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Música

11 de Septiembre de 2019

Rapero El Chojin y el auge del nacionalismo: “La naturaleza nos dio piernas no raíces, cuando viene un fuego podemos salir corriendo”

Cedida

El rapero español El Chojin estará de visita en Chile para presentar su nuevo disco “Y el último”, que como su nombre lo dice, será el último material de larga duración que lanzará en su carrera. Esta nueva entrega cerrará un ciclo de 14 álbumes en 20 años, lo que le permitirá dedicarse aún más a los shows en vivo y los videoclips. El Chojin conversó con The Clinic a larga distancia y habló sobre su infancia en Madrid, su Récord Guinnes de 921 sílabas en un minuto, la migración y lo que presentará el jueves 12 de septiembre en el Club Chocolate, concierto que agotó todas sus entradas.

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“No entiendo lo que dices, no me toques las narices, da igual lo que me rimes, vo-ca-li-za”, rapea El Chojin. Está frente a las cámaras, en un canal de televisión de España. Lo hace tan rápido como puede. Y debe hacerlo para superar el Récord Guinness de rapear 852 sílabas en un minuto. Cuando termina, el juez del programa hace su evaluación: 921 sílabas. El Chojin bate el récord mundial.

Pero para Domingo Edjang Moreno (42), el rapero español que está detrás del apodo El Chojin, no es un premio de tanta importancia. Asegura que romper esa marca le sirvió para hacerse más conocido pero no lo recuerda como algo “especial”. “Es una tontería. Es verdad que no es fácil, claro. Pero no es digno de tanta repercusión”, dice.

El Chojin en 2007, batiendo el Récord Guinness

Edjang tiene raíces de Guinea Ecuatorial y creció cerca de la base militar Torrejón de Ardoz, en Madrid. En los ochenta, esta zona era utilizada por militares estadounidenses y el artista de las rimas cuenta que ahí fue que veía a los soldados norteamericanos escuchar música en inglés y bailar, por lo que junto a sus amigos fueron copiando su estética y sus movimientos. Un tiempo más tarde, se daría cuenta que eso era el breakdance.

“Empezamos a ver que tenía algo que ver con eso que aparecía en las paredes, esas pintadas, que resultaron ser graffiti. Después de eso llegó la parte de la música, ahí teníamos el rap y teníamos a los DJ’s”, cuenta.

El Chojin llega por segunda vez nuestro país, tras seis años desde su primera visita

De esa forma empezó a conocer la cultura del hip-hop y el breakdance, una cultura en la cual se sumergió para sacar 14 discos durante 20 años bajo la chapa de “El Chojin”, un apodo que hace referencia a un personaje del animé japonés llamado Urotsukidoji. Según él, su nombre surgió de una casualidad y se lo pusieron los mismos raperos de la época. Él nunca lo eligió así. De hecho, era algo que en ese momento le avergonzaba, debido a que esa película tenía contenido sexual. “Con el tiempo te vas acostumbrando, al día de hoy soy mucho más Chojin que otra cosa”, cuenta. 

Y es que el ibérico aterrizará en nuestro país siete años después de su primera presentación en 2012, evento teloneado por Legua York. Este año visita estas tierras para presentar “Y el último” en el Club Chocolate, que tal como el nombre lo dice, será el último álbum de su carrera, algo que no significa una pausa en la música ni su retiro de los shows en vivo, sino que no habrá más discos de estudio, por ahora. “Estoy muy contento de poder elegir yo cuando acaba esa carrera y que no haya sido algo impuesto o algo de lo que no me voy a dar cuenta”, remata.

¿Con qué Chile crees que te vas a encontrar hoy, en 2019?

-No lo sé, es una incógnita. Más que qué espero, es qué deseo. Lo que deseo es que sea un Chile que me reciba con cariño, con el mismo cariño que le tengo yo, con eso sería suficiente. Siempre recibo amor de esa parte del mundo, más por redes sociales que de otra cosa. Cuando estuve ahí en 2012 me sentí en casa, esta vez no tengo motivos para pensar que va a ser diferente. Vamos a intentar compartir con la gente lo más posible. A mi me gusta mucho hacer conciertos pero también me gusta mucho pasar un tiempo con mis hermanos de los lugares a donde voy, entiendo la comunidad del hip-hop como una familia. Así que vamos a ir para allá y vamos a intentar pasarlo bien. Voy a ofrecer toda la energía que hay en mí.

