Relato chilensis: “Después de hacernos pebre, mi polola me robó”

En su clásica sección de la “Ventanita Sentimental” del diario La Cuarta, Rubén escribió para contar que se siente como el forro porque después de sostener una noche de pasión, notó que su polola le robó nada más ni nada menos que 200 lucas.

El hombre relató que “me robó mi polola. Estábamos el sábado en la noche en mi departamento, y después de hacernos pebre, caché que se me habían perdido 200 lucas”.

Añadió que “algo pasó que cuando ella se fue se despidió muy nerviosa. Ahí quedé cachudo, y de hecho soñé que era la ladrona. Al día siguiente me fui donde el conserje, y por esas cosas de la vida me mostró las imágenes del ascensor”.

A renglón seguido detalló que “justo ahí caché que se sacaba los billetes desde los sostenes. Lloré desde que comencé a percibir las gabrielas cómo una a una salían de sus callaguaguas”.

“Al día siguiente me fue a ver y ni se inmutó. La amo, pero no sé si seguir o no. Llevo tres años”, cerró.

Como es habitual, el doctor de esta sección le aconsejó y le aseguró que con esto la confianza se pierde para siempre: “Los tres años fueron perdidos. Aunque tenga los motivos que sean, la confianza no existe entre ustedes. Nunca existió. Y ella se lo pasó por las nalgas”.

Agregó que “si no es capaz de decirle que necesitaba las lucas para cualquier cosa y más encima le echó un polvo para después chorearle, mejor de vuelta la página y quédese solo. Acá no hay mucha explicación. Suénese los mocos recordando la escena del ascensor y después llámela para preguntarle qué sucedió”.

En tanto, aseguró que “el motivo y la justificación del robo deberían ser demasiado buenos, pero, le insisto, es casi imposible un regreso entre ambos. Es un tema muy puntual. A mí personalmente me da más rabia que la cresta. Pero los milagros existen, podría haber sido un error involuntario. Ojalá”, cerró.