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Cultura

3 de Abril de 2018

“Kollontai”, el documental político que retrata la resistencia a la dictadura uruguaya

Aunque sus creadores lo definen como un documental político, el largometraje también incluye elementos ficticios, como algunas dramatizaciones para dar "un atractivo extra y dramático a un contexto que ya lo era". Este recurso fue utilizado, por ejemplo, para ilustrar el momento en el que los líderes del PVP establecen un plan de acción para darse a conocer.

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El documental político “Kollontai, apuntes de resistencia”, a cargo de un equipo argentino, narra desde la creación del Partido por la Victoria del Pueblo (PVP), fundado en 1975 en Buenos Aires, la lucha de los uruguayos por acabar con el régimen cívico-militar que gobernó su país entre 1973 y 1985.

Con dos años de dictadura uruguaya a sus espaldas, militantes de diferentes sectores políticos de izquierda emprendieron la llamada “Campaña Alejandra”, en honor a la bolchevique rusa Alexandra Kollontai (1872-1952), con el fin de establecer desde Buenos Aires, y en la clandestinidad, un nuevo partido político.

Esa agrupación se llamó Por la Victoria del Pueblo (PVP) y hoy integra la coalición de izquierdas que gobierna Uruguay, el Frente Amplio (FA).

Nicolás Méndez Casariego, director y guionista de Kollontai, explicó que el interés por esta historia surgió a raíz de una conversación informal con el dirigente y miembro fundador del PVP, Lucho Ruiz, familiar de la productora Adriana Moreira Ruiz.

La propuesta inicial era realizar una serie de entrevistas a los sobrevivientes del centro de detención clandestino conocido como “Automotores Orletti”, un establecimiento de tortura en plena capital argentina por donde pasaron muchos detenidos uruguayos.

Sin embargo, el proyecto fue creciendo y una vez que Ruiz contó la historia de la creación del PVP, ese pasó a ser el interés principal de los realizadores, dadas sus características y el esfuerzo que representó para los militantes organizar un partido en la clandestinidad.

“Nos pareció un caso ejemplar para hablar de organizaciones que, en plena dictadura, decidieron organizarse, fundar un partido e iniciar una campaña de resistencia”, narró Méndez Casariego.

La Campaña Alejandra implicó decenas de viajes entre Montevideo y Buenos Aires, donde muchos de los militantes de izquierda uruguayos debieron exiliarse.

En ese sentido, Méndez Casariego señaló que, durante los cinco años que demandó el proyecto, se fue sorprendiendo al ver que se confirmaba la tesis inicial del equipo de realizadores: “las dictaduras no caen solas y hace falta que haya gente que resista”.

El del PVP es un “caso testigo” de esa resistencia, que fue “mucho más amplia y que incluyó a otras organizaciones”, sostuvo el director de Kollontai.

Aunque sus creadores lo definen como un documental político, el largometraje también incluye elementos ficticios, como algunas dramatizaciones para dar “un atractivo extra y dramático a un contexto que ya lo era”.

Este recurso fue utilizado, por ejemplo, para ilustrar el momento en el que los líderes del PVP establecen un plan de acción para darse a conocer.

De esta manera, encargan a uno de sus integrantes, con documentos falsos, que se presente en una agencia de publicidad de Montevideo con el pretexto de dar a conocer una línea de cosméticos de origen belga, llamada “Vilox”.

La simbología utilizada en esos cosméticos estaba relacionada con la elegida para los afiches del PVP, que contenía una “V” y un signo de multiplicación, sobre un mapa de Uruguay.

Además del riesgo de presentarse con documentos falsos y con una propuesta dudosa, se suma que la agencia de publicidad elegida era la misma que había trabajado para afianzar los lazos del régimen cívico-militar uruguayo con el pueblo, en el marco de un proyecto propagandístico.

“La persona que estaba encargada de contactar con esa agencia llega y ve todos los carteles oficiales de la dictadura y dice: ‘¿Dónde me metí?’, teniendo que negociar precios y acuerdos y con los publicistas sospechando de que eso era algo raro porque había una simbología llamativa”, contó Méndez Casariego.

Kollontai, que en su 70 % se financió con recursos del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) de Argentina, se proyectará este martes en el marco del festival internacional que organiza la Cinemateca uruguaya, principal institución en materia de cine del país.

Casariego, que trabajó en conjunto con los productores Mariano Mindlis y Adriana Moreira Ruiz, aseguró que presentar su obra en el marco del festival de la Cinemateca es una “alegría muy grande” y algo con lo que soñaba el equipo de realizadores, que ahora buscará presentar su filme en otras instancias internacionales, así como en Argentina, donde aún no vio la luz.

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