¿Qué opinas de la cultura del rap que se da en nuestro país?

-Sé que en Chile hay una de las comunidades hip-hop más importantes a nivel mundial, no es exagerado decirlo. Es uno de los lugares donde se mantiene más pura la esencia del hip-hop, y no lo digo por decir. Ocurre algo que creo que es fundamental, cuando se trata de los valores del hip-hop, y tiene que ver con el compromiso de los artistas y de la gente que los escucha. Ese compromiso tiene que ver con las necesidades sociales. Aquí en España tenemos un “problema”, un bendito problema. Y es que, en general se vive bien, o las clases medias tienen muchas facilidades. Sé que nos quejamos mucho en España como así tiene que ser, siempre hay que quejarse. Es más fácil meter rap con mensajes vacíos, porque hay menos gente que esté necesitada de ese empujón a la hora de luchar. Una de las cosas que más me han llamado la atención de Chile es el movimiento estudiantil, la fuerza que tiene de cambiar las cosas. Eso aquí falta, porque estamos aburguesados, aquí falta un poco de ganas reales de cambiar las cosas. Quizás la diferencia fundamental entre Chile y España sea esta.

Tus canciones tienen un fuerte contenido social. ¿Eso se fue dando de forma natural o en algún momento lo incluiste debido a alguna experiencia en particular?

-Esto cuesta decirlo a veces, porque es como reconocer que no eres original. El contenido social de mis letras no es una decisión mía, sino que tiene que ver con que yo aprendí que el rap tenía necesariamente que incluir contenido social. Eso me lo enseñaron mis maestros, que son los que yo escuchaba cuando era pequeño, como Public Enemy. No fue una decisión. Es cierto que después vas incluyendo las cosas que te pasan a tí, vas poniendo tu visión, cada sociedad tiene sus diferentes problemáticas y a partir de ahí cada uno desarrolla un poquito su carrera. Yo lo hice, simplemente, porque en mi concepción de lo que es el rap, no existía otra forma que no fuera esa. No existía que el rap pudiera existir sin contenido. Es cierto que existe, yo lo respeto y cada uno puede hacer lo que quiera, evidentemente. Yo metí ese contenido social porque consideraba que era necesario.

Ha sido característico en ti el gran acercamiento que has tenido con los fanáticos a lo largo de tu carrera. ¿Cómo nació eso?

Una de las cosas que más me da miedo es “endiosarme”. Cuando me acerco a la gente que me escucha lo hago porque necesito que entiendan que soy uno más. No es una forma de hablar ni una pose, es una realidad. Creo que si no eres capaz de entender que eres uno más, te alejas de la realidad, y si te alejas de la realidad no puedes describirla. Eso sería un fracaso para una persona como yo, que lo que pretende es comunicar con iguales y no desde arriba. Es cierto que cuando estás en un escenario tú te subes a una tarima y el resto de la gente está abajo, pero es solamente liturgia, porque el fin último del rap, o al menos así lo entiendo yo, es sentir que sí puedes representar a esa gente que te está escuchando. Que ellos sí se sienten representados por eso que tú dices. Eso solo puede ocurrir bajo mi punto de vista si mantienes los pies en el mismo sitio donde los mantienen ellos. Yo no soy una estrella, yo soy un tipo que rapea.

Tienes raíces africanas que provienen de tu padre, de Guinea Ecuatorial ¿Cómo fue tu infancia en Madrid?

Con el tiempo siempre terminas idealizando la infancia, porque es una época de tu vida en la que tienes una cantidad de problemas menor a la que vas a tener cuando creces. Yo considero que mi infancia fue feliz. Es cierto que por el hecho de ser afrodescendiente he tenido problemas que niños no afrodescendientes no han tenido, eso está claro. La parte del racismo ha sido una parte muy importante en mi desarrollo, no como niño sino que como hombre y en general toda mi vida. Eso te obliga a enfrentarte a una serie de problemáticas distintas, a ser un poquito más fuerte quizás, a leer otro tipo de cosas, a tener otro tipo de afinidades y a sentirte diferente. Sentirte diferente en muchos aspectos es muy triste cuando eres pequeño, pero luego te proporciona una serie de valores que al final con el tiempo resultaron positivas. No cambio mi infancia, estuvo bien, estuve en un buen sitio, tuve una familia que me quería, tenía a mis amigos, así que todo bien.  

