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Mundo

2 de Noviembre de 2016

La historia de la mujer que se hizo un hoyo en la cabeza para “abrir su mente”

Por
Amanda Feilding auto-trepanándose

Amanda Feilding auto-trepanándose

Sin tener mucha evidencia científica al respecto, la trepanación —un procedimiento en el que se perfora un pequeño hoyo en el cráneo y se deja sanar sin intervenirlo- se ha realizado por años en distintas culturas. Se supone que sus beneficios son múltiples: Cambios positivos en el estado de ánimo y bienestar físico en el cuerpo completo del trepanado.

Amanda Feilding es la directora de la Fundación Beckley, en Inglaterra,  un fondo que durante más de diez años se ha dedicado a investigar múltiples temas que abarcan la conciencia.  El uso del cannabis y alucinógenos, la alteración mental del humano, la meditación budista, entre otros, hasta llegar a la comentada práctica.

En los años 70’s, Feilding buscó algún profesional de la salud que le realizara el agujero en la cabeza, pero no lo encontró. Así que ella misma lo realizó: “Fui muy cautelosa y me preparé con mucho cuidado. Utilicé un taladro eléctrico con fondo plano y un pedal de pie”, dijo la mujer a Vice.

Amanda agarró la punta del taladro y lo probó en las membranas de su mano para ver si dañaba la piel.”Todo el asunto fue cuidadosamente preparado, pero más que nada me preparé psicológicamente. Es la última cosa que quieres hacer”.

La mujer narra que fue como “la llegada de una marea”. Sintió una estado de crecimiento, cambió el patrón de sueño hacia un descanso menos ansioso.  “Después de realizar el procedimiento, me envolví la cabeza con una bufanda, me comí un bistec para reemplazar el hierro de la sangre que perdí y fui a una fiesta. No te complica la salud en absoluto; no te incapacita. Es sólo una operación de media hora. Pero de ninguna manera estoy abogando por la idea de la auto-trepanación; siempre debe ser llevada a cabo por profesionales médicos”, aconseja Feilding.

“La trepanación funciona al restablecer la presión completa del pulso de los latidos del corazón. Entonces los capilares soplan ligeramente y canalizan una cantidad igual de líquido cefalorraquídeo. Cuando la circulación se vuelve lenta (cuando no se bombea suficiente líquido cefalorraquídeo al cerebro) se estanca y se acumula el líquido, lo que puede contribuir a la aparición de enfermedades tales como la demencia y el Alzheimer”, explica.

En los años 80’s, Amanda intentó llevar la trepanación a la salud pública de su país. “Me postulé al Parlamento en Chelsea con la plataforma “Trepanación para la Salud Nacional”. No tenía la intención de conseguir votos; se trataba más de un proyecto de arte. Mi intención era tratar que los médicos estuvieran de acuerdo en que este es un tema interesante y digno de investigación”, dijo.

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