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Cultura

9 de Febrero de 2018

Santiago lee: el biblioparadero de La Florida y el dispensador de la línea 6 de Metro

El 22% de los chilenos declara leer libros todos los días, según el Estudio global GFK, de 2017; esta cifra está por debajo del 30% mundial que asegura leer libros diariamente. Para incentivar la lectura, surgen dos iniciativas en Santiago, biblioparadero y el dispensador del Bibliometro. La primera y más precaria, fue impulsada por un grupo de jóvenes de La Florida, quienes están muy felices con el éxito que han tenido. La segunda, más sofisticada y tecnológica, fue implementada por Metro.

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“No leo porque no tengo plata para comprar libros” está dejando de ser una buena excusa, gracias al biblioparadero de las calles Gerónimo de Alderete con México, en la comuna de La Florida y al dispensador del Bibliometro de la Línea 6, ambas iniciativas que llegaron para incentivar la lectura en Santiago.

Biblioparadero

El paradero de Gerónimo de Alderete con México era un paradero cualquiera de la comuna de La Florida hasta que los chicos de la Biblioteca Comunitaria el Amaranto, hace casi un mes, decidieron convertirlo en el primer biblioparadero de Santiago. ¿De qué se trata? La publicidad del lugar fue reemplazada por cuatro cajones de madera que cumplen el rol de libreros; junto a ellos, un cartelito naranjo que dice “Sácate 1, déjate 1”, porque la idea es que los textos se compartan y que siempre lleguen nuevos.

Uno de los integrantes de la Biblioteca Comunitaria el Amaranto, Denis Rodríguez, nos cuenta cómo partió esta iniciativa. “Surge porque nosotros antes trabajábamos con una biblioteca que poníamos en la feria de Gerónimo de Alderete, todos los martes en la mañana. A los vecinos les gustó mucho la idea y nos llevaron muchos libros. Pero por falta de tiempo no pudimos seguir atendiendo la biblioteca, así que como una forma de devolver los libros a la comunidad, instalamos esta biblioteca abierta”.

Actualmente hay poco más de 100 volúmenes disponibles, entre ellos Poesía silenciada de Antonio Machado, un manual de descubrimientos bíblicos, Azúl de Rubén Darío, El último grumete de la Baquedano de Francisco Coloane y un Diccionario de historia costumbrista de Chile. “Tenemos como mil libros para seguir sumando, pensábamos que los primeros libros iban a desaparecer, sin embargo la gente va dejando nuevos, de hecho nosotros pusimos solo un par de cajones, los otros la comunidad los puso”, dice.

Los vecinos llegan al paradero y aprovechan de vitrinear libros mientras esperan la E04. “Me parece bacán la iniciativa”, comenta Andrea Arroyo, vecina del sector. “Es súper necesario mover la cultura gratuita y difundir la lectura, aparte compartirla, es una reutilización de la lectura muy bonita”, expresa.

“Sería bacán poder expandir esta idea por otros paraderos”, afirma Denis. “Tenemos otra cajita en el Huerto la Berenjena, en Panamá con Gerónimo de Alderete, pero por ahí no circula tanta gente. Ojalá nos copien la idea en otras comunas, un chico de Quilicura nos contactó y quiere hacer algo por allá”.

Bibliometro

Un poco más sofisticados y tecnológicos, aparecen en el metro de Santiago los dispensadores de libros del Bibliometro. Se encuentran en la Línea 6 en las estaciones de Inés de Suárez, Ñuñoa y Cerrillos para que los usuarios puedan retirar libros de manera directa.

“Existen dos modalidades, los libros digitales y la máquina de autopréstamo”, explica el funcionario de bibliometro, Byron Segura. “Para los libros digitales hay que descargar una aplicación de play store, DP digital, te haces una cuenta, donde tu usuario es tu número de rut y debes crear una clave. Llegas a los módulos, escanéas el código y te prestan los libros”, cuenta.

Dentro de la oferta de libros digitales, hay 25 mil disponibles para ser descargados y leídos desde una tablets, un computador o un celular.

“También están las máquinas de autopréstamo, para usarlas debes ser socio de bibliometro, inscribiéndote en un módulo, hay 20 módulos en distintas estaciones, esto es gratuito. Una vez que ya eres socio, vienes con tu carnet y tu clave y te presta el libro por 14 días, esto se puede renovar por internet o en la sucursal de bibliometro. Para devolverlos hay buzones, cerca de las máquinas de autopréstamo y si nos los devuelves a tiempo se pasa una multa de $100 diarios”, concluye Byron.

En el dispensador de Inés de Suárez se pueden encontrar títulos tan diversos como La chica del tren de Paula Hawkins, El caballero de la armadura oxidada de Robert Fisher, Muchas vidas muchos maestros de Brian Weis y Un puñado de cenizas de Nicanor Parra.

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