“El Padrino”: La incendiaria columna de Guarello sobre Fernando Felicevich

El periodista deportivo, Juan Cristóbal Guarello, publicó una incendiaria columna en el diario La Tercera que habla sobre las supuestas maniobras de la empresa de Fernando Felicevich en el fútbol chileno y el rol del exgerente técnico de Huachipato y actual ayudante de campo de Gustavo Quinteros en la UC, Cristián Paulucci.

En dicho escrito, el profesional cuenta algunas malas experiencias vividas por futbolistas que hoy no están vigentes tras rechazar “ofertas” de dicha firma. Por su parte, se cuestiona ciertas nominaciones de futbolistas que aparecen en nóminas de la Rojita o en el primer equipo de los clubes de Primera División.

Aquí algunos párrafos de la columna de Guarello en La Tercera:

“Hace un par de años el ex futbolista Edgardo Abdala (Ñublense, Palestino, Vial, entre otros), hoy entrenador de equipos de Tercera, fue citado de urgencia a una reunión con el gerente técnico de Huachipato, Cristián Paulucci. El argentino, hoy ayudante de campo de Gustavo Quinteros en Católica, tenía una oferta que no podía rechazar: si su hijo Joaquín, volante ofensivo de la Sub 17, no firmaba con la empresa de Fernando Felicevich, ‘no jugaba más’. Paulucci, chulescamente como dicen los españoles, le dijo: ‘Como vos, Turco, jugaste en Huachipato, te avisamos. De lo contrario, ni te enteras’.

el comentarista puso un ejemplo con los cadetes de Huachipato con opciones de ascender al primer equipo: “Algunos se rebelaron sin suerte, como Ignacio Hernández. No quiso firmar y se tuvo que ir para la casa. Hoy sufre una profunda depresión y hasta tuvo un episodio de convulsiones”.

Añadió que es la “misma situación de Joaquín Gutiérrez, parte del plantel que jugó el Sudamericano Sub 17 en Lima: no aceptó ser reclutado a la fuerza y desapareció misteriosamente de la nómina que comenzó a trabajar para el Mundial de Brasil”.

En este sentido, el columnista recordó el caso de Javier Urzúa. Contó que “le firmó el papel en la notaría de la ciudad ante la presencia vigilante de Fabián González, encargado de los juveniles Twenty Two (la empresa de Felicevich) y ya tiene 884 minutos en el primer equipo y hasta le hizo un gol a Cobresal. Uno que es fijo es Danny Pérez, el venezolano que supuestamente pertenecía a La Serena sin conocer la ciudad, que llegó a Colo Colo gracias al gentil auspicio de Gabriel Ruiz-Tagle y que ahora Fefe instaló sin problemas en Huachipato”.

Abdala, detalla Guarello, ya no juega ni por si acaso y a veces lo hacen entrenar con la sub 14. Una vez, relató, llegó curado para que lo echaran, pero sólo consiguió que se rieran de él.

Aquí Guarello reflexiona que “mientras, usted se pregunta por qué no hay recambio en la selección chilena, por qué la Sub 23 se come seis con Japón, cuáles son los criterios para nominar a tal o cuál jugador, qué intereses hay detrás de tanta citación dudosa o polémica. Cómo Yerko Urra, quien agarró la titularidad de Huachipato por lesión de Gabriel Castellón, y de repente llega a ser el tercer arquero de la Copa América”.

“Es incomprensible que un ayudante de campo coaccione a los padres de los juveniles para que firmen con determinado empresario. Y que más encima sea reclutado por Universidad Católica, la mayor usina de figuras jóvenes del fútbol chileno. Diego Valencia ya ha recibido un par de recomendaciones sobre su futuro. Palmotazos en la espalda amistosos. Por el momento”, cierra el escrito en La Tercera.