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Nacional

29 de Mayo de 2017

Habla el militante que compró los bienes del PC por 3.500 millones de pesos

Ricardo Castro Santis afirma que no se trata de una venta simulada y explica que "el partido se vio forzado a vender en 2016 con el cambio de ley. El PC tenía que vender o utilizar dos tercios de las propiedades en fines partidarios, y para vender se requería seriedad, alguien que no fuera a perjudicar la imagen del partido. Había otro requisito para la persona que comprara: no podía estar vinculado a grandes capitales. El partido no ha tenido nunca en la historia y no puede tener conflictos con el gran capital".

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El militante del PC y profesor universitario, Ricardo Castro Santis, es quien junto a su socio Pablo González Araya compró los bienes que vendió el PC en 2016 para ajustarse a la Ley de Partidos Políticos, operación que implicó 3.500 millones de pesos. En conversación con La Segunda, el académico de la UTEM habla del hecho que la tienda que lidera Guillermo Teillier explicó como  un proceso que “se realizó dando pleno cumplimiento a los requisitos legales”.

“No fue una venta simulada”, afirma, Castro, quien milita en el partido desde el año 1987, el mismo en que entró a estudiar ciencias en la Universidad Federico Santa María.

El doctor en Matemáticas dice que es un militante conocido, tanto en el partido como en la dirección de éste. “El PC tiene un buen concepto de mí. Gente de confianza para hacer la transacción había mucha, pero por qué yo, no lo sé. No podía ser gente destacada, por ejemplo, del Comité Central. No podían estar vinculados a la directiva, no podían ser diputados ni tener cargos relevantes. No podía que tuviera un conflicto de interés con la política”.

Respecto de la operación, explica que “el partido se vio forzado a vender en 2016 con el cambio de ley. El PC tenía que vender o utilizar dos tercios de las propiedades en fines partidarios, y para vender se requería seriedad, alguien que no fuera a perjudicar la imagen del partido. Había otro requisito para la persona que comprara: no podía estar vinculado a grandes capitales. El partido no ha tenido nunca en la historia y no puede tener conflictos con el gran capital. ¿ Y quién puede disponer de esa plata? ¿Quién puede tener $3.500 millones o ser sujeto de crédito bancario por esa cantidad?”

Castro admite que desde la lógica del negocio todo parece inentendible, pero el “partido no podía llamar a licitación. Tenía que cumplir la ley, pero alejado del capital. La pregunta era a quién vender que no fuera una bomba de tiempo, alguien que, por ejemplo, no fuera a a vender a una constructora con la cual hay conflictos”.

 

 

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