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Nacional

7 de Agosto de 2017

Habla el estudiante que agredió a fiscalizadora del Transantiago: “No está mal que esté preso, es justicia divina”

Pablo Alarcón (22), el hombre que se encuentra en la cárcel por los 100 días que dura la investigación por homicidio frustrado, señaló que en ese momento se enfureció ya que siempre paga su pasaje y que sólo en esa oportunidad no tenía saldo en su tarjeta Bip! "Estoy pagando mis actos, soy mayor de edad y respondo por eso. Espero que algún día me pueda perdonar", dijo.

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La fiscalizadora del Transantiago, María Angélica Varas (57) vivió el pasado 15 de junio un día fatal que seguramente quisiera olvidar.

Aquella tarde el estudiante de Psicología, Pablo Alarcón (22) la agredió luego de que otros dos funcionarios de la empresa lo obligaran a descender del bus por evadir el pago de su pasaje.

El hombre que se encuentra en la cárcel por los 100 días que dura la investigación por homicidio frustrado señaló que en ese momento se enfureció ya que siempre paga su pasaje y que sólo en esa oportunidad no tenía saldo en su tarjeta Bip!

Sumado a que ese día tendría un trabajo importante que realizar, Alarcón tomó a personal la arremetida de las fiscalizadoras en su contra. Por esta razón es que el joven bajó enojadísimo de la máquina, empujando así a Varas, quien no tenía nada que ver con la fiscalización que le hicieron a él.

Vale decir que el empujón provocó que el rostro de la funcionaria fuera aplastado por el bus, recibiendo así daños que la hicieron correr riesgo vital.

En conversación con Informe Especial de TVN, el estudiante rompió el silencio y aseguró que “yo no soy un evasor, el historial de mi tarjeta dice que yo cargaba constantemente (…) pagaba, cuando pasé mi tarjeta no tenía saldo y ahí yo comencé a hablar pacíficamente si me podían dejar pasar, estaba apurado, (dije que) tenía un trabajo importante, que estaba atrasado y que estaba dispuesto a cargar en Las Rejas, a lo que la fiscalizadora me dijo que no, que no me iba a dejar pasar”.

“Me lo tomé prácticamente como a personal, y la discusión comenzó a subir de tono“, reconoció.

En ese sentido, detalló que “cuando iba saliendo del paradero hacia el metro, me devolví y empujé a una fiscalizadora que en verdad no tenía nada que ver con la discusión (…) no sé si tengo un por qué, pero sólo puedo decir que estoy arrepentido de lo que hice y que ojalá algún día me perdone ella y su familia“.

En este punto de su mea culpa, reconoció que “sólo vi la chaqueta roja, la identifiqué como una fiscalizadora y concentré mi rabia (…) recuerdo haberme puesto las manos en la cabeza y haber dicho ‘¡no, no quería hacer eso!’, prácticamente la había cagado y vi la vida pasar frente a mis ojos porque pensé instantáneamente que había muerto”.

El joven recalcó que “el cargo de conciencia me va a acompañar toda la vida, nunca pensé que iba a llegar acá (a la cárcel). Me gustaría poder terminar mis estudios y trabajar, ejercer mi profesión y tener una indemnización de por medio hacia ella. Si es que mi sueldo se tiene que amarrar algún porcentaje no tengo problemas con ello”.

En otros pasajes, Alarcón señaló que “no está mal que esté preso, es justicia divina. Estoy pagando mis actos, soy mayor de edad y respondo por eso. Espero que algún día me pueda perdonar”.

El joven podría recibir penas de entre 5 a 10 años de prisión por homicidio frustrado.

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