Tu nombre artístico proviene de una serie japonesa, de un personaje que es un Dios. ¿Cómo nació ese concepto?

-El nombre al final llegó de forma involuntaria, yo no sé cómo funcionan las cosas allá en Chile, pero es muy parecido a lo que pasa aquí. Y es que al final los apodos te los ponen, no es algo que elijas voluntariamente. En mi caso, esto de “Chojin” viene de la serie de animación japonesa Urotsukidoji. Yo era muy pequeño y me daba mucha vergüenza que me pusieran ese apodo, porque la serie tiene contenido sexual, en fin. Con el tiempo te vas acostumbrando, y al día de hoy soy mucho más Chojin que otra cosa.   

¿Hay alguna relación cercana entre ti y las series japonesas, en el día a día?

-Me gusta mucho el animé. No me considero un experto, aunque sepa un poquito más que la media, porque bueno, siempre te encuentras por ahí a auténticos frikazos, que saben un montón. Pero sí, me entretiene mucho, me parece una forma de contar las historias muy diferente. Yo me siento muy cómodo, y me gusta estar creciendo y seguir viendo animación y disfrutando cuando se estrena alguna película que estás esperando con ganas.

Además de tu contenido social, también se te conoce a nivel mundial por superar el récord Guiness de sílabas cantadas en un minuto, con un total de 921 sílabas. ¿Cómo fue ese momento para tí? ¿Qué sentiste?

-Eso fue una de las cosas que han tenido más repercusión a lo largo de mi carrera y honestamente jamás pensé que eso sería de esa forma, porque en realidad es una tontería. Es verdad que no es fácil, claro. Pero no es nada digno de tanta repercusión. Al final los raperos somos comunicadores y necesitamos que se nos entienda. Si rapeas muy rápido, tanto que no se entiende lo que dices, entonces para qué rapeas. Yo no escribo para que no se me entienda, yo escribo para lo contrario. Lo que sentí en ese momento no lo recuerdo como algo específicamente especial. Fue en un programa de televisión que era popular aquí en España, que tenía mucha audiencia, entonces yo iba con la idea de llevar la bandera del hip-hop donde fuera. Quería que me vieran, quería estar ahí, estaba a punto de sacar un disco. Me pusieron el récord anterior y me pareció que era increíble, pensé que no se podía rapear tan rápido, pero claro, al final eres rapero y dices “si él puede yo también”. Rompí ese récord, me dieron la medalla y desde entonces en prácticamente todas las entrevistas me preguntan por eso, así que yo creo que fue un acierto. 

¿Fue alguna vez tu objetivo batir esa marca, o se te presentó por circunstancias de la vida?

-No fue un objetivo de mi vida batir esa marca y tampoco sabía que existía un récord como ese. Alguien se puso en contacto con mi equipo, desde el programa de televisión Récord Guiness, para proponernos hacer esto. Yo en un principio dije que no, porque me parecía que no tenía nada que ver con mi forma de entender la filosofía del hip-hop. Pero al final hicimos cálculos, sumas y restas. Cuando me ponen un reto me cuesta mucho echarme para atrás. Esto creo me lo propusieron un lunes y se grababa un miércoles, estuve dos días ahí practicando un poquito, luego llegué al estudio de grabación y lo hicimos. Ya está, no tiene mucho más misterio.          

Tu nuevo disco se llama “Y el último”. ¿Esto significa una pausa en tu carrera?

-No. El disco no es una pausa. El disco es el final de una carrera discográfica que ha durado 20 años. Estoy muy contento de poder elegir yo cuando acaba esa carrera y que no haya sido algo impuesto o algo de lo que no me voy a dar cuenta. Me daba mucho miedo pensar que un día iba a estar sentado en el sofá de mi casa diciendo “el último disco que voy a sacar al final va a ser el último”. Así que he decidido tomar yo las riendas de mi carrera y de mi destino y sacar mi último disco para acabar mi carrera discográfica con este “Y el último”. ¿Significa que voy a estar fuera de la música después del disco? No. Una cosa es la carrera discográfica y otra cosa es tu carrera como artista. No sé que voy a hacer después de la gira, pero es lo más normal que siga escribiendo mis temas, los siga subiendo, siga grabando cosas y siga haciendo conciertos. Creo que desde hace unos años la forma de consumir música es muy diferente, es muy complicado encontrar gente que se trague un disco entero, ahora lo normal es escuchar singles y hacerte listas con distintos temas de distintos artistas, incluso aunque te guste todo un mismo disco, mucha gente no lo escucha. Entonces llega un momento en que tú como creador te sientes un poco desesperado de ver cómo has hecho 14 o 15 temas para un disco y al final de ese disco los únicos temas que se han escuchado son aquellos que tienen vídeos. Entonces, bueno ya, vamos a acabar con eso. Vamos a hacer este último disco, vamos a pasarlo bien y hacer la última gira y veremos qué ocurre. Son 20 años haciendo lo mismo, toda mi vida adulta haciendo esto. Ya está, todos los ciclos empiezan y acaban. Hay una frase que me gusta mucho de Avengers: Endgame, en que Tony Stark dice “una parte del viaje es el final”. Bueno, este viaje tiene un final, y es ahora con “Y el último” 

