Sigue la batalla por la jibia en el sur de Chile

Pescadores artesanales levantaron este miércoles barricadas y se enfrentaron a la Policía en el sur del país como protesta a la decisión del Gobierno de modificar un proyecto de ley para abrir la captura de jibia a los pescadores industriales.

El ministro de Economía, José Ramón Valente, anunció hoy que el Gobierno utilizará un veto presidencial aditivo en la ley que aprobó hace algunos días el Congreso y que restringía la extracción de jibia a los pescadores artesanales.

El Ejecutivo busca incorporar a la ley un método de captura de la jibia denominado “cerco” y que pueden emplear tanto los pescadores artesanales como los industriales.

Valente explicó que el veto no objetará la prohibición del arrastre en la captura de la jibia, el método más empleado por los pescadores industriales.

“De este modo, se cautelan los intereses de los trabajadores de ambos sectores y aseguramos la captura y producción sustentable de este recurso”, dijo Valente.

La decisión del Gobierno intensificó las protestas de los pescadores artesanales en la sureña ciudad de Valdivia, donde las muestras de rechazo empezaron hace algunos días cuando salió a la luz la intención de presentar un veto presidencial para modificar la ley.

David Castro, dirigente de la pesca artesanal, advirtió que si se incorpora el cerco como método de captura tendrán que disputarse la jibia con unas 800 lanchas que pertenecen a la flota de la pesca industrial, según informó Radio Cooperativa.

Los pescadores industriales, por su parte, también protagonizaron manifestaciones y protestas en contra de la ley aprobada en el Congreso y criticaron que las modificaciones que plantea el Gobierno excluyan la pesca de arrastre.

La Asociación de Industriales Pesqueros (Asipes), que representa a las empresas pesqueras de la zona centro-sur de Chile, señaló en un comunicado que la pesca industrial busca capturar la jibia para procesarla íntegramente para el consumo humano, una finalidad para la cual el método del cerco no es el indicado.

“Los argumentos entregados por la pesca industrial relativos a que el arte de arrastre de mediagua es sostenible, altamente selectivo, no daña fauna acompañante, no toca el fondo marino (…) nuevamente no han sido escuchados y se ha optado por privilegiar argumentos falaces”, apuntó Asipes.