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Nacional

7 de Octubre de 2016

Médico pro-vida: “Nunca vi llegar a una mujer feliz a hacerse un aborto provocado”

La integrante de Médicos Sin Frontera (MSF), María Francisca Valdivieso Undurraga, detalló cómo fue su experiencia profesional respecto a los abortos, todo esto durante una pasantía sobre fertilidad realizada en 2007 en un hospital de Tel Aviv. En ese sentido afirmó que en una oportunidad quedó en completo estado de shock cuando "una mujer antes de entrar a pabellón me pasó una greda y me dijo: 'Por favor, cuando salga ¿le puede marcar las patitas?'".

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Marcha aborto

La profesional de Médicos por la Vida, María Francisca Valdivieso, detalló cómo fue su experiencia respecto a los abortos, todo esto durante una pasantía sobre fertilidad realizada en 2007 en un hospital de Tel Aviv.

En conversación con La Segunda, la mujer que marchó contra el aborto en septiembre pasado, soltó que en ese lugar “me encontré con un mundo que no me lo había cuestionado: que allá con el tema de la infertilidad se congelaban embriones y eso me empezó a hacer ruido”.

Valdivieso añadió que “no me chocó eso, sino cómo esos embriones cuando expiraba su fecha para ser transferidos hacia el útero materno y no se tenían las guaguas, eran descongelados y botados. Y finalmente tú veías como se dejaban ahí”.

A renglón seguido, la integrante de Médicos Sin Frontera (MSF) confesó que en ese momento “miraba por un microscopio esa masa de célula y fue la primera vez que me cuestioné si es que a esos embriones hay que darles la misma dignidad para defenderlos y ejercer su derecho a vivir o no”.

En esa línea reconoció que “me pareció que sí, que son seres vivos de la especie humana indefensos aunque morfológicamente no parecieran un ser humano”.

Valdivieso, quien le hace la cruz tajante al aborto y las tres causales, recordó que en Tel Aviv “sin quererlo, me empecé a topar con pabellones donde me tocó presenciar muchos abortos provocados… creeme que cuando vi los fetos con forma humana muertos, quedé más convencida aún”.

Por su parte, la profesional aseguró que “nunca vi llegar a una mujer feliz a hacerse un aborto provocado. Nunca la vi salir feliz, nunca la vi aliviada. Vi solo mujeres angustiadas”.

Por estos motivos es que para María Francisca no existiría la libertad de la mujer para tomar una decisión en ese estado.

Precisó sobre este punto con que “no estoy en contra de la autonomía de la mujer, me parece regio que tengan derechos, pero mujeres que tienen hijos mal formados y que están sufriendo, o mujeres que están en riesgo, para ella o para la guagua o que están embarazadas producto de una violación, no son precisamente capaces de ejercer la autonomía, porque no son libres en ese momento”.

No tranquila con su explicación, recalcó que en ese estado “están angustiadas, ansiosas, vulnerables. Y ahí viene la responsabilidad médica, porque yo me daba cuenta de que muchas de ellas abortaban por consejo médico porque él estaba convencido que un niño malformado no tiene para qué venir”.

Al ser consultada por el perfil de esas mujeres, contestó que “la gran mayoría angustiadas, que no necesariamente querían el aborto y que estaban ahí porque creían que no había alternativa. Imagínate que una vez me tocó que una mujer antes de entrar a pabellón me pasó una greda y me dijo: ‘Por favor, cuando salga ¿le puede marcar las patitas?’ Yo estaba en estado de shock”.

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