“Artistas en la industria. Los orígenes del cine sonoro chileno”, es una investigación desarrollada por Luis Horta, coordinador de la Cineteca de la Universidad de Chile, material que será presentado por el periodista René Naranjo el próximo 10 de julio en la Libería Nueva Altamira, ocasión en la que será entregado gratuitamente a los asistentes.
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Numerosos historiadores chilenos coincidían en que la primera película sonora chilena se realizó en el año 1934, “Norte y sur” dirigida por Jorge “Coke” Délano tras haber conocido esta nueva tecnología en Hollywood. Sin embargo, este antecedente queda desplazado con la publicación del libro “Artistas en la industria. Los orígenes del cine sonoro chileno”, investigación realizada por el académico del Instituto de la Comunicación e Imagen y Coordinador de la Cineteca de la Universidad de Chile, Luis Horta.
En ella, se detectan las primeras experiencias de cine sonoro en el país, señalando como pionero al cineasta Eric Page y una serie de noticieros documentales y el largometraje “Canción de amor”, estrenadas en 1930 bajo el sistema Vitaphone. Tal como señala Horta, “Page seguirá la misma técnica que usaron los norteamericanos para “El cantante de Jazz”, considerada la histórica primera película parlante estrenada en 1927. Eric Page fue reconocido por sus pares en su aporte en la innovación tecnológica en el país”.
La publicación, que cuenta con el financiamiento del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, aborda un periodo acotado en la historia del cine chileno, que va desde 1927 hasta 1934, y establece una relación entre capitalismo, cultura y tecnología, centrándose en autores y películas hasta este momento poco sistematizadas.
También analiza los sistemas técnicos de reproductibilidad y la labor de numerosos cineastas locales que contribuyeron a implementar el sonido en Chile. “Hasta antes de 1927, todo el cine se debía proyectar silente, muchas veces acompañado de un pianista u orquestas en algunos casos excepcionales. La nueva tecnología del sonido será una completa revolución, tan importante que persiste hasta hoy, transformando por completo el cine en todas sus dimensiones, ya sea en el lenguaje, en los sistemas industriales y en el sentido de verosimilitud. Repensar las tecnologías es también repensar las formas en que se comprende a nuestras comunidades”, detalla Horta.
La publicación también establece el marco inicial para generar el proceso de recuperación de alguna de estas películas, ya que aun cuando gran parte de ellas se encuentra desaparecida, la investigación es el punto inicial para recuperar los vestigios del patrimonio audiovisual chileno.
“Artistas en la industria. Los orígenes del cine sonoro chileno” se distribuirá gratuitamente en colegios, universidades y bibliotecas, contribuyendo a divulgar el valor del patrimonio audiovisual chileno.
El libro se lanzará este día miércoles 10 de julio en la Librería Nueva Altamira (Avda. Providencia 2124 Local 64 (Drugstore) – Providencia) y será presentado por el autor junto al crítico cultural René Naranjo.