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Actualidad

10 de Octubre de 2019

“Uno no quisiera convivir tan cerca con el clasismo”: presidente de Comité de vecinos del Parque Araucano saca la voz en la polémica del Metro

"Me cuesta creer que ellos consideren que un parque que es público y para toda la comunidad, les pertenece; o que consideren que una escalera al metro se compara con Kidzania, los restaurantes, las fondas y todas las barbaridades que se hacen en ese parque", dice Patricio Hidalgo.

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La futura llegada de la Línea 7 del Metro al Parque Araucano tiene en disputa a los vecinos, desde donde se sumó otro matiz en la discusión por el lugar en que se ubicará la futura estación de ese sector.

Sentí mucha rabia que se asumiera esa posición como mayoritaria o predominante entre los vecinos, cuando no ha habido ningún mecanismo formal, y si algún mecanismo existe en este caso es una comunidad de copropietarios que es la más cercana. Sentí mucha tristeza y mucha pena por el cuadro que se montaba, basado básicamente en la ignorancia, en la aporofobia , en el clasismo, en puras cuestiones que uno no quisiera tener que convivir tan cerca”, dice Patricio Hidalgo, quien preside el comité de vecinos la comunidad edificio Parque Araucano, la más cercana al área verde donde se pretende instalar la futura estación, quien representa a 160 departamentos.

Esto a raíz de los comentarios de Mónica Silva, presidenta de la junta de vecinos Cerro La Gloria, quien manifestó que “esa intervención que quiere hacer el Metro es desarmar el parque. Es hacer lo mismo que hicieron en el parque Los Domínicos. Llega el Metro y llegan los delincuentes. Tú no puedes estar tranquila, aunque esté lleno de cámaras“.

Higaldo dice que le costaría pensar que su comunidad coincide con las palabras de Silva. “Me cuesta creer que ellos consideren que un parque que es público y para toda la comunidad, les pertenece; o que consideren que una escalera al metro se compara con Kidzania, los restaurantes, las fondas y todas las barbaridades que se hacen en ese parque, que está subutilizado y que debería ser mucho más utilizado. Por lo demás, una estación de metro aumenta la plusvalía de un departamento en forma automática y eso también es un motivo razonable”.

Patricio Hidalgo también hace una reflexión sobre las áreas verdes de la capital. Dice que no solo le sorprende la reflexión de sus vecinos de Cerro Colorado por el discurso en sí, sino por la poca comprensión en torno a la utilización de áreas verdes.

La división de áreas verdes en comunas por Santiago es un escándalo y mientras nosotros estamos en hectáreas de áreas verdes, que subutilizamos, hay comunas que tienen muy pocas áreas verdes y ese es un problema de primera necesidad. La primera consideración de cuidar un área verde es que se ocupe. La llegada del Metro, entiendo yo, favorece eso. Además, el Parque Araucano ha sido sistemáticamente destruido por la municipalidad durante décadas. Hay restaurantes con venta de alcohol, un gimnasio, todo lo que se puedan imaginar que no es actividad de parque. Esas personas no reclamaron para ninguna de esas cosas, así que en este caso no les doy ningún crédito ni creo que estén preocupados por el medio ambiente, cuando las entradas de metro están en varias partes“, afirma en conversación con The Clinic.

Y va más allá, en un problema que para él tiene el origen en otros motivos, más allá de cómo se lleve a cabo el proyecto. “Otra cosa es que discutamos donde poner exactamente la entrada del metro. Cinco metros más allá, o más acá. Que el pique y la excavación sean razonables, que no se pierdan árboles y todo eso es algo razonable, pero lo que discuten ellos es el miedo al distinto. Lo que hay ahí es el miedo a la pobreza y eso es inaceptable“, añade.

Sobre la futura Línea 7, que terminará en Renca, dice que “terminará con una cochera de 17 hectáreas, sobre la tierra, en un sector que quedará completamente dañado por eso, pudiendo ser una gran oportunidad de desarrollo. Y en el otro extremo de esa misma línea de metro, cuando en una comuna habrá un perjuicio de 17 hectáreas, en la otra estamos discutiendo por una entrada de metro y una escalera. La mano va por la inequidad territorial“, cierra.

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