Webeo por la modernización laboral del gobierno: Cinco nuevos pactos para aumentar la productividad

Media jornada Jack Ma

Hecha para el empleado profesional medio-medio perezoso, trabajar cuatro días a la semana por doce horas diarias, es decir, media jornada china, que establece trabajar 8 días en solo 7. Así, todos los jovenes profesionales recién salidos de universidad estatal, que hacen horas extras gratis, podrán canjear esas horas extras no registradas por la ventajosa posibilidad de no asistir el viernes, lo cual provocará la iracundia de la supervisora, que te pondrá en lista 4 a la primera oportunidad.

Por supuesto, la paga es solo el 80 por ciento del sueldo original. Si el domicilio del trabajo es para ocuparlo, y acá se paga por día, no por hora. Por cierto, necesitamos todo lo que dijimos para el jueves a las 22 horas, si no está listo, usted no se puede ir. ¿No quiere venir mañana en la mañana a terminarlo y lo entrega el viernes a las seis de la tarde?

Trabajar desde casa

Porque la salud mental es lo primero, y la cantidad de tiempo que debes meterte en el Transantiago para moverte de un lado a otro no lo merece, lo mejor que puedes hacer en días tristes es pactar trabajar desde casa.

Pero ojo: si vas a trabajar desde casa, no tienes derecho a pedir asignación por movilización, aunque te obliguen a asistir a una reunión presencial todos los días, reunión donde te informan de nuevas indefiniciones de las cuales no entiendes ni la mitad, a causa del exceso de anglicismos como insights, hashtag, trending, brochure, pedicabo, irrumabo, atchung, y otras palabras que el zeitgeist puso en boca de los más adelantados miembros de nuestra sociedad.

También te servirá para hacer la comida, lavar la ropa, limpiar el baño, pagar la luz, sacar la basura, hacer las camas, ordenar las cosas, conversar un poco, salir a comprar, limpiar el futuro, prender el horno, salir al mercado, vender las botellas, remojar porotos, lustrar la razón. Pero sin asignación. Y por supuesto, como puedes ahorrarte las tres horas de viaje y usarlas trabajando extra, para compensar todas las interrupciones que hiciste durante el día. La lealtad con la empresa es lo primero, que lo otro es robarle al patrón, caramba.

Enseñarle a un robot

Kauai Labs.cl está trayendo unos simpáticos seres que se sentarán al lado tuyo a observar tu trabajo. Verá tus rutinas una por una. Te acompañará a almorzar. En rigor, la idea es que el pequeño aparatito se vuelta tu asistente personal. Luego te podrás apoyar fuertemente en él para que te apoye en las labores más tediosas de tu rutina. Finalmente será capaz de hacer igual o mejor las cosas que hacías, gracias a sus características de aprendizaje automático. En ese momento traerán otro robotito igual, le clonarán la información y a ti te despedirán. Pero no te desanimes; la revolución digital tiene oportunidades para todos. Podrás encontrar rápidamente un empleo echándole grasita a las rueditas del monito.

Trabajar los feriados irrenunciables

Ya basta de tener que soportar botillerías y supermercados cerrados en feriados irrenunciables. Se podrá pactar trabajar los feriados irrenunciables, con lo que el feriado irrenunciable pasará a ser renunciable, pero para que no parezca un retroceso será irrenunciable flexible, aunque en rigor sea un renunciable parcial, pero le diremos que es irrenunciable, pero no fijamente irrenunciable sino flexible. Entonces aseguramos que el Jumbo nunca cierre, porque si hay una tragedia profunda, es que cierre y hay que juntar cositas de antemano.

Haz de tu trabajo un modo de vida

De los creadores de “Haz de estudiar un juego” y “Haz de tu vocación tu sustento” llega “Haz de tu trabajo un modo de vida”. De esa manera, estás trabajando permanentemente, generando plusvalíapermanentemente, haciendo al país avanzar. Por eso, cuando los trabajos fijos y seguros ya solo sean un fantasma y una quimera de la época Corfista, cuando no sean más que un vaho de la época donde el modelo ISI nos iba a sacar del subdesarrollo, el vivir con un vasito de cartón (el plástico contamina) mirando suplicante a los viandantes que te arrojen un cospel para comprar algo que comer, solo te faltará arrimarte a buen puente para tener pan, techo y abrigo.