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Mundo

8 de Noviembre de 2016

Las razones que mueven a los votantes de Trump

"Hacer a Estados Unidos grande otra vez", es la premisa que mueve a Donald y su séquito. No a los inmigrantes, sí al derecho de porte de armas, no al libre comercio, entre otras.

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Donald Trump YT

Cuando el nombre de Trump sonaba el 2015, nadie le apostaba muchas fichas. Jeb Bush, exgobernador de Florida, hijo y hermano de presidente, era el nombrado por las élites gringas para disputarse la Casa Blanca contra Clinton un año después.

Jeb Bush había tenido cargos políticos, estaba vinculado con una historia presidencial, serio, familiar, sensato para los republicanos.  Por su lado, Trump era un multimillonario de la construcción, dueño de una torre icónica de New York y rostro de un programa de concursos.

Pero en el andar de los días, la fiebre por el rubio candidato comenzó a llamar la atención: las filas enormes en sus campañas, el entusiasmo de sus seguidores que ven en él la restauración de “los valores americanos” y la energía desbordada y autoconfianza, por así decirlo, que manifiesta el empresario.

“Nuestro país está inundado de personas que no quieren hablar inglés, que no quieren ser americanas”. dice Neal Kriete, soldador jubilado de Virginia y trumpista, registra El País.

“Los sureños estamos muy orgullosos de nuestra herencia, de las tradiciones que están desapareciendo, como Dios, familia, país, todos estos valores que amamos, como la Segunda Enmienda”, Jason Sulser, un hombre del mismo Estado que porta una bandera confederada y la cara de Trump.

Donald los convenció. Mientras los poderosos insistían con el libre comercio, arreglar el mundo participando en guerras, potenciar la inmigración para elevar la economía, los ciudadanos manifestaban que los acuerdos comerciales habían provocado el cierre de cientos de fábricas en Estados Unidos y  elevado el desempleo. Que las guerras sólo matan soldados norteamericanos y que el gobierno está olvidando los problemas interiores. Que los inmigrantes quitan las oportunidades de trabajo y amenazan la identidad del país.

“El terrorismo ya está aquí, por eso llevo un arma allí adónde voy. Yo no voy a ser un cordero… Cuando hay una zona libre de armas, el lobo entra y dispara a los corderos, y los corderos no pueden hacer más que decir: ‘Beeee. Y morir”, explica Karlis Norkus, un expolicía originario de Letonia que ejerce de conductor de autobús, quien además cree que es su derecho portar armas.

Trump lo captó y enganchó.

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