buena pa los postres, las leches con chocolate, los panqueques. Puedo tomarme al hilo un litro de leche con chocolate y comerme veinte panqueques. Puedo estar todo el día comiendo panqueques.

En una nota de farándula, decían que habías gastado 28 millones en tu cuerpo.
-Sí, puedo decir que he pagado un pie de una casa en mi cuerpo. Me he operado entera. Y qué tanto. Me va bien y puedo operarme con mi plata. No me he operado con canje.

¿De verdad tienes más de un ombligo?
-Sí, tengo dos ombligos: uno que me hicieron luego de la abdominoplastía y el original, que queda solo un puntito de lo que fue. Estoy para Record Guinness: Pamela Díaz, la mujer que tiene dos ombligos, ja, ja, ja.

¿Qué te falta por operar?
-Nada. Espero adelgazar, porque estoy hecha una guatona. Más encima que en la tele me veo gigante. Pero me río del tema. Me he pesado en pantalla pesando 75 kilos, algo que nadie hace por vergüenza. He hecho tanta estupidez…

¿Cómo qué?
-En el matinal me pesé las pechugas. Y entre las dos pesaban tres kilos.

Perdiste todo pudor.
-Pero soy como soy. La gente no se ve linda todo el día. A veces te sientes gorda, fea. Y la gente en sus casas se siente igual. Mi people agradece que sea así.

No controlar la comida debe haber sido problema cuando eras modelo.
-Siempre era la modelo más rellenita. Pero la más rica. Por eso digo que soy modelo de baja costura. Siempre me tiraban a la cola del desfile. No me peinaban, no me maquillaban, porque no era conocida, tenía el pelo chocho bien crespito, venía del sur, era media huasa, con poca personalidad. Yo desfilaba con la Claudia Schmidt, la Pilar Jarpa y ellas conocían al diseñador hace cinco años. Se ponían lo que querían y yo lo que quedaba nomás. Las morenas éramos invisibles. Los diseñadores no me pescaban, no me vestían.

¿Por qué no?
-Nunca me dijeron nada, pero les decían a otras que yo era chula, muy negrita, caderona, gorda. Ahora que soy famosa no me voy a vestir con ninguno clásico ni con los que ya están muertos como Cardoch. Solo lo hago con diseñadores emergentes.

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EL BULLYING

¿Te ha afectado tener un carácter de mierda en la tele?
-Desde el colegio he tenido un carácter de mierda.

¿Les dabas muchos problemas a tus padres?
-Me metía en peleas. Era como marimacho, andaba dando combos, patadas, jugaba fútbol, básquetbol. Para mi familia no es raro verme peleando con gente en la tele.

¿No te dicen nada?
-De repente me dicen que podría haberlo dicho de otra manera. O que no pesque tanto, porque a veces me dicen fea y yo salto con un cuchillo al ataque.

¿Alguna vez te has arrepentido de todo el bullying que has hecho?
-Siempre he dicho lo mismo: si es bullying decirle las cosas a alguien en la cara, entonces hago bullying. Y si tuviera que arrepentirme de algo, no sería yo. No me nace.

No te arrepientes de haber filtrado las fotos enpelota de Alejandra Álvarez, por ejemplo.
-En general no soy de atacar gratuitamente. Pero si vas a atacar a mi familia lo más probable es que te destruya. No te metai conmigo, si no me la pagai.

¿Eso hizo ella?
-Fue una estupidez. Dijo que cómo yo había metido a mis hijos en colegio católico si andaba bailando el caño a poto pelao. Y dio el nombre del colegio y el de mi hija. Qué tiene de malo que yo baile el caño. Por qué no puedo llevar a mi hija a un buen colegio. Por qué me discrimina de esa forma. Pero ella sabía que mi respuesta sería diez veces peor y eso hice.

Más allá de ese caso, ¿no te viene el cargo de conciencia cuando se te pasa la mano?
-No, nada. Pa qué te metís conmigo. Y soy bruta. No soy de conversar. Soy de vomitar y dejar la embarrada. Si me tratai de tonta, no te voy a devolver con un tonta, sino que te voy a decir zorra de mierda.

Hace poco trataste de “zorra de mierda” a una periodista de Primer Plano por involucrarte sentimentalmente con Marcelo Salas. ¿No se te ocurrió pedirle disculpas?
-¿Y por qué le voy a pedir disculpas a esa? Sigo pensando lo mismo. Tampoco espero nada de Primer Plano, más de lo que me pagan y de la gente que conozco.

