Ministra Gabriela Pérez no está postrada, ni en silla de ruedas

En varios artículos periodísticos en que se cuenta que el ministro de la Corte de Apelaciones de Rancagua Emilio Elgueta tenía la bizarra afición a la magia negra y que guardaba en un cajón de su oficina una fotografía de la exministra de la Corte Suprema Gabriela Pérez clavada con alfileres, se agrega un párrafo con esta idea: “actualmente, Pérez está retirada de sus labores y se encuentra en silla de ruedas por problemas de salud”. Así lo han informado, entre otros: CNN, Radio Biobío y TVN.

Aunque los autores de estas crónicas no lo dicen explícitamente, el lector puede concluir que hay una relación causal entre las prácticas del juez sancionado e investigado por actos de corrupción y la salud de la exmagistrada.

Contactada por The Clinic, la exministra declinó otorgar una entrevista para referirse a estos hechos, pero fuentes cercanas a ella desmienten tajantemente que se “encuentre en silla de ruedas” o afectada por graves problemas de salud que pudieran considerarse ni siquiera remotamente consecuencia de prácticas ocultistas.

Pérez ha padecido toda su vida una insuficiencia renal crónica que nunca fue obstáculo para que realizara sus funciones judiciales. Desde 1982, se realizaba tres diálisis semanales y eso no le impidió ser relatora en el máximo tribunal, ni ascender en su carrera. En 1987 se trasplantó un riñón que le permitió llevar una vida normal por 24 años, pero en 2012 tuvo que volver a las diálisis, porque el riñón que había recibido dejó de funcionar. “Eso era esperable, porque es casi inaudito que un órgano trasplantado funcione por tanto tiempo”, dice una de las fuentes consultadas.

“Es normal que después de una diálisis, la persona quede alicaída. En la clínica donde se atiende la magistrada, por precaución, los pacientes son sacados en silla de ruedas después del tratamiento, pero eso no significa que la necesite en forma permanente en su vida diaria” agrega otra fuente.

Gabriela Pérez se retiró del poder judicial al cumplir 75 años en 2012. Actualmente, se traslada autónomamente, a veces, con la ayuda de un bastón, pero, de acuerdo con las fuentes consultadas, no está postrada y nadie que la conoce atribuye su estado de salud, producto de la deficiencia renal crónica que ha sufrido desde siempre, a las supersticiones del ministro Elgueta.

Elgueta fue sancionado por la ministra Pérez cuando ella era la ministra visitadora de la corte rancaguina, por intentar ejercer presión en contra de funcionarios judiciales que tramitaban una causa por violencia intrafamiliar que inició la propia mujer del magistrado en su contra. Él intentó inducir la conclusión de que era su esposa quien lo perseguía y fue amonestado tras el informe emitido por la ministra Pérez.

Emilio Elgueta se encuentra actualmente suspendido de sus funciones, en el marco de una investigación que realiza otra magistrada de la Corte Suprema, María Rosa Maggi, y a fines de abril será formalizado por el Ministerio Público bajo los cargos de “tráfico de influencia” y “prevaricación”.

Fue en el contexto de esta última causa, que en un allanamiento en busca de evidencia de los delitos cometidos por Elgueta, se encontró el cajón con artículos de magia negra y que motivó a la Gran Logia de Chile a quitarle su condición de masón, junto a otros tres integrantes de la orden, que forman parte de la investigación judicial.

Imagen de portada: Revista Asodi