¿Cómo irá orientado el concepto del disco?

-Lo que he pretendido es lo mismo que con los anteriores, solo que en esta ocasión se parece más a eso que he tenido en la cabeza: que no tenga nada de relleno. Me ha ocurrido que nunca me había pasado, y es que después de haber hecho el disco y haberlo grabado decidí que no, que iba a empezar otra vez de cero, por la presión de saber que era el último. He prestado mucha atención a las letras, he intentado que no haya ninguna frase que no diga algo, he intentado musicalmente volver al origen, porque quizás en los últimos discos de mi carrera estaba yéndome más a la parte musical que al “bum bap”, de toda la vida. Aquí he intentado hacer una pequeña mezcla entre las dos cosas, hay producciones que son muy rap, y otras que tienen más virtuosismo a nivel musical. También he decidido que era el momento para hacer colaboraciones, hay bastantes, más que en los otros discos. A partir de ahí, intentar que sea algo divertido y pasármelo bien cuando lo vaya  a presentar en directo.

En Europa se ha dado un contexto migratorio muy fuerte, algo que también ha pasado aquí en Latinoamérica, y junto con eso han nacido grupos nacionalistas y de extrema derecha (como en el caso de Jair Bolsonaro, en Brasil) ¿Qué opinas tú de esa situación, que también se da en Chile, y que esos grupos conservadores emerjan?

-El mayor problema que está enfrentando el mundo es el auge de la ultraderecha y del fascismo. Me parece muy curioso saber que allá en Chile están surgiendo esos grupos de ultraderecha que van en contra del inmigrante, y digo las cosas como las pienso: hablan mucho de la estupidez del ser humano. Pensar que aquí en España hay muchos chilenos a los que se les está dando una mala acogida por intentar venir a buscarse la vida, y se les está tratando mal solo por el hecho de ser de Chile, igual que en Chile se trata mal a otros por el hecho de venir de otro lugar. Hay muchos españoles que se están yendo a Alemania o al Reino Unido y ahí se les está tratando mal por el hecho de ser españoles. Es ridículo. Yo tengo una teoría que no es muy elaborada pero me parece clara: la naturaleza nos dio piernas, no raíces, por lo tanto cuando viene un fuego nosotros podemos salir corriendo. Es imposible pensar que alguien que está en una mala situación tiene que aceptar esa mala situación y morirse de hambre en su país. Eso no tiene ningún sentido, es absurdo. Somos personas y las fronteras son una cosa que la inventaron, ni siquiera fuimos nosotros, fue un señor rico que peleó con otro señor rico para delimitar las fronteras y convencernos de que los que estamos de esta rayita para un lado y para el otro somos mejores o peores. El origen de cada uno no determina su valor como persona. Yo soy de los que pienso que mientras nos peleemos entre nosotros los pobres, no tenemos opciones para cambiar el sistema. Yo creo que hay dos tipos de personas, los poderosos y todos los demás. Los poderosos son los que hacen que nos peleemos entre nosotros para desviar la atención de lo importante.

¿Cuáles son tus próximos planes de vida?

Mis planes de vida pasan todavía por que salga el disco y la gira, que no es poca cosa. Estamos estimando que estaremos dando conciertos como un año o dos. Hay un par de proyectos que tiene que ver con los medios de comunicación, me gusta meter ahí mi cabeza. Sigo con mi programa en la televisión española, hablando de la cultura del hip-hop, hay algunas cositas de cine igual. La idea es nunca parar, esa es una de mis máximas, estar siempre activo.

El Chojin se presentará en Santiago este 12 de diciembre en el Club Chocolate, a las 21 horas.



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