Testimonio: Cómo queda una pensión tras 40 años de cotizaciones sin lagunas y ahorrando voluntariamente

Un lector de Ciper Chile, Gerd Rath Tegtmeier, envió una carta con una detallada descripción de cómo había sido perjudicado por su AFP Capital. Rath demuestra con hechos que nadie puede asegurar nada pese a haber cotizado durante 40 años sin interrupciones y sumando sus ahorros personales para supuestamente incrementar su pensión. Él explica que confió plenamente en el sistema de AFP y le fue mal. Tal mal que ahora no sólo se arrepiente sino que ha debido recurrir a instancias mayores para reclamar por el trato injusto e irregular al que se vio sometido.

Rath cuenta que prefirió, en su caso, dejar su dinero en el sistema. Pensaba hasta ahora que sería lo ideal, que podría vivir tranquilo luego de años de sacrificio. En su caso, tal como lo han afirmado los creadores del sistema y las misma industria, no se cumplió con las promesas. Aquí, según el testimonio, no existen justificaciones como las ya famosas lagunas previsionales y toda la sarta de explicaciones que el sistema se ha empeñado en instalar en el debate público.

“El año 2009 decidí jubilar. AFP Capital, mi administradora durante 40 años, me entregó el certificado con el saldo que había acumulado y para elegir la forma más conveniente de recibirlo recurrí al Sistema de Consultas y Ofertas de Montos de Pensión (Scomp). El resultado de esa consulta es un documento legal que muestra la proyección de cuánto recibiría de pensión durante los siguientes años según la modalidad que eligiera (ver informe Scomp). Basándome en ese documento y en la asesoría de una ejecutiva de AFP Capital, calculé que lo más conveniente era optar por el retiro programado que, a diferencia de la renta vitalicia, divide el pago en un número definido de cuotas, y no las extiende según mis años de vida. La AFP me ofrecía 95,64 UF mensuales durante el primer año bajo esta modalidad, mientras que la renta vitalicia me ofrecía un promedio de 75 UF durante 180 meses. Tomé la decisión convencido, planificando todo mi futuro en base a los números que el informe Scomp proyectaba”, escribe.

Y agrega: “Durante el primer año todo transcurrió con normalidad, recibiendo mensualmente las 95,64 UF, pero en noviembre de 2011 mi pensión bajó bruscamente a 62,7 UF. No podía creerlo. Corrí a la sucursal para hablar con la misma ejecutiva que me había asesorado hace un año atrás, ya que mi mayor preocupación en ese momento eran mis ahorros personales, que bordeaban los $100 millones. Tras mi insistencia, la ejecutiva revisó el sistema y me informó que en ese momento solo figuraban $36 millones de ahorro voluntario. ¿Dónde estaban los $60 millones restantes? AFP Capital nunca lo aclaró con exactitud, pero seis días después rectificó el monto y recalculó mi pensión que finalmente quedó en 80,11 UF mensuales hasta octubre de 2012”.

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