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Nacional

12 de Agosto de 2019

Revelan las 10 jugadas que hacen los supermercados para que compres más y más

productos Agencia UNO

¿Has tenido compras impulsivas, innecesarias, influidas por el aroma de las muestras gratis o por tus propios hijos? Aunque lo parezca, nada de eso es al azar. Aquí te presentamos los 10 trucos más comunes que tienen los supermercados para influir en nuestras compras.

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Entrar al supermercado para comprar algo específico, pero salir con un carro lleno, ¿te suena conocido?

Los supermercados se han especializado en hacer que compremos cosas que ni siquiera queríamos tanto o que a lo mejor ni siquiera utilicemos. En Estados Unidos, esta técnica tiene un nombre: el efecto Target, algo que estos locales comerciales saben aprovechar de mejor forma.

Muchas veces eso puede resultar perjudicial en nuestras finanzas, haciéndonos comprar cosas innecesarias. Para eso, estos son los 10 trucos psicológicos que son usados con más frecuencia los supermercados para hacernos comprar más (y sus soluciones), según Radio Bío Bío:

1. Los carros a tope

El carro de supermercado, tal como lo conocemos, nació en un local de abarrotes de Oklahoma. En esa oportunidad, su dueño, Sylvan Goldman, se hizo la pregunta: ¿cómo hacer que los clientes lleven más cosas de las que sus brazos pueden cargar? Y tuvo la gran solución.

Desde ese momento los carros se han expandido y perfeccionado, supuestamente, bajo la premisa de que los humanos sentimos la necesidad de llenar todos los recipientes vacíos que nos encontramos. Los supermercados, en este sentido, tienen casi pocos o ningún carro mediano o pequeño, así como también hay pocos canastos.

Solución: Llevar un canasto o carro cuyo tamaño sea acorde a tus compras. En caso de necesitar pocos productos no lleves ningún carro.

2. Cosas a la altura de la vista

Como se decía antes, en los supermercados todo está estudiado. Esto también influye en la altura a la que ponen los productos en los pasillos.

En los corredores, hay productos que tienen orden privilegiados sin que lo notemos. Los productos que el supermercado quiere que nos llevemos siempre estarán a la altura de nuestros ojos, mientras que los que dan “menos incentivos” económicos a la empresa, irán en lugares que sean más difíciles de ver por ti. Pero ojo, estos no son los “menos convenientes” necesariamente.

Esto también tiene que ver con la “altura niño”. En muchos corredores de juguetes, dulces, o snacks, los productos más tentadores para los más pequeños irán a su altura. Esto hace que tengan deseos de llevarse esos productos y preguntarle a sus padres si se los pueden comprar.

Solución: Elonga más para revisar todos los rincones de los estantes, sobre todo los productos que están más abajo.

3. Compras innecesarias

¿Has estado en la caja pagando las compras, y te has llevado esos dulces que están justo al lado? Bueno, eso tiene un nombre: compra por impulso.

La estantería ubicada al lado de la caja es muy privilegiada. Eso es porque cuando ya estamos terminando nuestras compras y quedamos expuestos a dulces y golosinas de bajo costo no podemos evitarlo.

Solución: Ejercitar la fuerza de voluntad. Según el psicólogo Kevin Chapman, es necesario hablar con uno mismo, como si fuera una charla motivacional.

4. Cifras inexactas

El clásico truco de los $990. Es una técnica vieja, pero sigue funcionando ante nuestra incapacidad de redondear las cifras, por lo que pensamos que está más cerca de las centenas que de los miles, cuando es todo lo contrario.

Esto afecta a nuestra capacidad de llevar las cuentas mentalmente, las que finalmente exceden a lo que teníamos estipulado.

Solución: Llevar la cuenta con la calculadora de tu celular. Ella si puede con esas cifras.

5. Hacer que te sientas bien estando allí

La idea de los supermercados es que te sientas bien comprando, que puedas vivir la “experiencia” de comprar. Por esa razón, cada vez más los super van mejorando su aspecto y su comodidad, esto para lucir bien y que sea placentero ir a comprar.

Para ellos no es negocio que vayas por un par de cosas, las compres y te vayas rápidamente. Ellos quieren que te quedes el mayor tiempo posible ahí dentro, porque eso significa también más posibilidades de seguir comprando.

Tal como lo dice el psicólogo Kevin Chapman, “Las luces, los colores brillantes… todo está hecho para despertar tus emociones y hacer que te sientas bien, lo que claro, te anima a comprar”.

Solución: Programar desde antes tu compra. Saber qué es lo que comprarás y cuánto tiempo te quedarás.

6. Música mainstream

La música de los supermercados siempre parece agradable al oído. Eso es porque se esfuerzan en hacer una playlist que coincida con el gusto de todos. Así se impulsa el deseo de compra y hace sentir bien a los clientes.

Lo anterior está ligado a algunos estudios que se explican en Psychology Spot, por ese motivo la música suave está presente en los supermercados, para agradarte pero no distraerte.

Solución: No olvides ir al supermercado con tus audífonos y tu música favorita. O simplemente, conversa con tu acompañante.

7. El apetito como incitador de compra

Muchos olores sabrosos se juntan entre los pasillos del supermercado, la mayoría de ellos provienen de muestras de comida gratis, la panadería, o los chocolates.

Eso tiene una razón: según The Food Network, abrirte el apetito puede funcionar como un poderoso incitador de compra.

Solución: No ir al supermercado por hambre, eso podría generar que compres alimentos de sobra solo para satisfacer tu hambre “sensorialmente”.

8. El pan al final

Otra más de los supermercados: siempre los productos de consumo básico, como el pan, los huevos y la leche, están al fondo. Eso no es al azar, la idea es que para poder llegar a ellos tengas que pasar por otros pasillos con más productos.

Por eso, mientras buscabas el pan para la once, te puedes terminar llevando cosas que ni siquiera necesitabas realmente, pero que “creías” que te faltaban.

Solución: Solo mantén la vista al frente, no hay nada más que hacer.

9. Cambio de ubicación de productos

Uno siempre forma una costumbre al momento de ir a comprar: sabes que productos llevas siempre, en qué cantidades y cuáles son los caminos para llegar a ellos.

Pese a eso, el supermercado lucha contra esa costumbre. A ellos les conviene que tus productos favoritos cambien de ubicación, esto para que en vez de tener una ruta “robotizada” puedas pasar por otros pasillos y que te lleves más productos que podrían ser de tu interés.

Aun así, no lo hacen con demasiada frecuencia, porque eso podría significar molestia en sus usuarios.

Solución: Fijarse en los letreros de los pasillos, ahí siempre puedes ubicarte de mejor forma y evitas pasar por otros pasillos.

10. Productos dirigidos a niños

Uno de los principales motivadores de compra para las personas son sus propios hijos. Eso siempre puede pasar con juguetes o dulces, pero a veces también ocurre con productos que ni siquiera están apuntados a ellos.

Esto podría ocurrir, por ejemplo, con los detergentes de ropa. Uno sabe que siempre los adultos lo decidirán en base al precio y al tipo de detergente, eso lo saben los fabricantes. Pero a veces salen promociones que van dirigidas a los niños. En ese caso podría pasar que en la caja de cierto detergente aparezca alguna caricatura, superhéroe o personaje de videojuego que pueda llamar la atención de los niños, quienes presionarán a sus padres para llevárselo.

Solución: No hay mucho que hacer, salvo dejar a los hijos en la casa o a cargo de alguien.

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