La agrupación de veterinarios que salva cholitos en medio de las protestas

Por: Juan Cruz Giraldo / Fotos de: César Sandoval

Instalados en el Parque Forestal, resguardados del sol bajo un frondoso árbol, un grupo de más de 20 estudiantes de medicina veterinaria acogen cinco quiltros callejeros. Les limpian el hocico, las orejas y con gazas y algodón también les cubren algunas heridas. Con enlatados y una cuchara se ponen a la altura de los animales y los alimentan como si fueran niños. Un can negro mira con los ojos desorbitados como entremedio de ellos pasan los manifestantes que se mueven entre el Mercado Central y la Plaza Italia. El perro tiembla, llora, emite sonidos que se confunden entre gruñidos y chillidos de pena. Tiene las orejas gachas y no levanta la cola. Trinidad Alvear (22), la co fundadora de VetsSOS, le escanea la espalda con un aparato por minutos hasta que lo encuentra: “Está chipeado”, dice la estudiante, “hay que encontrar a sus dueños o casa temporal”. El resto de perros está en la misma situación: Desconfían, ladran fuerte, pelean entre ellos y se mantienen alerta, notoriamente estresados.

El domingo por la tarde Trinidad y José Pablo Pérez de Tuleda (23), ambos compañeros de la carrera de medicina veterinaria en la Universidad Mayor, decidieron aportar a los movimientos nacionales desde otro lado. Armaron un grupo en WhatsApp, agregaron a otros compañeros y los llamaron a salir a las calles, pero para proteger a los quiltros. El lunes cerca de 30 estudiantes, vistiendo sus trajes clínicos color verde, salieron con un letrero que decía @VetsSOS, insumos, latas con comida para perro y la solución de bicarbonato con agua que disminuye los efectos de los gases lacrimógenos. Recorrieron el Forestal, el cerro Santa Lucía, el Parque Bustamante y Avenida Salvador.

El lugar más complejo está bajo la torre Telefónica, cerca de Plaza Italia, dicen ellos. Allí se encontraron con perros deshidratados, que llevaban días sin comer, heridos con perdigones, fracturados por golpes y otros daños. Han aprovechado el contacto con instagramers activistas por los derechos de los animales como la veterinaria Valentina Schnitzer, Camila Santa Ana y la actriz Eliana Albasetti, para difundir información, poder mover a los animales a clínicas y pedir por las redes sociales colaboraciones para pagar las radiografías, cirugías y otras intervenciones.

Durante estos seis días de manifestaciones, las redes sociales se han llenado de videos de quiltros atacando al personal de Carabineros. En las marchas es fácil ver cómo los perros se les tiran encima, pero, ¿por qué el mejor amigo del hombre elige morder a un policía? “Los perros actúan bajo experiencias previas. Nos han comunicado que han visto carabineros que les pegan, los atropellan con los autos. Obviamente ellos se sienten amenazados. En las protestas los perros ven que hay mucha gente que se manifiesta en contra de los uniformados, entonces se sienten protegidos y parte de un grupo, como si fuera una manada”, reflexiona José Pablo.

“Para ellos todos los sonidos que escuchan estos días son sinónimo de muerte. Me afecta ver el miedo extremo de estos animales, se sienten amenazados en la calle, el lugar que desafortunadamente, fue su hogar todo este tiempo”, dice una de las estudiantes mientras acaricia la cabeza de un perro canoso de unos 10 años.

Sobre los canes más privilegiados, esta agrupación es enfática: “Hacemos un llamado a la gente que sale a marchar con perros para que no lo hagan, no los expongan, es una situación de estrés, que puede afectarles la mucosa, es innecesario. En medio de las marcha nos hemos acercado a esas personas para decirles que se devuelvan para la casa”, afirma Trinidad.

Ya van alrededor de 15 perros callejeros que han encontrado un hogar definitivo y que han recibido tratamiento por parte de los @VetsSOS. Sin embargo, hay otro fenómeno que comienza a llamar la atención de los especialistas: En varias plazas del centro de Santiago han aparecido cadáveres de pájaros bajo los árboles, los entendidos están recolectado los cuerpos para analizarlos y determinar si están muriendo producto de los gases, el estrés o alguna causa relacionada.