Chilena residente en Holanda: “Trabajo 35 horas a la semana y gano tres veces lo que ganaba en Chile”

Ocho chilenos contaron su experiencia a La Segunda después de decidir dejar Chile para emplearse en Países Bajos, dando un salto desde uno de los países con la jornada más extensa de la OCDE con 45 horas a la semana, a otro con un promedio de 36 horas.

“Trabajo 35 horas a la semana y gano tres veces lo que ganaba en Chile. Además, tengo cinco semanas de vacaciones”, dice desde La Haya Natalie Caballic, diseñadora gráfica de 34 años, quien llegó a Holanda hace un año.

“La gente se come un sándwich y sigue trabajando. Aquí son productivos de verdad. Nadie se mete a Facebook o a Youtube. Ni siquiera ven el celular”, agrega.

“La gente en Chile es más lenta, se toma las cosas con más calma, porque además saben que la jornada es larga. Aquí no conversas mucho en el trabajo. El café te lo tomas en las reuniones de trabajo y te pones al día con tus amigos después del trabajo”, dice la abogada de 35 años que trabaja en La Haya Christine Martin.

Holanda es el séptimo país más productivo de la OCDE, superado por Irlanda, Noruega, Luxemburgo, Dinamarca, Estados Unidos y Bélgica. Y aunque el horario legal full-time es de 40 horas a la semana, solo un 0,5% trabaja más de 50 horas a la semana versus un 9,7% en Chile.

Un holandés gasta 15,9 horas en ocio a la semana, versus 13 horas en Chile.

“No podría volver a trabajar a Chile, no tenía vida. Y como madre soltera, era imposible poder compartir con mi hijo”, dice la publicista Javiera Carrasco (37).

Además de ejecutivo de ventas Sandoval es patinador profesional, en Chile llegaba todos los días a las 19:00 horas. “Obviamente no podía dedicarme a lo que quería porque llegaba muerto. Y si tienes hijos es aún más difícil. Pero acá tienes el tiempo para hacer tus hobbies” dice el chileno, quien llega actualmente a su casa a las 16:00.

Cuando se les preguntó si ¿Creen que podría haber una jornada así en Chile? Hubo distintas respuestas.

“Me da la impresión de que hace falta inversión, por ejemplo en infraestructura de transporte público y un cambio de mentalidad en las empresas. Acá entienden que se paga también por descansar, porque eso te hace más eficiente después en la oficina“, argumenta Gonzalo Córdova, doctor en Biología, quien habla desde Rotterdam.

“No funcionaría, porque no se trata solo de reducir las jornadas. Hay que mejorar las condiciones laborales generales“, dice Ángeles Tabilo, odontóloga chilena en Ámsterdam.

Sandoval, por su parte, opina que “aunque tengan cinco horas menos semanales, creo que seguirían metidos en Facebook o Whats App, sacando la vuelta“.