Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Cultura

26 de Marzo de 2018

Una epístola para Walt Whitman

Frank Báez (República Dominicana, 1978) es uno de los principales poetas latinoamericanos contemporáneos. El siguiente poema abre su último y muy aclamado libro "Este es el futuro que estabas esperando", publicado por Seix Barral en el verano de 2017.

Por

Querido Walt, te escribo para contarte
cómo tu barba ha inspirado a mi generación
más que tu poesía.

Estamos en el 2013 y estoy aquí en mi cuarto
observando una foto que tomaron en 1979
cuando yo tenía un año y mi papá tenía treinta y uno
y donde este me carga detrás de un retrato tuyo.

Mi papá tiene una barba rala.
Y tú tienes tu poderosa barba whitmaniana,
y ahora que el tiempo ha pasado
comprendo que era una premonición
de que yo también acabaría con barba.

Me la dejé crecer hace unos años.
No fue nada planificado.
Fue creciendo así como una hiedra
que crece misteriosamente en el patio. 
Y creció en mi cara y fue bien recibida
en una época en que quienes se dejaban la barba
eran talibanes o terroristas.
Pero yo la dejé que siguiera creciendo
y entonces cada vez más aparecían barbudos
y llegaron los hipsters con sus bigotes y sus barbas
las cosas inmediatamente cambiaron
y los barbudos se pusieron de moda 
como en el medio oriente
y a nadie más le volvieron a vocear terrorista
por tener la barba larga
ya que ahora con una barba lucías cool
y hasta los policías y las mujeres se las dejaban
y en los aeropuertos no volvieron a verme raro
y en migración me dejaban pasar
sin cuestionarme de más
y sin llamarme Osama. 

Ahora de cada dos hombres hay uno con barba
y cada vez que veo un barbudo
con una mujer hermosa de la mano 
siento que el mundo va por buen camino
y sé que este asunto de la barba
ha molestado a los lampiños
que no saben qué hacer
y están los bigotudos
que no se quieren quedar atrás
y que han empezado
a dejarse crecer la barba
y juran que siempre han sido barbudos
como si uno no se diera cuenta.

Y los he visto paseando en bicicletas, 
en picnics tomando té y galletas,
paseando perros y jugando con gatos.
Los he visto temprano en las mañanas
de pie en sus baños
aceitando y peinando sus barbas.

Querido Walt, he visto el puente de Brooklyn al atardecer
lleno de niños con barbas largas como la tuya.
Y a veces pienso que fue a ellos
a quienes te dirigiste cuando escribiste
los versos de «Cruzando en el ferry de Brooklyn»
y que quizás esa vez tuviste una visión profética
y alcanzaste a verlos a todos ahí arriba
con sus barbas paseándose en el puente  de Brooklyn
que por cierto también era parte de la visión
ya que en esos días el puente tampoco existía.

Temas relevantes

#epístola#Whitman

Notas relacionadas