¿Qué te molestó tanto?
-Si tengo cierta buena onda con periodistas, me molesta que te pregunten algo y después usen esa respuesta en otro tema. Después fue Julio César al matinal y me dio un consejo sin que se lo pidiera: “tú no puedes morder la mano que te da de comer”. Qué barsa. Se le olvida cuando no estaba contratado y hacía mierda al mismo programa. Se olvida cuando andaba llorando en los pasillos y se agarraba con Danús, porque lo habían pillado, y decía “estoy enamorado de la Fran y ustedes me pillaron en Argentina con la Ornello”. Entonces, qué me venís a tirar mierda cuando te hicieron lo mismo en el programa. Y más aún cuando soy súper jugada. Si me piden que me tire en Benji de cabeza, o que ande con tacos aguja caminando en una carretera, lo voy a hacer. Pero no me hagas pasar por estúpida. Hay gente a la que no le hablo nunca más.

Kenita Larraín, por ejemplo.
-No la saludo. Con Adriana Barrientos ni una posibilidad. Con Cathy Barriga ni nos miramos.

¿Dejarías la tele para meterte en política como lo hizo ella?
-Si es para ser concejal, no. Hay que aspirar a más, po hueona. Primera Dama, una cosa así, ja, ja, ja. Pero la Cathy se casó con un gallo encantador, sensato, tranquilo y que la apoya. A veces ella se manda cada estupidez, como cuando le regala aritos de perla a la gente pobre cuando sabe que el arito de perla es de cuica. A ella le gusta el poder. Y todos trabajamos por plata. De alguna manera que se haya metido en política debe tener algún beneficio para ella. No le creo esa parada de irse a vivir a La Pincoya, porque quiere ser alcaldesa de La Pincoya. Nah, todos queremos vivir bien.

¿Te irías a vivir a una población para estar más cercana a la gente?
-Sí. Pero pegaría cinco casas para poder vivir bien. Seamos realistas: no cambiaría mi forma de vivir por unos votos. Me he sacado la cresta para vivir donde estoy. No tengo por qué irme a vivir a una mediagua para ser concejal.

¿Qué te parece el meme de Kenita que dice: “no lo quería decir, pero yo también me metí con…”?
-Bueno, por eso mismo la gente no le compra. Igual qué heavy. Esa es la imagen que ella dio.

Debe ser penca…
-Penca, pero de lo que se llama penca, ja, ja, ja. Por algo salen los memes. Puede agarrarse a todos los que quiera –qué rica experiencia– pero no te hagai la tonta. También he salido con varios, pero no ando por la vida diciendo “no, qué atroz, yo nunca”. Ese discurso no lo podís mantener con un listado así de enorme. Me molestan las mosquitas muertas. Y me gusta dejarlas en vergüenza, ridiculizarlas sin ninguna piedad.

A la que molestas siempre es a la Luli. A ella la critican por estar hablando con una papa en la boca.
-Todos queremos pulirnos. Luli, dentro de todo, es una galla bastante humilde y esforzada: Le paga la universidad a su hermana, fue mamá a los 14 años, tiene su departamento. Tan hueona no es. Pero es lenta.

¿Cómo así?
-Tú le dices algo y a los tres minutos después te entendió. Ahora cambió de look. Anda más cerradita. Me da risa porque todos dicen “oh, qué estupenda, se ve elegante”, pero qué pasaría si mañana vuelve a usar escote. Dirán que es chula de nuevo. Hay mucho cuico al peo en la tele que chulea a todo el mundo.

Eso dijiste de Andrés Caniulef…
-Sí. Trata de chula a una mina de la tele cuando él está comiendo gracias a la chula.

Como Luli, tú también estás más recatada.
-Porque estoy guatona nomás. Espérate que esté flaca y voy a andar mostrando el poto todo el día.

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EL CONSOLADOR

No eres muy amiga de Carolina de Moras, con la que trabajas en el matinal de Chilevisión.
-No somos amigas. Tampoco nos llevamos mal, pero no me veo con ella a poto y calzón. No hay onda nomás. Pero en ningún momento le voy a tirar una pachotada. Ambas queremos trabajar y no somos tontas. Sabemos como está la televisión. Una de las dos tendría que volar si nos ponemos a pelear.

Cuando vas al matinal, les levantas el rating.
-Les llevo la diversión a los niños del panel. Los pongo menos graves y menos empaquetados.

