A esta, la primera cita, asistieron siete de los 13 jefes de los gobiernos regionales de la pasada administración y acordaron continuar reuniéndose cada 45 días, para “trabajar una plataforma de futuro, que responda a las demandas ciudadanas de cada región y a los desafíos electorales del 2020”.
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El sábado 6 de abril se reencontraron en Santiago exautoridades del ministerio de Interior, encabezadas por el subsecretario Mahmud Aleuy, con los intendentes de la última administración Bachelet. Según reveló uno de los concurrentes, la actividad había sido acordada concluir el pasado gobierno.
Participaron siete de los 13 exintendentes. Entre las excusas de los inasistentes hubo un viaje fuera de Chile y un funeral. Sin embargo, entre quienes sí acudieron había representantes de todos los partidos de la Nueva Mayoría. Entre las autoridades de Interior, además de Aleuy, participaron el anterior jefe de División Regional, Mario Ossandón y el exjefe gabinete del ministro del Interior, Luis Klener, DC.
Según uno de los asistentes, en un ambiente “informal”, las exautoridades del gobierno de Bachelet analizaron por más de seis horas “el actual escenario político nacional y regional, a las fuerzas de oposición y el escenario de las próximas elecciones municipales y de gobernadores regionales”.
The Clinic tuvo acceso a las conclusiones a las que arribó el grupo y que fueron debidamente anotadas:
“1.- Una fuerte preocupación por el futuro del país frente a la creciente desconfianza en las instituciones, donde está en cuestión el propio sistema democrático.
“2.- Los Gobiernos Regionales actuales presentan importantes deficiencias en su gestión, en algunas regiones en menos de un año han sido cambiados hasta tres Intendentes(as); las iniciativas de inversión son mínimas y se han remitido a inaugurar obras que estaban en distintas etapas de ejecución desde el gobierno anterior. Aún no disponen de planes de desarrollo regional. La credibilidad de este gobierno se resiente ante la ciudadanía por la falta de iniciativas propias y por promesas no cumplidas, particularmente en temas económicos y de seguridad pública.
“3.- Las fuerzas de oposición se encuentran atomizadas, los partidos muy distantes de los ciudadanos, carecen de propuestas de desarrollo, de respuestas claras frente a las críticas del actual gobierno, del gobierno nuestro y de las actuales autoridades municipales de la oposición. Las regiones deben disponer de suficiente autonomía para superar las limitaciones actuales, elegir los liderazgos que nos permitan enfrentar las próximas elecciones sin centralismo ni sectarismo y con una mirada común en torno a acuerdos transversales.
“4.- Las exautoridades regionales pueden contribuir en diseñar buenas propuestas de gobierno que permitan vincularnos con los ciudadanos, responder adecuadamente a las críticas de las actuales autoridades, elaborar una autocrítica seria de nuestros aciertos y falencias en la gestión del gobierno anterior, aglutinar las fuerzas opositoras para construir una plataforma de futuro común, que responda a las demandas ciudadanas recogiendo las particularidades de cada región y a los desafíos electorales del próximo año”.
Los convocados acordaron continuar reuniéndose cada 45 días. Para el próximo encuentro, cada exintendente elaborará un informe escrito sobre la situación regional que le corresponda, que se Compartirá con otros integrantes de los equipos que trabajaron con ellos en el pasado gobierno.