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Cine

8 de Octubre de 2019

Azucena Losana, cineasta mexicana: “Nuestro cine busca correrse del aparato hollywoodense”

En el marco del Festival Internacional de Cine de Valdivia, la realizadora experimental viene a nuestro país para presentar dos ciclos de sus cortometrajes, hechos en formatos súper 8 y 16mm. Un par de sus filmes fueron realizados en Valparaíso. Sobre su forma de hacer películas, el cine alternativo e independiente, el momento de gloria de las películas aztecas y el feminismo charló con The Clinic.

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Gatos echados en las añosas construcciones de mampostería, en patios, ventanas y marcos de puertas; perros durmiendo en el pavimento sin importarles el paso del tiempo, otros escondidos entre tarros con flores sin miedo al ridículo, ellos y los felinos son los amos y señores del lugar. También hay cortinas que se mueven por dictamen y voluntad absoluta del ventarrón porteño; una silla rota y sucia descansa en el suelo aprovechando su merecida –y austera- jubilación. Pura calma. Pareciera otra época, sin –como reza el poema de Nicanor Parra- los vicios del mundo moderno.

Parece un sueño, se ve como un sueño, se siente como un sueño, pero no es un sueño. Es un cortometraje de tres minutos. En esa breve cantidad de tiempo, nos muestra una tarde en el cerro Larraín, de Valparaíso, entre las 15 y las 17 horas, “a la hora en la que los humanos duermen y las calles le pertenecen a los bichos porteños”, según explica su autora, la cineasta mexicana Azucena Losana (1977).

El corto, titulado Siesta (2018), es uno de los dos trabajos audiovisuales que la realizadora ha filmado en nuestro país y que serán parte de los doce cortometrajes en formatos súper 8 y 16 mm que se exhibirán en el Festival Internacional de Cine de Valdivia (FIC Valdivia) que se realiza entre los días 7 y 13 de octubre del presente año.

Junto con mostrar sus cortos –presentados por primera vez en nuestro país- Azucena será parte del jurado, justamente en la competencia de cortometrajes.

– ¿Qué significa para ti venir a Chile a presentar tu trabajo?

-Hace varios años que en el FIC Valdivia vienen mostrando programas en fílmico de colegas que admiro como Claudio Caldini, Jeannette Muñoz o Malena Szlam. Me siento súper afortunada de estar con mis películas este año.

Experimentar con formato análogo

Hay que tener clara una cosa: el cine de Azucena Losana es de carácter experimental. No tiene la pretensión de codearse con el glamour de las grandes estrellas y de las producciones del cine industrial. Junto con ello, tiene un tinte de autogestión y de factura casi artesanal. Es netamente un cine de autor.

“Trabajo con material encontrado y con películas filmadas y reveladas por mí. Suelo filmar las capas arqueológicas de las ciudades, el ritmo de sus movimientos o ciertos personajes que tienen oficios que se resisten a desaparecer”, cuenta a The Clinic.

Sobre este último punto trata otro de los cortos que se presentará en el FIC Valdivia, titulado Tierras del mar (2019). “En 2017 hice una residencia en Valparaíso durante el festival de arte sonoro Tsonami. Ahí conocí la obra de Leonel Vásquez “Tierras del Mar”, una barca sonora construida artesanalmente durante un mes con la comunidad de pescadores de la caleta “El Membrillo”. Durante ese tiempo se dedicó a rescatar las técnicas de carpintería casi extintas y a grabar las voces de los pescadores que hablan de las problemáticas de su oficio luchando contra la burocracia y las grandes pesqueras”, cuenta Losana.

El cortometraje, rodado en film standard 8 y súper 8, “registra la procesión de la barca que iba recorriendo las calles de Valparaíso reproduciendo las voces de la comunidad pesquera”, cuenta su autora.

En tiempos donde manda lo digital, donde hasta los celulares tienen cámaras de gran resolución, Azucena Losana trabaja con formato análogo.

– ¿Por qué elegiste trabajar en formato 8mm y en Súper 8?

 -Siempre digo que me gusta ser parte de esta generación hibrida en la que estamos familiarizados con las posibilidades de experimentación de los soportes analógicos y del formato digital. El súper 8 es solo una de estas posibilidades.

“Mis bases vienen del trabajo colectivo”

Actualmente, Azucena Losana reside en Buenos Aires, Argentina, lugar donde comenzó a dar sus primeros pasos como cineasta. Junto con su trabajo artístico se dedica a una labor patrimonial en el campo del celuloide. “Me dedico a preservar y restaurar el acervo fílmico de la Embajada de México en Argentina”, cuenta.

 -Háblanos un poco de ti, ¿cómo llegaste a decidir dedicarte al cine?

 –Cuando empecé a hacer performances con “La Trinchera Ensamble” en México usaba un retroproyector y un proyector de diapositivas con objetos pero también trabajaba con video haciendo pequeños documentales y algo parecido al videoarte. Cuando llegué a Buenos Aires hice el taller de Claudio Caldini. A partir de ahí empecé a filmar y después revelar mis propios cortometrajes. Tiempo después me volví laboratorista en Arcoiris Super 8, el mítico laboratorio de revelado de película que resistió a los cierres en Sudamérica.

-¿Dónde estudiaste cine?

 –Estudié en la Universidad Pública en Buenos Aires, pero mis bases vienen del trabajo colectivo con cineastas y artistas independientes en México, Argentina y algunos otros lugares de Latinoamérica.

-Y ese trabajo colectivo, ¿de qué se trataba?