La otra vez ellos se espantaron porque quisiste mostrar un consolador.
-La tele es muy cartucha. ¿Por qué no se puede hablar de pene o vagina si hay un doctor hablando? Es la realidad. Hay gente que está sola y en vez de pagar por tener relaciones, se compra un vibrador. Yo quería mostrar el vibrador, ver si tenía las pilas puestas y como nunca había visto uno…

Saaá.
-Sí, pero nunca tan enorme como ese. Te morís lo grande que era. Pero en el set estaban aterrados: no, qué atroz, era peor que una bomba atómica. Eso me chocó un poco.

¿Has ocupado alguna vez un vibrador?
-No. Me da cosa.

¿Qué te da cosa? ¿Qué se mueva?
-Que se mueva conmigo, ja, ja, ja. Nunca he tenido la necesidad. Siempre he tenido pareja. Hubo un tiempo en que anduve loca, ocho meses en los que anduve con varios.

Pero una cosa no quita a la otra.
-No sé. No se ha dado nomás.

¿Te gustaría hablar de sexo en la tele?
-Podría ser, en un programa de noche, conversando con un copete… No me gusta esa cosa estructurada que tiene la tele. Eso de “no te sentís así”, ¿y por qué no te podís echar en el asiento? No porque me paguen tengo que ser sumisa. Lo bueno es que en Chilevisión me dejan ser, lo que es súper importante, si no estaría amurrada.

Casi siempre te terminan congelando de los programas…
-Son hueones, porque saben a quién están contratando. Me han echado por ser la Fiera. Y he ganado menos plata, pero no me voy a quedar callada si algo me parece injusto. Prefiero que me echen. La gente en la tele transa mucho. Tienen miedo a perder la pega, entonces la mayoría son falsos.

Te gusta pelar al aire a los animadores del matinal de Mega. Dices que no son tan buena onda como pretenden transmitir por pantalla.
-No creo en esa buena onda. No creo que sean una familia. Esa cosa de que nos queremos todos, que nos respetamos, que tenemos valores, no se las compro. Uno dice pero cómo. Uno estuvo ahí y vio cosas.

Dicen que la Katherine Salosny es complicada.
-Mucha gente lo dice. Conmigo no fue así. Pero esa cosa de que con Ivette Vergara son amigas, ¡mentira, las pelotas! Al principio, sí. Andaban tomando champaña y haciendo salud, salud, buena onda. Y después una andaba diciendo que la otra no animara, que si la otra llegaba se iba… Eso es verdad.

Tú no te guardas nada. Hasta pelas a los ejecutivos de los canales donde trabajas.
-Los ejecutivos de los canales de repente se mandan tantas cagadas. No le achuntan con los programas que ponen. Y eso lo he dicho en la tele. Como soy ahorrativa, puedo pasarme por el níspero al jefe.

Trabajaste con Carlos Heller en Mega.
-Me encanta. Nos invitaba a todos lados. Todos se aprovechan de él también. No me olvido de la fiesta del canal hace un par de años. Andaban todas desesperadas detrás de Carlos Heller. Y rostros bastante importantes que hoy veo sentadas en varios lugares en Mega.

¿Se lo joteaban?
-“Ay, jefecito, vaya a bailar”. Así se manejan algunas, otras no.

Te gusta aclarar que no has tenido que acostarte con ningún ejecutivo para llegar adonde estás.
-De mí pueden decir de todo, menos maraca. Nunca he necesitado acostarme con alguien para llegar donde estoy.

¿En la tele se ve mucho eso?
-Sí, mucho. Hay muchas que son panelistas y salen con animadores. Y otras que han sido panelistas por salir con ejecutivos. Como me pueden demandar, no puedo darte nombres. Pero no duran mucho: las que se han acostado y han pasado por la tele, con contratos muy buenos, después de tres años ya no están. En todo caso, es un esfuerzo meterse con alguien para llegar donde están algunas. Tenís que tener estómago, tenís que mamarte si mañana te apuntan con el dedo. No es tan fácil como uno cree.

¿Algún ejecutivo te ha ofrecido una cosa rara?
-Nunca. Ojalá me ofrecieran, ja, ja, ja. Si estuviera soltera y hay un ejecutivo que me gusta, y él también está soltero, obvio que me lo voy a agarrar. Pero nunca me ha pasado.

