El testimonio de 6 ex guerrilleros que decidieron dejar las FARC

En el marco de la firma del acuerdo de paz entre Colombia y las FARC, el diario La Tercera recoge las historias de un grupo de ex guerrilleros que cuentan por qué dejaron la agrupación.

Es el caso, por ejemplo, de Leonardo Zuluaga, un joven de 25 años que reveló que ingresó a este movimiento por resentimiento o una especia de venganza contra el Ejército colombiano.

Resulta que a la corta edad de 10 años, Zuluaga fue interceptado por milicos mientras trataba de comprarle un regalo de cumpleaños a su madre. Allí lo acusaron de tener vínculos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, por lo que lo agarraron para sacarle información.

“Me interrogaron, me torturaron, me fracturaron dos dedos de la mano derecha”, reveló Leonardo. Fue por esa razón que pidió entrar a las Farc: “Ese hecho me generó bastante resentimiento. Me quería unir a ellos como forma de mecanismo de protección o venganza”.

“Yo soy campesino y el trabajo es pan de cada día, en ese sentido no fue tan difícil. Lo que sí es difícil es la guerra, tener que estar en medio del combate, en la vida militar y el peligro”, lanzó.

Robinson López (27) relató que ingresó a las Farc a los 14 años, motivado por encontrar allí las oportunidades que tantas veces le fueron negadas.

“Era muy pequeño y entonces uno no entiende nada de eso de la guerra”, afirmó, al mismo tiempo que reconoció que “sentí que ahí tenía más oportunidades”.

Sobre cómo era la vida al interior de la agrupación, Robinson recordó que “a ratos vivíamos momentos muy difíciles. Estaba uno relajado y luego nos tocaba salir corriendo cuando menos lo pensábamos. Nunca pude hablar con mi familia”.

El joven admitió que decidió dejar las Farc cuando su hermano -que también integraba sus filas- murió fusilado. Fue así como a sus cortos 17 años llegó hasta un hogar de bienestar: “El proceso de reintegración fue más bien fácil. Ahí me ayudaron mucho y estuve casi un año en el programa”.

Yenny Borda soltó que su caso ocurrió de manera fugaz y mientras su padre no se encontraba junto a ella. Resulta que a la edad de 11 años, un grupo de guerrilleros ingresó a su hogar y le gritaron “¡Te tienes que ir con nosotros!”.

“Era algo común, en la zona había guerrilla. Me llevaron sola. Ese día mi padre no estaba en la casa”, dijo la mujer. “Fue un proceso bastante difícil, de mucha tristeza, de aburrimiento, de soledad, era como estar en esclavitud. No tenía familia”, sentenció.

Sin embargo, y tras dos años al interior de la agrupación, Yenny se escapó sin pensarla tanto: “Me volé. Fue un momento de locura, de la juventud, la inocencia, de tomar riesgos. Decidí que no quería seguir más ahí y me fui”.

Sobre este acuerdo de paz entre Colombia y las Farc, estos jóvenes sostienen posturas diversas.

Mientras Jenny afirma que este proceso “no será fácil”, Leonardo sostiene que votará que “sí” el próximo 2 de octubre en este “hecho histórico”.

Robinson, menos optimista, dijo que “yo no creo que ellos se vayan a entregar y listo”.