Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Nacional

24 de Noviembre de 2016

Columna: “¿cuántos de nosotros resistiríamos un mundo donde no habría mensajes de texto?”

"¿Y si un día de estos apagamos el computador, dejamos de contestar los mensajes interminables que nos llegan desde el WhatsApp, tiramos el celular al fondo del clóset entre los calcetines huachos y nos regalamos a nosotros mismos unas vacaciones de tiempos muertos, de horas vacías de información?", se pregunta Cristián Warnken.

Por

Celular YT

En la columna “Apagar y encender”, escrita en El Mercurio, Cristián Warnken, propone algo que a estas alturas del partido pareciera ser una utopía, desconectarse del mundo tecnológico.

“¿Y si un día de estos apagamos el computador, dejamos de contestar los mensajes interminables que nos llegan desde el WhatsApp, tiramos el celular al fondo del clóset entre los calcetines huachos y nos regalamos a nosotros mismos unas vacaciones de tiempos muertos, de horas vacías de información?”, se pregunta el conductor de programas de cultura.

“¿Y si nos hacemos invisibles a todos los que nos buscan, nos interpelan, nos ofrecen, nos controlan, nos roban los valiosos minutos de silencio y vacío que son el verdadero hábitat de eso que alguna vez se llamó “ser” o interioridad o alma?” agrega en el mismo tono.

Warnken cree que aparecen dos posibilidades: “¿Reaccionaríamos como un adicto al que le han quitado la droga o nos arrebataría un júbilo al vagar de cara al viento, sin prisa ni pauta?”

De acontecer lo segundo, sospecha que “volvería a aparecer el “aquí”, un aquí irrepetible y único, poroso, lleno de texturas, olores, sonidos, rostros que nos asaltan, nubes deshilachadas que nos distraen, el canto apasionado de un zorzal, calles en las que podemos perdernos porque ningún guía virtual nos conduce, instantes que desfilan ante nosotros y se nos escapan, huidizos y juguetones, porque ya no podemos atraparlos en una selfie o en Instagram”.

De todos modos, plantea que “me preocupa saber cuántos de nosotros resistiríamos un mundo donde no habría mensajes de texto, sino hojas que caen, árboles en el invierno que se desnudan y hablan en un lenguaje que ya olvidamos descifrar hace mucho tiempo”.

“Habría que aprender otra vez los nombres propios de las cosas, porque la información ya no estaría disponible afuera y habría que ir a buscarla (…) Todo eso podría ocurrir si apagamos el computador, el celular, por horas, días, y abrimos las ventanas intempestivamente como extranjeros, como astronautas en nuestro propio planeta para descubrir que el mundo todavía estaba ahí”.

Notas relacionadas