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CHICUDEBO Y LA DEUDESA

Siempre has dicho que tu objetivo en la vida era la fama y el dinero.
-Sí. A mí me trataron de poner en los mejores colegios, pero era un caso perdido. Tampoco me daba la cabeza para entrar a la universidad. Y no iba a hacer perder tiempo a mi papá. Sabía de muy chica que mi carrera pasaría por estar en la tele y ser famosa. Quería ser Miss Chile y virarme del país. Salí segunda, me frustré, pero seguí adelante y conseguí la fama. Ahora solo quiero plata y pasarlo bien.

¿Plata para qué?
-Me gusta vivir bien de acuerdo a mis comodidades, hacer regalos buenos, ir al restorán deseado. Y para tener buena salud, si acá es tan cara. Así funciona la cosa: mientras más plata tenís, mejor salud tenís. Los colegios de los niños están cada vez más caros. Tampoco soy de lujos. No voy a comprarme un anillo de cinco palos con diamantes. No soy de gastarme un dineral en una cartera o en zapatos. Hay gente que le gusta aparentar, a mí me avergüenza. No me gusta andar en boca de todos en una nota toda piñiñenta.

Vives en Chicureo. ¿Cómo es la vida allá?
-Tranquila. Vivo hace nueve años.

Se puso bien de moda…
-Hace como cinco años. Una vez escuché en TVN a este periodista, que lee las noticias y está en el matinal, uno bien gordito, que se peina al lado como Picapiedra…

¿Mauricio Bustamante?
-¡Ese caballero! En un programa estaba hablando con Camiroaga sobre mí, y Camiroaga le dice que yo era su vecina y el gordo sale con un “shiaa, ahora cualquiera se va a Chicureo”. Y yo dije qué hueón más despiadado, qué arribista, qué envidioso. Mala onda su comentario. Cualquiera puede vivir en Chicureo. Pero no podís denostar de esa forma diciendo “esta piojenta se va a vivir ahí” cuando me he sacado la cresta trabajando. Acá es mal visto escalar socialmente. Siempre es una maraca la que le va bien. Si el vecino le puso un piso más a la casa, algo raro andará traficando. Es así.

¿Hay muchos endeudados por vivir en Chicureo?
-Como en todos lados. Como en Vitacura, Providencia, Peñalolén. A Chicureo lo plantan como un barrio de arribistas, y no es así. Hay de todo. Está Chicudebo, pero también La Deudesa.

¿Te irías de la tele si te ofrecieran más lucas?
-Todo el rato. No lo pienso. Trabajo por plata. A todos nos encantaría ganar más plata de lo que ganamos.

¿Está bien que a la gente de la tele le paguen cifras estratosféricas?
-Maravilloso. Me encantaría ganar entre 25 y 30 millones al mes. Me encantaría ganar eso y mucho más.

¿Qué harías con toda la plata del mundo?
-Ayudaría harto a todo el mundo.

¿Serías como Farkas?
-No, no botaría la plata. Él la bota despectivamente. No lo entiendo, esa huevá no es normal. No es normal ir a regalar dos mil completos a la gente humilde y llamar a las cámaras pa que vayan a verte. Rico que ayude a deportistas, la raja, exquisito. Pero esa manera de llamar la atención en los medios, tirando sus lucas, no me convence. Encuentro que a Farkas le faltan palos pal puente. Obvio que sí.

CURAS Y ABORTO
Estudiaste en un colegio católico. Pero te echaron por rebelde.
-En el Germania. Para los curas jesuitas, sobre todo para Enrique Bohle, yo era una mala influencia para las niñas de 15 años.

¿Qué hacías?
-Por ser Miss 17, nada más. No era por ser libertina.

¿Qué imagen tienes de los curas?
-Esos curas me decepcionaron porque le dijeron a mi mamá, con un Cristo detrás de la espalda: la basura se va. Cada vez tengo menos apego a los curas. Después de todo lo que ha pasado, con esto de la pedofilia, cada vez creo menos.

¿Qué te parece que la Iglesia se meta en temas que atañen a la mujer, como el aborto, por ejemplo?
-Cuando entendimos que la Iglesia era un negocio –y pucha que nos costó entenderlo–, que tenía ciertos poderes maquiavélicos, te terminai alejando de su pensamiento. Pero recién cuando uno está grande te das cuenta, o cuando ves películas.

