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Nacional

9 de Noviembre de 2016

Claudio “La Furia” Aguilar: crónica del peor boxeador de Chile

En diez años, Aguilar ha disputado 24 peleas. La última fue el 29 de octubre cuando cayó por nocaut técnico contra Ramón Contreras. Con ese traspié, sumó 19 fracasos, 3 empates y dos victorias. Y superó el máximo de 75% de derrotas que acepta la federación para seguir en la competencia profesional. Él, obrero en una empresa de hormigón, está suspendido por seis meses, pero asegura que volverá a convertirse en un ganador, aunque confiesa que no es una hazaña sencilla: "Este es un deporte muy sacrificado y, sin apoyo, nada contracorriente uno. Yo trabajo todos los días de 6 de la mañana a las 6 de la tarde, llego a mi casa, busco mi equipo para ir al gimnasio. Son mínimo cuatro horas para lograr un buen nivel. Me ha costado demasiado, de repente tiro la toalla, pero la pasión sigue".

Ivonne Toro Agurto
Ivonne Toro Agurto
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-Es un trabajo muy muy duro. Usted no lo haría-, cuenta Claudio “La Furia” Aguilar (35), sobre su labor en Hormigones Monte Blanco.

El boxeador de Osorno inicia su jornada puntualmente a las 6 de la madrugada y termina 12 horas más tarde. En ese horario, no es precisamente un deportista, sino un obrero que está a cargo de preparar las mezclas para que los camiones de la empresa salgan con el material adecuado a terreno a trabajar en las construcciones.

-Soy tranquero. No vivo del boxeo, aunque es lo que más me gusta-, aclara “La Furia”, aún dolido por el fallo de Comisión de Boxeo que le suspendió su licencia por seis meses tras acumular un exceso de derrotas.

En diez años, Aguilar ha disputado 24 peleas. La última fue el 29 de octubre cuando cayó por nocaut técnico contra Ramón Contreras. Con ese traspié, sumó 19 fracasos, 3 empates y 2 victorias. Y superó el máximo de 75% de derrotas que acepta la federación para seguir en la competencia profesional. “La Furia” en rigor acumula 79% de combates perdidos y hasta abril del próximo año no podrá disputar peleas. Si después de que se levante el castigo, continúa su mala racha, podría quedar definitivamente fuera del circuito.

-Yo soy guerrero, no boto las peleas. A los 25 ya era profesional y peleaba dos o tres veces al año, no tenía la oportunidad de peleas constantes, entonces dejaba de entrenar, porque no vivo de esto, trabajo para mantenerme. Muy poca gente vive de esto. Hay un chico en Lautaro que puede dedicarse al boxeo, porque el municipio lo apoya. Los demás tenemos que trabajar para subsistir. Yo hace mucho tiempo atrás traté de buscar ese mismo apoyo, pero no era amateur, no tenía esa posibilidad- aclara Aguilar.

Hoy las cosas son aún más complejas. Cuando culmine su sanción, que le impide realizar sesiones de sparring y combates de exhibición, Aguilar, por su edad, deberá practicarse un scanner cerebral y sólo si este examen está en rangos normales y gana alguna batalla, podrá seguir siendo boxeador.

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Fue el diario El Austral de Osorno el que en el año 2006 le puso a Aguilar el apodo con el que se hizo conocido en el mundo del box: “La Furia”. Ese año, Aguilar venció en una contienda en Rahue a Hugo “Dinamita” Martínez, quien murió en 2011, atropellado por un bus de la empresa Pullman Bus.

-Fue porque pegaba bien, con garra-, dice Aguilar.

La Furia partió su carrera a los 18 años, cuando pudo entrar al ring pese a la oposición de sus padres -un obrero y una dueña de casa-, que no querían verlo enfrentarse a combos. Pero Aguilar, relata, tenía las ganas de luchar en la sangre y no podía parar de subirse a un ring.

-Pelié por el Club México, por el Lautaro, fui preseleccionado nacional. A los 25 ya estaba en nivel profesional, pero este es un deporte muy sacrificado y, sin apoyo, nada contracorriente uno. Yo trabajo todos los días de 6 de la mañana a las 6 de la tarde, llego a mi casa, busco mi equipo para ir al gimnasio. El entrenamiento de esto no es una o dos horas, son mínimo cuatro horas para lograr un buen nivel. Me ha costado demasiado, de repente tiro la toalla, pero la pasión sigue- narra Aguilar.

Preparar un evento, prosigue, es una tarea ingrata y con pocas ganancias.

-Para hacer un torneo en mi ciudad cuesta mucho, he caminado pa arriba y pa abajo tocando puertas, sin auspicios. Yo tenía que juntar mínimo $1 millón de pesos, que no tenía en mi bolsillo, para cubrir una velada chica. Y además tenía que pedirle permiso a la federación. Y se gana poco. Por un título se puede ganar, no sé, $500 mil. La primera vez que gané una pelea, gané $100 mil, después podía hacer $250 o $400 mil. Alguien con un promotor puede tener hasta cinco peleas en el año. Cuando uno está solo, son máximo tres peleas en el año. Si yo preparo la pelea, puedo ganar por entradas o auspicios. Ahí puedo sacar $2 millones, pero tengo que pagar $1 millón. No es un negocio, ¿ve?

-¿Por qué sigues peleando entonces?
-No le sabría decir.

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Hay una misión que Claudio tiene en los próximos meses: entrenar, entrenar y entrenar hasta ser un ganador. Cuesta, dice, aguantar las miradas en su población, la Paula Jara Quemada de Osorno, ahora que todos creen que él es el más malo de Chile para los combos.

-Les voy a tapar la boca a todos los que andan hablando. Desde que salió en el diario que me habían suspendido, todos se llenan la boca conmigo y hay muchos boxeadores a los que les ha pasado lo mismo, y no sale en todos lados. En mi caso, la Comisión le mandó el mail al Austral y desde el diario me avisaron que estaba suspendido. No me gustó mucho eso, que no me dijeran primero-, detalla.

Claudio afirma que la verdad sobre sus luchas se ha escrito a medias, porque él, que estudió en Liceo de Hombres hasta tercero medio, que después estuvo dos años en la Armada de Iquique, que es casado y tiene una hija y que ha visto varias veces Rocky, es más que un titular sobre los fracasos.

-Yo debuté con contra Cristián Palma con un empate. Tuve un corte por un cabezazo. Palma es ahora campeón de Chile, fue campeón del mundo hispano y la primera vez empatamos. He ido a varios nacionales, he salido tercero, soy luchador, hasta el final, no ando botando peleas.

-¿Y por qué has perdido tantas veces?
-Llevo 10 años peleando como profesional con un total de 25 combates. En la mayoría de esos combates, me tocó pelear de visita, no como local, y los fallos son siempre favorables al local, no a la visita. Hubo peleas muy justas, con fallo dividido, pero todo me fue jugando en contra. Yo no perdí todas las peleas por nocaut, perdí por puntos. He peleado con casi todos los campeones chilenos en la categoría gallo, súper gallo, pluma. Ellos no toman en cuenta que han sido peleas difíciles. Ahora tengo que esperar a abril, con mi preparador físico hablamos de volver más entrenados y buscando ayuda en hartas partes para taparle la boca a los que andan hablando.

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