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Nacional

17 de Julio de 2016

Contraloría ordena a la U. de Chile devolver $ 1.527 millones a la Onemi por anomalías en uso de fondos para sismología

El entidad fiscalizadora ordenó sumarios administrativos tanto en el organismo, como en la casa de estudios, luego de acreditar que dichos fondos no fueron destinados al mejoramiento de la Red Sismológica Nacional, sino a modernizar la estructura de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas. También se descubrieron una serie de anomalías con “acelerómetros” en distintas zonas del país, licitaciones atrasadas, entre otros problemas, que revelan que la red de emergencia nacional, sigue teniendo graves deficiencias.

Por

onemi A1

La Contraloría ordenó a la Universidad de Chile devolver más de $1.077 millones a la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi), luego de acreditar que dichos fondos no fueron usados para mejorar la Red Sismológica Nacional, sino para modernizar la infraestructura de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas. Además, se ordenó reincorporar otros $450 millones, por trabajos del Departamento de Ingeniería Civil, sobre los cuales no hay documentación, que en total suman $ 1.527 palos.

Por esta razón, el organismo de control realizará un sumario administrativo para determinar por qué se desviaron esas platas a otras obras, aún cuando el convenio firmado entre las entidades establecía claramente el objetivo y destino para su gasto.

Sumado a lo anterior, la entidad de control, advirtió a la casa de Bello que debe cumplir con el trámite en un plazo de 60 días, de lo contrario realizará un juicio de cuentas para recuperar el dinero.

“(…) atendido que las operaciones que indica la Universidad de Chile en este caso, no dicen relación con la gestión de las actividades que le fueron encomendadas en tales acuerdos, sino que ellas se refieren a la inversión en infraestructura universitaria con fines distintos a los de la RSN, no resulta procedente que sean solventados con las transferencias en cuestión”, señala el informe Nº 669 que publica íntegramente The Clinic Online.

El documento da cuenta de que la Onemi pidió a la casa de estudios rendición sobre cómo se gastaron los recursos, pero según la Contraloría no obtuvo “respuesta sobre el particular”.

Ante la Contraloría, en tanto la Universidad de Chile respondió que los aportes fueron bien gastados y que la fórmula fue autorizada por la propia Onemi en los convenios de transferencia.

Sin embargo, estos argumentos no fueron suficientes para la entidad revisora.

“En atención a lo expuesto, y que la aludida casa de estudios precisa que no hay otra documentación de respaldo que la proporcionada (…) no es posible corroborar la adecuada inversión de los gastos mencionados”, destaca el documento.

Al mismo tiempo, el organismo fiscalizador realizará una investigación administrativa en la Onemi porque validó la rendición de cuentas de la casa de estudios con los fondos antes mencionados y otras platas que suman más de $ 1.527 millones.

Otras anomalías

La Contraloría descubrió, entre serie de anomalías, que en el Centro Sismológico Nacional hay duplicidad de gastos en materia de pagos de horas extras.

Aun cuando la U. de Chile esgrimió que se trató de un “error involuntario” con poco más de $ 7 millones, el organismo mantuvo la “objeción” a dicho desorden administrativo.

Además, la casa de estudios usó plata de la Onemi para entregar bonos de productividad a algunos funcionarios. Según la Contraloría se trata de una grave “irregularidad” ya que esos dineros debieron salir de su presupuesto anual y de las transferencias para mejorar la RSN, en un país altamente sísmico.

Durante el desarrollo de la auditoría, los fiscalizadores quisieron, pero no pudieron, revisar los “acelegógrafos” de la Onemi, instalados en distintos puntos de la V Región, “por cuanto se advirtió un evidente estado de deterioro en candados y rejas perimetrales, siendo el óxido el daño preponderante, lo que impidió el ingreso al lugar”.

Problemas similares fueron encontrados en las estaciones del norte chico, en el sur, con anomalías en las dependencias donde se hallan los aparatos, mala orientación de antenas, lo que impide “contar con comunicaciones robustas y redundantes”.

Peligro

En el caso del centro de recopilación de datos y análisis sismológicos, que permite entregar información oportuna y precisa en situaciones de emergencia, se descubrieron demoras que no van de acuerdo a la normativa.

El edificio de la RSN está ubicada en Blanco Encalada 2002, “lo que representa un riesgo ante un evento catastrófico de envergadura, que pudiera dañar tales instalaciones, imposibilitando con ello cualquier análisis respecto de la situación sismológica a nivel nacional”.

El jefe de sismología respondió que se está realizando una licitación para contratar servicios de comunicación satelital, como un medio alternativo de recopilación de datos. La iniciativa parecía acorde a suplir esas necesidades, pero en concurso comercial a través de Mercado Público fue declarado desierto en marzo de 2015.

Pues bien, sólo en septiembre pasado, se inició, vía trato directo la implementación del servicio, pero la Contraloría mantuvo su observación.

El informe ya fue notificado al rector Ennio Vivaldi y al ministro del Interior Mario Fernández.

El decano de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, Patricio Aceituno, indicó que evalúan presentar una reconsideración ante el organismo fiscalizador. A su juicio el criterio afecta una política histórica de la casa de estudios, que permite obtener recursos para el mejoramiento de infraestructura u otros ámbitos, entre ellos de sismología.

En la Onemi, en tanto, se indicó que ya pidieron a la Universidad de Chile el reintegro del dinero y que entregarán su colaboración en el sumario administrativo ordenado por la entidad revisora.

Destacó que hoy, Chile cuenta con una “red sismológica sólida, robusta y que cubre por primera vez a todo el territorio nacional, que ha dado prueba de su eficacia y eficiencia en los últimos terremotos que nos han afectado, desde 2014”.

Lea el informe completo

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