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Reportajes

23 de Noviembre de 2018

Los entretelones del juicio por la brutal matanza de terneros en lechera del sur

En enero de 2014, Manuka, la empresa que se autodenonima las más grande productora de leche en base a pastoreo del mundo, reconoció que dos de sus funcionarios habían “traicionado la confianza de la compañía” al matar a martillazos a alrededor de 1.500 terneros machos. No lo hicieron proactivamente, sino tras revelarse brutales imágenes de estas prácticas grabadas por trabajadores. Casi cinco años después, los responsables se encuentran trabajando para los dueños, aun cuando uno es prófugo de la justicia chilena. La empresa ha desarrollado un intenso lobby con el ministro de Agricultura Antonio Walker, con el que se ha reunido al menos en tres ocasiones, todo con el objetivo de mantener el caso lejos del impacto mediático que este tuvo en 2014.

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El día jueves 22 de noviembre, el ex gerente general de Manuka, Juan Carlos Petersen, enfrentó por más de 2 horas y media las preguntas de la fiscal Leyla Chahín en el inicio del juicio por el mayor caso de maltrato animal de la historia del país, revelado por sus propios trabajadores a través de videos con imágenes impactantes. En el registro, filmado en 2014, se ve cómo un hombre golpeaba con un martillo a un pequeño ternero hasta matarlo, para luego tirarlo a una zanja donde yacían otros cientos. 

La noticia dio la vuelta al mundo y puso en tela de juicio la imagen de la “magia del sur” que representa la industria lechera de Chile en el mundo. Por primera vez, se hacía visible que esas idílicas imágenes de vaquitas pastando en verdes praderas escondía la realidad de que los machos en la industria lechera no sirven y en su mayoría deben ser eliminados, claro que por medio de estrictos protocolos establecidos por el SAG (inyección letal) y no a martillazos. En su defensa, los productores chilenos dijeron que la práctica “no era extendida” y que la condenaban.

Explicaciones de la empresa

Manuka es una empresa de capitales neozelandeses que se autodenonima las más grande productora de leche en base a pastoreo del mundo.

Apenas se dieron a conocer las imágenes de la matanza, en 2014, sus voceros afirmaron que habían realizado un sumario interno y que el gerente de Producción, Zachary Ward, era el responsable junto con el jefe del Área de Crianza de los terneros, Gonzalo García. Petersen repitió la versión en el inicio del juicio, pero ahora, la empresa de la que formó parte guarda silencio. La postura en el juicio por parte de la compañía es que reconoce el principio de inocencia y que no tiene las pruebas que como empresa dijo tener en 2014. En paralelo, el abogado defensor de García, Rodrigo Tejos, en línea con lo anterior, terminó exultante porque los videos sólo muestran a Ward y no al jefe de Crianza de los terneros. El caso, por lo tanto, cree que quedará en nada.

Prófugo de la justicia chilena

Siempre hubo dudas acerca del real arrepentimiento de Manuka. De hecho, en febrero de 2014, The Clinic dio a conocer en exclusiva que Ward había recibido un suculento pago por más de 60 millones de pesos, pasajes a Nueva Zelanda y que incluso, aparentemente, una camioneta de la compañía lo había llevado al aeropuerto, para horas después, transformarse en prófugo de la justicia chilena. Gonzalo García, en tanto, seguía su ejemplo y también abandonaba el país.

Así, la fiscal Leyla Chahín se quedaba sin las dos personas a las cuales apuntaba su investigación: el caso quedaba en el congelador y comenzaba a desaparecer del mapa mediático, al tiempo que hacía noticia por un Plan de Donación a la agricultura familiar campesina, de los terneros que antes mataba.

En ese marco de aguas tranquilas, el ex dueño de Líder, Nicolás Ibáñez, pagó 25 millones de dólares para quedarse con el 10% de la compañía y anunció, en medio de la reactivación del caso, una eventual apertura a bolsa.

La investigación estaba sin movimiento, pero un hecho la reactivó. Manuka contrató este año a su ex jefe de Crianza, Gonzalo García, para colocarlo ahora como gerente de la misma área. Según señalaron a The Clinic fuentes de la empresa, regresó con condiciones contractuales que no tiene nadie, al punto que se habla que dentro de las cláusulas se encuentra la obligación de la compañía de pagarle la defensa. 

Doble juego: mostrar arrepentimiento

Actualmente, el prófugo de la justicia Zachary Ward ocupa el cargo de gerente general de Grasslands, una compañía lechera con presencia en Estados Unidos que comparte los muchos accionistas y directores con Manuka, empezando por su presidente Mark Townshend, quien en 2014 era también presidente del directorio de Manuka y ahora ocupa el cargo de presidente del Comité de Producción: cuatro años después, la tesis de The Clinic se comprobaba: la empresa había jugado el doble juego de mostrarse arrepentida cuando los ojos de la opinión pública estaban sobre ella pero que al mismo tiempo encubría a aquellos que había apuntado como responsables.

El año 2014, el diputado Fidel Espinoza, llevó estos hechos a la Cámara de Diputados, acompañado a los trabajadores a la Inspección del Trabajo para denunciar el daño sicológico del que eran víctimas al ser obligados a realizar estas prácticas.

El diputado Espinoza señaló que se configuraba claramente el delito de obstrucción a la justicia y pidió públicamente que se citara a Townshend para exigirle que contribuyera, en ausencia de un tratado de extradición con Nueva Zelanda, a traer a su gerente para que por respeto al país donde es inversionista, comparezca por los delitos cometidos en suelo chileno. No sólo no consiguió aquello. En septiembre de 2018, el neozelandés vino a Chile y sin dar cuenta de su protegido, posó con ataque de risa en las sociales del diario El Austral de Osorno del 8 de septiembre. “Manuka mira hacia adelante”, señalaba en tanto el nuevo gerente general de la compañía Cristián Swett Plá, responsable de la recontratación del imputado García y de las condiciones laborales que indignan a sus pares dentro de la empresa.

Lobby intenso

Desde que se reactivó el caso, Manuka se ha reunido con el ministro Antonio Walker en dos oportunidades: abril y septiembre durante una hora en cada ocasión. El representante de la cartera del agro jamás se ha referido al caso de maltrato animal donde el SAG, repartición de su dependencia, es testigo clave. Por el contrario, destaca a Manuka regularmente como “un modelo a seguir” para los demás productores lecheros y el viernes 16 de noviembre, arribó a la feria agrícola Sago Fisur a bordo del auto del gerente general de Manuka, Cristián Swett Plá.

El diputado Espinoza pidió públicamente al ministro que transparente si había pasado la reunión por ley de Lobby, considerando que esa empresa iba a enfrentar un juicio seis días después. Además, Espinoza elevó un oficio para pedir formalmente los antecedentes, ya que informaciones de la empresa señalaban que Walker no sólo había llegado con Swett a la feria, sino que había pasado la noche en las dependencias de la empresa. No recibió ninguna respuesta, salvo del director nacional de Indap, Carlos Recondo, quien le pidió que aclarara que “qué estaba insinuando”.

La confianza de la empresa y del abogado de García es total: dicen que no hay pruebas –a pesar de lo que habían señalado formalmente en 2014- para probar los hechos, y que la fiscal Chahín no pudo configurar el caso.

Los delitos cometidos en Manuka son duramente penados en el país de origen de sus principales accionistas. El juicio continúa este viernes desde las 9:00 de la mañana y se espera que dure varios días más.

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