Poder
20 de Enero de 2017Exembajador Patricio Hales se defiende de denuncia por abuso sexual, acoso laboral, maltrato y amenazas
El ex diputado y ex embajador de Chile en Francia, Patricio Hales, envió una declaración a The Clinic, en la que se defiende de la denuncia presentada en su contra ayer ante la Fiscalía Oriente y que dice relación con una acusación por supuesto abuso sexual, acoso laboral y maltrato presentado por una mujer que trabajó bajo sus órdenes cuando éste se desempeñaba como diputado. En ese sentido, manifestó que "deseo expresar que no me extraña que se intente continuar por distintas vías el caso que se ha querido construir en mi contra". Añadió que "como es de público conocimiento, la Cancillería realizó, durante meses, un sumario administrativo que dejó sin efecto todas las denuncias y antecedentes presentados respecto de mi persona, todas las cuales fueron desestimadas".
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El ex diputado y ex embajador de Chile en Francia, Patricio Hales, emitió una declaración en la que se defiende de una denuncia presentada en su contra ayer ante la Fiscalía Oriente y que dice relación con una acusación por supuesto abuso sexual, acoso laboral y maltrato presentado por una mujer que trabajó bajo sus órdenes cuando éste se desempeñaba como diputado.
A través de una carta enviada a The Clinic, Hales manifestó que “respecto de lo publicado en su medio, deseo expresar que no me extraña que se intente continuar por distintas vías el caso que se ha querido construir en mi contra”.
Añadió que “como es de público conocimiento, la Cancillería realizó, durante meses, un sumario administrativo que dejó sin efecto todas las denuncias y antecedentes presentados respecto de mi persona, todas las cuales fueron desestimadas”.
“Por tanto, estoy tranquilo y confío en que ello será ratificado en esta nueva instancia”, cerró.
Vale decir que la denuncia, que cuenta con respaldo de la Fundación “Para la Confianza” de José Murillo y el jurista Juan Pablo Hermosilla, contiene en su interior los testimonios de cinco personas, entre ellos familiares del ex parlamentario.
Murillo indicó a este medio que “acá hay una relación de subordinación laboral de una persona que siendo mayor de edad sufre abuso sexual, maltrato laboral y psicológico y que se mantiene en silencio por la situación de poder de Hales”.
Agregó que “nosotros como fundación nos hicimos parte sobre todo por el tema de género que quedemos relevar. Hay un discurso en Chile que no corresponde con acciones. Los políticos dicen que respetan, pero en la práctica son despectivos y abusivos”.
Cabe destacar que Hales renunció como embajador de Chile en Francia en medio de otra investigación por supuesto acoso laboral y sexual, todo esto tras las acusaciones realizadas en abril pasado por la ex funcionaria de la legación diplomática, la masoterapeuta Carolina Cosmelli (53).
A través de una declaración pública, el exparlamentario sostuvo que “he decidido renunciar a la embajada de Chile en Francia”, puesto que “el proceso de investigación se ha transformado en un espectáculo público que ha amenazado la paz y el honor de mi familia. Por tanto, no cuento con las condiciones institucionales para seguir representando a Chile”.
En este caso, Cosmelli contó que por una larga amistad con María de los Ángeles Swinburn, esposa de Hales, partió a París como asistente personal y que al poco tiempo de estar ahí, Hales comenzó a pedir “cosas exageradas respecto de sus cosas personales”, entre ellos, cocinar alimentos de cierta manera, la entrega rigurosa de sus remedios (aun en días libres) o el cuidado y orden específico de su ropa. Si no cumplía, Cosmelli asegura que Hales se descontrolaba.
La mujer plantea que la situación empeoró cuando sufrió acoso sexual: Hales habría intentado abrazarla por la fuerza y la habría invitado a ver juntos “una película pornográfica”. “No había nadie en la casa ese día, ya que era fin de semana, y la mujer del embajador estaba en Chile”, se lee en la declaración de Cosmelli citada por La Tercera.
En el proceso declararon, además de funcionarios de la embajada, dos hijastras de Hales, I.GH.S (42) y E.GH.S (32). Una de ellas, según consigna El Mostrador, asegura haber sido testigo “en innumerables ocasiones de sus cambios de humor repentinos, y su enojo e ira desbordada por detalles menores. Si un cuchillo estaba mal puesto en la mesa, si no encontraba el descorchador cuando quería abrir el vino, si una camisa estaba mal planchada, podía ir gritando fuerte a la cocina preguntando dónde estaba, cómo era posible, retando y gritándole a quien supuestamente tuviera la culpa”.
En otro párrafo se lee que es posible ver “a las empleadas de la casa tiritando de miedo, incluso llorando por cómo este señor las trataba. A veces no las maltrataba con gritos, sino humillándolas y riéndose en su cara… Desgraciadamente los malos tratos, gritos, asimetrías extremas de poder, eran bastante comunes en esa casa, por lo que no podría recordarlas y enumerarlas todas”.