-En 2003 en la Ciudad de México empezamos un colectivo de cine expandido llamado “La Trinchera Ensamble”, éramos un grupo de artistas de diferentes disciplinas trabajando con improvisaciones audiovisuales con proyectores analógicos. Después en Buenos Aires me uní al colectivo Circuito CiN!Co, un grupo de artistas llevando adelante un circuito de casas que me enseñaron muchísimo sobre autogestión y obras colectivas interdisciplinarias. En los últimos años he sido parte del intercambio de la comunidad de cineastas independientes y laboratorios independientes que trabajamos con fílmico. Además de nuestras películas intercambiamos conocimientos de revelado y adaptación de herramientas ¡y hasta máquinas!

 -¿Cuáles son tus cineastas y películas preferidas?

-Tengo varios referentes del cine experimental como Paul Sharits, Guy Sherwin, Hollis Frampton, Chick Strand, Malcolm LeGrice, etc. También tengo varios ídolos clásicos latinoaméricanos: Leonardo Favio, Leopoldo Torres Nilsson, Felipe Cazals o Glauber Rocha.

– ¿Conoces algo de cine chileno?

-En la facultad me topé con clásicos chilenos de finales de los 60’s que me volaron la cabeza como: “Largo viaje” (1967), “Valparaíso mi amor” (1969) y “Tres tristes tigres” (1968). Algo más contemporáneo que pude ver fue “Una mujer fantástica” (2017). En el cine experimental tienen dos poderosas realizadoras: Jeanette Muñoz y Malena Szlam.

Experimentar al margen de la gloria

Como mexicana y como cineasta, es imposible no preguntarle a Azucena Losana sobre el crecimiento exponencial que ha vivido el cine mexicano en los últimos años, el cual le ha permitido ser bastante laureado en el exterior, alcanzando una gloria mundial que lo tienen a la vanguardia en el séptimo arte. Roma, de Alfonso Cuarón, tuvo diez nominaciones en la edición 2019 de los Premios Oscar, de las cuales obtuvo tres estatuillas (mejor director, mejor película extranjera y mejor fotografía). Fue la segunda tanda de Oscares para Cuarón, quien ya había obtenido los premios por mejor director y mejor montaje en 2013 por Gravity.

Asimismo, en la edición 2018, La forma del agua, dirigida por Guillermo del Toro, tuvo 13 nominaciones y cuatro galardones (mejor película, mejor director, mejor banda sonora, mejor diseño de producción).

Y ni hablar de otro nombre capital en la cinematografía mexicana: Alejandro González Iñárritu. Este dirigió en 2015 la película Birdman con la que cosechó cuatro premios Oscar (mejor película, mejor director, mejor guión original, mejor fotografía), sin contar su premio al año siguiente como mejor director por The Revenant, en el mismo certamen. Además de éxitos anteriores con las cintas Amores perros (2000), Babel (2006) y Biutiful (2010).

Todo esto sin contar los títulos en los Globos de Oro y los Bafta, donde los mencionados realizadores también han cosechado la gloria.

– Azucena, ¿te sientes parte de ese nuevo cine mexicano que se ha expandido por el mundo y ha sido premiado?

-Creo que mi trabajo, y el de la comunidad de cineastas experimentales en México no tiene absolutamente nada que ver con este fenómeno, es más, podría decir que es lo opuesto. Además de que hacemos cine independiente y solitario, nuestro cine busca, entre otras cosas, correrse justamente del aparato hollywoodense. 

– ¿Por qué crees que el cine mexicano ha ganado tanta presencia en el mundo?

-No hace falta distinguir al cine mexicano de las películas hechas en Estados Unidos por mexicanos. Además de las diferencias de presupuestos de producción, la distribución es un monopolio gringo en Latinoamérica y eso si es una diferencia interesante para analizar. Hay películas mexicanas producidas por el Instituto Mexicano de Cine, o que ganan premios importantes en festivales internacionales y que no logran estrenarse en las salas del país. 

“Vamos por buen camino”

-En un plano más contingente, el feminismo ha ganado bastante auge en países como España, Chile, Argentina y otros. ¿Qué opinión tienes sobre esto?

-Es un gran momento, sobre todo en Latinoamérica, para revisar la forma en que venimos naturalizando la desigualdad. Durante esta transición parecería que hay exageraciones de un lado y del otro, pero por suerte los más jóvenes ya están creciendo librados de muchos de nuestros prejuicios. No hay nada más lindo que ver varias generaciones manifestándose por las calles. ¡Creo que vamos por buen camino!

-¿Sientes que en la escena del cine experimental al que perteneces hay mayor igualdad entre hombres y mujeres?, ¿consideras que en esta trinchera hay menos barreras para el trabajo de una cineasta mujer que las que tendría en el cine industrial/comercial?

-Igual que en el resto de los ámbitos hay desigualdad y de a poco se va a ir nivelando. Es muy fácil darse cuenta que en la cultura autogestionada hay muchísimas mujeres porque son un motor natural de las resistencias.

***

Terminada su participación en el FIC Valdivia, Azucena Losana tomará sus bártulos y volverá a Buenos Aires. Si se queda con ganas de ver su obra tras el festival, sus películas están disponibles en su sitio web azulosa.com. No solo se pueden ver los cortometrajes, también todo lo que ha realizado con el colectivo “La Trinchera Ensamble”, performances, videos, instalaciones, intervenciones urbanas, fotografía, dibujo, talleres, entre otras cosas.

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