¿Viste “El Bosque de Karadima”?
-Sí, pero no me gustó mucho. Me chocó. Es por lo que muestra, pero uno sabe que es verdad todo eso. Basta recordar cuando uno era chica y los chiquillos del colegio te contaban que tal curita le había agarrado la cosita y que si lo contaban era pecado. Hoy, hay maneras de contarlo. Uno puede opinar lo que quiera, pero imagino que hay gente trabajando en el Congreso para aprobar el aborto terapéutico, del que estoy a favor.

¿Por qué?
-A lo mejor suena un poco cruel. Pero si a mi hija de 13 años la violaran no voy a querer que quede embarazada. Ni a los 13, ni a los 14, ni a los 15, sino cuando se sienta madura para tener un hijo. Y cuando se mandan un chiripazo con un pololo, no te queda más que apoyarla como mamá. Pero esa es otra cosa. Pero cuando un gallo la viola, la golpea, la penetra, le caga su juventud, y más encima queda esperando un hijo de ese desgraciado, no le voy a estar cagando la cabeza a mi hija. Si a mi hija la violaran, sería la primera en decirle que aborte.

¿Qué te parece que la UDI defienda más a ese feto que a la niña violada?
-Piñera dijo que una niña de 13 años estaba preparada para ser madre. Una estupidez. ¿Y quién se hace cargo de esa guagua? Y soy partidaria de los abortos terapéuticos, ¿o acaso quieres que el feto esté los siete meses con la mamá que está a punto de morirse? Eso es tortura. O si sabes que viene con una masa muscular que nunca va a funcionar, no te pueden obligar a tenerla los nueve meses en tu guata.

¿Y del aborto a secas qué piensas?
-La mujer que decide abortar porque sí, está loca. No estoy de acuerdo con que tengas relaciones con alguien, te embaraces y no tengas el hijo porque se te cruzó. Si querís abortar es porque estai pitiá de la cabeza. Hay miles de formas de evitarlo. No usar anticonceptivos es flojera, estupidez. Ahí yo la meto presa.

OJO DE ORO
¿Lees los diarios?
-Solo el título. Nunca un diario entero, no me gusta leer. De chica me obligaban, y cuando te obligan a leer es una tortura.

O sea, era una tortura tener que leer a Neruda o la Gabriela Mistral.
-¿A Lucila Godoy Alcayaga? Ja, ja, ja, sí. Pero leo a veces. Me he comprado como cuatro libros en toda mi vida. Me compré “Ojo de Oro”, de Jodorowsky, pero era más enredado. Iba como en la página 40 y no entendía nada. Todavía no lo termino de leer. Algún día lo leeré. Está en mi velador.

¿Leíste Las 50 sombras de Grey?
-No, me carga. No me seduce: “me toca una pechuga, me mira a los ojos”, no. Cursi total.

¿Qué piensas de Bachelet?
-¡Pobre señora! No puedo entender que alguien quiera ser presidente. Con los problemas de uno basta y sobra. Y esta señora es presidenta pa que todo el mundo la esté criticando. La veo más avejentada, no la veo feliz. Antes se reía y echaba la talla. Yo era la primera en saltar a defenderla cuando se ponían a pelarla, pero ahora me da lata. Se me cayó cuando no pidió perdón por el tsunami.

Y le salió un hijo medio pastel.
-El hueón no tiene nada de pastel. Está claro que Dávalos se pasa a todos por donde quiere. ¿Cachai la empresa que formó ahora? ¡Se llama Oink! Es divertido. Si yo tuviera algún familiar en el poder, también trataría de hacer negocios. Pero no me aprovecharía de ciertas cosas. Obviamente, si me entero donde está el terreno más barato lo voy a comprar. Ni tonta. Pero hazlo de otra forma. O retírate del poder, sé un poquito más decente.

¿Has probado la marihuana?
-Sí. No es que te diga fumémonos un pito pa estar relajada, no hago nada de eso. Fumo si alguien me ofrece. Ni siquiera me pongo lenta ni tontona. Me he ido en la pálida.

¿Qué te ha pasado?
-Una vez tomé y fumé, las dos cosas a la vez. Y me vino una pálida heavy. Pensé que me iba a morir. Y armé un escándalo. Quería que me llevaran a la clínica y me daba lo mismo que la gente supiera que era marihuanera y drogadicta, ja, ja, ja. Les decía a mis amigos: “llévenme porque tengo que vivir”. Te lo juro. Nunca más. Me dio taquicardia. Di el medio jugo. De ahí le tengo ene respeto.

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