“Esto se masificó de una forma increíble”: Hablan los autores de los primeros registros de evasiones masivas

Videos: Jorge Ramírez y Emilia Rothen

Tres días después de que se hiciera efectiva el alza del pasaje en Metro y Transantiago, se registró la primera evasión masiva organizada por estudiantes del Instituto Nacional.

Ingeniosamente, el panel de expertos había elegido un día viernes en la tarde para tratar pillar a desprevenidos a los usuarios. Sin embargo, nunca se esperaron que la avalancha, que ese lunes apenas se vio como un gesto pequeño de protesta, se repitiera durante cinco días consecutivos y reapareciera esta semana con un estallido social sin precedentes en los últimos años.

LA FÓRMULA DE CURSEDIN

La idea parece sencilla: un poco de música ska, un plano secuencia casi cinematográfico de la avalancha estudiantil y una cuenta de Instagram con muchos secundarios como seguidores.

Los creadores de CursedIN son todos estudiantes del Instituto Nacional que aún no cumplen los 18 años. Decidieron hablar en exclusiva con The Clinic y, para proteger sus identidades, utilizaron los nombres de sus inspectores: Paganini, Mabel y Jessica.

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Jessica explica que la idea de CursedIN inicialmente buscaba sacar a los estudiantes “de la monotonía”. Todos reconocen que el ambiente al interior del liceo es “tenso” y querían generar un “espacio de distensión”.

Mabel aclara que “la idea de la página es no hacer bullying“ y agrega que “si algún cabro tiene algún problema con las fotos o videos, nosotros los bajamos”.

EL BOOM DE LAS EVASIONES MASIVAS

Mabel admite que la idea de las evasiones masivas no les cayó del cielo: “Comenzó a haber un malestar que llegó a los estudiantes en sí, porque la gente mayor no hace nada y esa cuestión nos hizo dar cuenta de que teníamos que hacer algo. Comenzó como algo del liceo y terminó siendo algo más grande, y eso alegra”.

Paganini refuerza esta idea y subraya que “nuestras familias son las que tienen que pagarnos a nosotros el pasaje. A mí me lo paga mi mamá y también tiene que pagarse el pasaje a sí misma, que subió considerablemente. Tiene que pagar casi 50 lucas mensuales en ir y volver al trabajo. Entonces, es una cuestión que pesa en el bolsillo”.

Jessica explica que las evasiones masivas han sido una fórmula para volver a crear comunidad. “La adrenalina de ir corriendo al Metro, de que todos se rían en el camino y a la vez muestren su descontento, hace que nos podamos unir como estamento”, dice.

También aseguran que apenas hubo debate para movilizarse de esta manera. “Fue unánime. La masividad de la cuestión demuestra que es unánime. Cabros que ni veía en asambleas, están participando en esto”, señala Mabel.

LA PERMANENTE TENSIÓN DEL INSTITUTO NACIONAL

Reconocen que han tenido una relación “de tira y afloja” con su centro de estudiantes. Jessica relata que en el episodio cuando “los pacos entraron al liceo, hubo gente del Centro de Estudiantes que trató de calmar la situación, pero es complicado, porque estábamos en un momento de euforia”.

Mabel añade que “ahora es fin de año y el centro de alumnos no se ve mucho. Casi todos los cabros de ahí son de cuarto medio, están estudiando para la PSU y se comienzan a preocupar más por ellos. Es entendible, pero igual hay una pega importante sobre la comunidad. No estoy diciendo que sean unos flojos, pero es obvio que es más complicado organizar cuestiones”.

Paganini puntualiza que de todos modos “debe ser súper complicado para ellos tratar con toda la contingencia que ha habido en el liceo este año” e incluso profundiza en los hechos de violencia que han afectado al liceo.

“Hay que comprender la génesis de la violencia que han ejercido nuestros compañeros, que tiene que ver con la violencia sistemática a la que hemos sido sometido durante ya varios años. No se ha dado respuesta por parte de ningún medio. Ni marchas ni distintos tipos de manifestaciones, nada nos ha dado una respuesta que nos deje conformes”, subraya.

Para Jessica, esta situación ha provocado una “fragmentación de la comunidad completa. Yo creo que ya no tenemos comunidad, porque no todos están de acuerdo”.

LAS AMENAZAS DE LA MINISTRA HUTT

Cuando les comento que la ministra de Transportes, Gloria Hutt, anunció que los estudiantes involucrados en evasiones masivas podrían perder los beneficios de la Tarjeta Nacional Estudiantil (TNE), Mabel lanza una risa burlesca.

“Es un chiste, ministra -dice- Si hace eso, va a terminar haciéndose más problemas realmente. Le quitan la TNE a alguien y van a salir más cabros a manifestarse. Una idea tan burda va a terminar provocando más manifestaciones”.

“No son inteligentes para abordar estos temas ni para tomar medidas. Cerrar el Metro es lo peor que pudieron haber hecho. La gente trabajadora va a tener que romper esas rejas y el enojo va a llegar a todos lados”, concluye.

Paganini concuerda y asegura que sus palabras están enmarcadas en “el empeño que han tenido las autoridades de este gobierno de criminalizar a los estudiantes”.

LOS LÍMITES DE LA EVASIÓN MASIVA

Los tres concuerdan en que la evasión masiva se les fue un poco de las manos. Jessica explica que al principio se estaban organizando sólo con otros 10 liceos, pero “esto se masificó de una forma increíble”.

Por su parte, Paganini desestima que se produzcan accidentes durante las evasiones masivas en el Metro. Mabel va más allá y señala que “el peor accidente que ocurre últimamente es que los pacos te golpeen. Lo que más ocurre es la fuerza represiva”.

¿Cómo se podrían detener las movilizaciones? Jessica detalla que actualmente está en proceso un borrador de petitorio. Uno de los puntos más importantes es que se baje la tarifa o que, al menos, no vuelva a subir.