Pizarro resiste los embates internos y llegará a marzo como timonel de la DC

Las últimas semanas han tenido a Jorge Pizarro como protagonistas de las tensiones en la Democracia Cristiana (DC). El enfrentamiento con Ignacio Walker por las definiciones presidenciales, junto a la entrevista de Genero Arriagada pidiendo públicamente su renuncia, gatillaron que el lunes, durante la reunión de directiva, por primera vez, la mesa se dividiera. Carolina Goic, Sergio Espejo y Gustavo Paulsen presionaran por adelantar la Junta Nacional, que es la instancia donde se podría dirimir la renuncia del senador Pizarro. A eso, se sumó los resultados de la encuesta Cadem, que lo sitúan como el político peor evaluado. Todos esos elementos configuraron una tormenta perfecta para el líder de la falange. Pero gracias al respaldo del “gutismo” y el sector de los “chascones”, en el Consejo Nacional el conflicto fue desactivado y se confirmó su permanencia en la presidencia del partido al menos hasta la junta nacional fijada para el 5 de marzo del 2016.

Sin embargo, en privado buena parte de la bancada de diputados de la DC comparte el diagnóstico del ex ministro de Frei, Genaro Arriagada. Consideran que por los vínculos de sus hijos con el caso SQM, el viaje a Londres y los malos resultados en las encuestas, Pizarro no está en condiciones de seguir al mando de la falange porque está dañando al partido y eso se podría traducir en malos resultados electorales. Pese a eso, plantean que con la negociación municipal ad portas, este no es el momento propicio para descabezar a la DC y que la situación se deberá volver a evaluar en marzo.

Además, muchos consideran que la salida más factible sería que, cuando se realice la Junta Nacional, sea el propio Pizarro quien voluntariamente renuncie a su cargo, pero por sus características personales dudan que esté dispuesto a dejar la dirección de la DC. De todos modos, por la historia y la institucionalidad del partido, descartan que sea pueda producir un “golpe contra él” y recuerdan que el senador fue elegido con un 70% de votación.

En esa línea, el vicepresidente del partido, Matías Walker, comentó a The Clinic Online: “La directiva fue elegida con el 70% de los votos, yo no me voy a prestar para un golpe al interior de la DC, el senador Pizarro merece respeto, ha enfrentado situaciones difíciles desde el punto de vista familiar y personal, pero lo importante es la estabilidad de la DC y proyectar la Nueva Mayoría al 2018. No me presto para ninguna maniobra que afecte nuestra institucionalidad democrática”. En el Consejo Nacional, la diputada Yasna Provoste y miembro de la mesa, también entregó su respaldo cerrado al senador.

En torno a la falta de apoyos que sufre el senador Pizarro en algunos sectores y los dichos de Arriagada, el diputado Mario Venegas, comentó: “Sería hipócrita decir que no estamos conversando sobre su renuncia, es legítimo preguntarse cuánto afecta a la DC los problemas a los que ha sido relacionado, justa o injustamente, nuestro presidente” y sostuvo que la lectura entre líneas es que el sector disidente en la mesa, trata de preparar el escenario para que en la Junta Nacional, Pizarro sea removido.

Entre sus más cercanos, recalcan el apoyo mayoritario que obtuvo Pizarro en el Consejo, la votación fue de 26/14, pero de todos modos, admiten que su liderazgo está debilitado y comparten que el tema debe ser sí o sí evaluado nuevamente en marzo y que no solo Pizarro debería dejar el partido, sino la directiva completa.

A su vez, sectores no representados en la mesa, plantean que más que los últimos incidentes, el conflicto real es que la directiva no tiene una visión común y que ésta se armó con “pegatina”.

En ese sentido, el diputado Patricio Vallespín planteó que además de la división de la mesa, los conflictos radican en las divergencias sobre materias más profundas que hay en la DC. “Una mesa que no tiene unidad monolítica, sin duda alguna afecta negativamente el trabajo partidario y los resultados electorales. Por eso es bueno que en marzo se dé esa discusión con todos los actores. Además debemos resolver los problemas más gravitantes como las diferencias internas en torno a las reformas y la permanencia en la NM”.

El vicepresidente Sergio Espejo, impulsor de adelantar la Junta y cercano al senador Ignacio Walker, pese a que su postura fue derrotada, afirmó a este diario: “Me parece evidente que las dificultades que ha enfrentado Pizarro han impactado negativamente sobre la imagen de la DC. Valoro y entiendo que el debate de las próximas semanas y meses nos va a permitir avanzar, no solo en los temas estratégicos, sino sobre las condiciones de convivencia interna que nos permita sostener nuestro trabajo hacia adelante. Todos nosotros estamos en evaluación y el presidente no es una excepción a eso”. A su vez, lamentó que en el Consejo no se compartiera el sentido de urgencia.

Desde el sector más crítico, el diputado Fuad Chain se sumó a las declaraciones de Arriagada y recalcó que el tiempo le ha dado la razón. “Un liderazgo debilitado y una militancia desencantada provoca un escenario muy adverso para enfrentar un proceso de elecciones. Por el cariño que le tiene Pizarro a la DC, es momento que dé un paso al costado”. Además, aseguró que es el temor a lo que digan las bases lo que impidió adelantar la Junta Nacional.

En la misma postura, el diputado René Zaffirio, sostuvo: “Pizarro nunca debió asumir la presidencia, fue elegido cuando aún no se sabía los vínculos de SQM con sus hijos. Nunca podrá ejercer su liderazgo mientras no resuelva ese tema. Estamos en el suelo, en el fondo de las encuestas, Pizarro no puede pretender con una pelota de rugby en la mano, resolver los problemas del partido, le está provocando un grave perjuicio a miles de democratacristianos, esto va ser un perjuicio directo en las municipales y parlamentarias”.

En tanto, Gonzalo Duarte, secretario general de la directiva y unos de los principales defensores de mantener la Junta en marzo, sobre los cuestionamientos a Pizarro sostuvo: “Están en una campaña sistemática destinada ocasionar daño a los liderazgos democraticristianos. Nosotros estamos evaluando todo, si alguien quiere plantear la continuidad de la mesa como tema de discusión, que lo haga, hasta el momento nadie se atreve a hacerlo con nombre y apellido, salvo individuales, pero en el Consejo nadie planteó algo así”.

Finalmente, el senador Pizarro, valoró el Consejo Nacional y descartó que la mesa se dividiera: “Tuvimos un buen Consejo, avanzamos en los temas municipales y acordamos coordinarnos mejor con el Gobierno para mejorar la gestión. Sobre los temas de fondo del partido, la mesa no se dividió, reafirmamos el acuerdo que teníamos de realizar la Junta el próximo año. Por mayoría se acordó mantener el itinerario fijado”.

Sobre como recibía las criticas de los personeros como Arriagada y Belisario Velasco, declinó pronunciarse, pero afirmó: “son opiniones respetables, las respeto toda, pero así espero que se respeten las mías” y aseguró que se sentía respaldado por la mesa y el partido.