Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Planeta

8 de Octubre de 2019

¿Cómo afecta el cambio climático al océano?

Rodrigo Farías, César Villarroel, Camila Medina y Gonzalo Zúñiga

El Comité Científico de la COP25 elaboró un manual con 50 preguntas y respuestas para comprender la relación entre el océano y el cambio climático. En Ladera sur seleccionamos 6 de ellas, que te ayudarán a entender cuáles son los riesgos del cambio climático en los océanos y cómo se pueden ver afectadas las costas de nuestro país. ¡No te lo pierdas!

Por

De acuerdo a datos del Comité Científico de la COP25, a nivel global 680 millones de personas habitan en zonas costeras. En nuestro país, gracias a nuestra extensa geografía, un cuarto de la población se distribuye en 100 comunas costeras donde más de 500 caletas dan sustento a 90 mil trabajadores vinculados a la pesca artesanal.

¿Cómo puede afectar el cambio climático a estos habitantes y a los ecosistemas marinos de los territorios costeros? El Comité Científico de la COP25 elaboró un manual con 50 preguntas y respuestas para responder esta pregunta y entender la relación entre el Océano y el cambio climático. En Ladera Sur seleccionamos 6 de ellas, pero pueden ver el documento completo en este link.

1. ¿Cuáles son los principales riesgos del cambio climático en el océano?

Según el Informe Especial del IPCC sobre los 1.5 °C de calentamiento global de 2018, el término riesgo se usa para referirse a las posibles consecuencias adversas de una amenaza relacionada con cambios en el clima.

Los riesgos son dependientes de la interacción entre la vulnerabilidad, la exposición en el tiempo y el peligro (relacionado con el clima), así como la probabilidad de que ocurran. Las diferentes amenazas a las que están expuestos los océanos por el cambio climático, como el aumento de temperatura, el aumento del nivel del mar, la acidificación del océano o el aumento de las zonas muertas (sin oxígeno), ponen en peligro muchos de los procesos y actividades humanas que dependen de un océano sano; por ejemplo, nuestra alimentación, la seguridad ante eventos extremos, la economía mundial y el turismo.

2. ¿Qué tanto se elevará el nivel del mar?

Actualmente, el nivel medio del mar aumenta a una tasa que triplica los valores máximos observados en la historia reciente de nuestro planeta. Las proyecciones evaluadas por el US National Research Council en 2010, sugieren un posible aumento del nivel del mar durante el siglo XXI entre 56 y 200 cm.

Estos valores presentan importantes variaciones entre las distintas regiones del mundo. Así, el nivel del mar en el Pacífico occidental está aumentando unas cuatro veces más rápido que el promedio mundial.

El aumento nivel del mar puede tener terribles consecuencias para las personas que viven en las costas; a medida que el agua del mar va avanzando hacia el interior, puede provocar la erosión del suelo, la inundación de humedales, la contaminación de suelo agrícola y acuíferos y, por lo tanto, la pérdida del hábitat de peces, pájaros y plantas.

3. ¿El cambio climático incrementará la ocurrencia de mareas rojas y Floraciones de Algas Nocivas (FAN)?

El cambio climático podría incrementar la ocurrencia de floraciones microalgales, conocidas como marea roja (proliferación exorbitante de una o varias microalgas en alta concentración en una zona determinada) y en particular Floraciones de Algas Nocivas (FAN), pero todavía no hay predicciones precisas de este efecto.

En Chile, en 2016, las floraciones tóxicas de Pseudochattonella y Alexandrium catenella fueron excepcionales en el registro histórico y coincidieron con un evento climático cálido asociado a El Niño. El cambio climático podría incrementar la ocurrencia de FAN por varios mecanismos. El aumento de temperatura del océano puede permitir la expansión geográfica de especies nocivas y al mismo tiempo alterar ecosistemas, permitiendo que especies formadoras de FAN escapen a controles ecológicos naturales.

4. ¿Qué eventos climáticos extremos podemos esperar en las costas de Chile como consecuencia del cambio climático?

Muchos de los eventos oceanográficos que percibimos en la costa son el resultado de la interacción del viento con la capa más superficial del océano. Si bien Chile, gracias a la corriente de Humboldt de aguas heladas, no tiene huracanes; ciertamente, olas, marejadas, trombas marinas, surgencias más intensas (ascenso de agua profundas) y El Niño pueden constituirse como eventos extremos.

Mientras que las olas, marejadas y trombas afectan la zona costera y los asentamientos humanos que allí se concentran, la surgencia y El Niño son muy relevantes para las pesquerías. De hecho, se ha constatado en las últimas décadas un aumento en la intensidad y frecuencia de las marejadas a lo largo de todo Chile, fenómeno en parte explicado por el cambio climático, y que se espera aumente en las próximas décadas.

5. ¿Qué zonas de la costa chilena se verán más afectadas por las variaciones del nivel del mar?

Los registros instrumentales revelan que existen muy pocas zonas en Chile continental donde el nivel del mar esté elevándose con respecto a la costa. Esto se debe a que el ciclo sísmico producto de la subducción de la placa de Nazca bajo la placa sudamericana –el mecanismo que genera los terremotos en nuestro país– es responsable también de un continuo, aunque casi imperceptible proceso de alzamiento del litoral en varias zonas de nuestras costas.

Este alzamiento del litoral es tanto o más rápido que el alza del nivel del mar experimentado por el cambio climático y como resultado, da la impresión de que el nivel del mar no se eleva en estos lugares.

Distinto es el caso de Rapa Nui, isla situada en la placa de Nazca que, además de experimentar el alza del nivel del mar debido al calentamiento global, se hunde a medida que avanza en dirección a nuestro continente, resultando en una tasa de elevación del nivel del mar algo mayor que el promedio mundial.

6. ¿Qué pueden hacer el Estado y la sociedad en general para hacer frente a los impactos del cambio climático?

En general, se consideran cuatro alternativas para que los sistemas socio-ecológicos, es decir el medioambiente y los seres humanos, puedan hacer frente al cambio climático: mitigar, fortalecer la resiliencia, adaptarse y reparar.

Estas actividades no son mutuamente excluyentes, por el contrario, el ideal es hacer más de una, y hay más por hacer que solo reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2); por ejemplo, recuperar ambientes degradados y su funcionalidad ecosistémica.

Otra de las medidas que puede implementar el Estado es la generación de políticas públicas que lleven a mejorar las prácticas de los pescadores y/o personas que se relacionan directamente con la costa y el océano, con objeto de facilitar la adaptación de estos sectores al cambio climático. Además, es necesaria la educación de la población en relación con el tema del cambio climático y sus efectos a nivel local, a través, por ejemplo, de la implementación de programas de formación para distintos estratos de la población de parte de instituciones públicas, ONG, gremios, empresas, instituciones académicas y escolares, juntas vecinales, etc.

Todas estas iniciativas son parte de los Objetivos de Desarrollo Sustentable de la agenda 2030, a la cual el Estado de Chile está comprometido.

Este artículo fue publicado primero en nuestro sitio aliado Ladera Sur,
Síguelos en Facebook.
Síguelos en Twitter.
Síguelos en Instagram.

Notas relacionadas