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Opinión

2 de Enero de 2020

Carta a la directora: respuesta a la columna “Patrimonio en tiempos de crisis” del subsecretario del Patrimonio Cultural Emilio de la Cerda

Frente por una Ley de Patrimonio
Frente por una Ley de Patrimonio
Por

Sra. Directora periódico The Clinic

Sra. Lorena Penjean

Tenga en este fin de año nuestros saludos.

Según puede apreciarse en una columna aparecida el 25 de diciembre recién pasado, el subsecretario de patrimonio cultural, Emilio de la Cerda, no está nada contento con las intervenciones de que han sido objeto en los últimos dos meses diferentes monumentos que homenajean a conquistadores españoles, militares y héroes de la oligarquía nacional sin identidad ni arraigo popular.

Efectivamente, estas esculturas se han llenado de colores y nuevas vestimentas, han cambiado de lugar e incluso han sido recombinadas en el curso de asombrosas y espontáneas performances colectivas, hechos que a juicio de De la Cerda buscarían reemplazar el diálogo republicano por un fenómeno llamado “coerción de minorías”, consistente –al revés de lo que sugiere la expresión- en la coerción de la mayoría de la población, llevada a efecto por “minorías”.

El subsecretario parece sintonizar de esta manera con las teorías conspirativas difundidas por la presidencia, que explican el estallido social a partir del accionar de grupos pequeños, coordinados por servicios de inteligencia internacionales, cuya enorme capacidad militar y logística les habría permitido atacar “de manera simultánea” –tal como ocurrió con las estaciones de metro-, “monumentos dedicados a conquistadores españoles o a colonos del siglo XIX en ciudades como La Serena, Concepción, Santiago, Collipulli o Punta Arenas”.

En su columna, De la Cerda se opone a que el patrimonio sea entendido como un “espacio de exclusión”: este –sostiene- debe considerar “nuevas demandas simbólicas que permitan enriquecer su acervo, integrar a grupos sociales que hoy se sienten excluidos –entre ellos representantes de los pueblos originarios- y ser una herramienta de cohesión y desarrollo integral de la sociedad”. Todo esto resulta altamente contradictorio, sin embargo, con la agenda impulsada por su cartera desde 2018, la que ha dedicado un esfuerzo significativo a sacar adelante un proyecto de ley de patrimonio cocinado a puertas cerradas, sin participación ciudadana ni consulta indígena, ni participación de los trabajadores. Pretende desmantelar la institucionalidad descentralizada y regionalizada del patrimonio recién creada,- anhelo largamente esperado -, que tiene como fin fortalecer las políticas públicas del patrimonio en los territorios. Se declara a favor de la regionalización pero politiza las instituciones manteniendo el poder central a través de representantes del Gobierno en los consejos regionales en desmedro de las municipalidades y organizaciones de la sociedad civil, y que entrega más valor a la autoridad de turno (ministra/o ó subsecretaria/o) que a la autonomía técnica y experta de los consejos nacionales y regionales. ¿De qué inclusión nos habla?

De la Cerda pide no confundir las intervenciones mencionadas con lo que denomina elegantemente “otra estribación” (quizás quiso decir “arista”) del “vandalismo generalizado”, para no “alejarnos de respuestas adecuadas de cara al futuro”. En síntesis, propone la recuperación de los monumentos públicos alterados con el fin de “restituir la legitimidad de los que están llamados a ser símbolos de la vida en sociedad”. Y aquí cabe preguntarse si la legitimidad que quiere restituir tiene que ver con aquella que precisamente buscan cambiar las movilizaciones, es decir, si pretende hacer como si nada hubiera pasado en los últimos dos meses, borrando toda evidencia de estallido social.

¿No quedarán testigos materiales de estas transformaciones/intervenciones que conformen nuevos patrimonios culturales? ¿No habrá entonces reconocimiento de este importante momento histórico, del proceso social constituyente en pos de un nuevo y mejor país? ¿No se encuentra la legitimidad de los monumentos en su capacidad de constituir y materializar memoria e identidad? ¿No recae la importancia de conservar, restaurar e intervenir bienes de patrimonio cultural más bien en los sujetos de patrimonio que en los expertos o académicos? Los pueblos de Chile han gestado un proceso destituyente/constituyente que se materializa en los ejercicios de desmonumentalización, en las prácticas de resignificación patrimonial y en los quehaceres creativos de nuevos símbolos de cohesión social, borrar todo ello sería un atentado contra el nuevo Chile que nace desde el 18 de octubre. 

El proyecto de nueva Ley de Patrimonio que se debate actualmente en la comisión de cultura, artes y comunicaciones de la Cámara de Diputados de Chile, apunta paradójicamente en la dirección opuesta a las aspiraciones declaradas por el subsecretario en su texto, al negar la posibilidad de visibilizar e integrar la voz de las comunidades, o de responder a las justas demandas de las regiones. Las falencias de este proyecto son muchas y han sido identificadas por diversas organizaciones vinculadas al patrimonio cultural, entre ellas, las que componen el Frente por una Ley de Patrimonio, quienes firmamos esta carta. 

El Gobierno pretende validar su propuesta de nueva ley de patrimonio con una consulta ciudadana a realizarse durante el mes de enero. Un paso como este, sin embargo, requiere de metodologías serias, que toman tiempo y diálogo, puesto que se trata de construir un proyecto representativo de toda la sociedad, que no pase por alto el trabajo que decenas de comunidades organizadas realizan desde hace años. De lo contrario se corre el riesgo de perpetuar la forma de hacer política que ha provocado la crisis actual.

La presencia de este proyecto en la Cámara de Diputados busca ignorar la demanda popular de reemplazo de una democracia representativa por una democracia directa. No habrá capacidad de perfilar una mejor ley de patrimonio sin la participación vinculante de la ciudadanía cultural y de la sociedad organizada, es decir, sin devolver realmente a la sociedad la soberanía sobre sus patrimonios, base fundamental para la construcción de las identidades culturales en los territorios. 

Frente por una Ley de Patrimonio Conformado por: 

  • Colegio de Arqueólogas y Arqueólogos de Chile A.G., CAARCH
  • Asociación Nacional de Trabajador@s del Patrimonio, ANATRAP
  • Fundación Aldea
  • Fundación APUS
  • Centro de Estudios e Investigación Mapuche – Comunidad de Historia Mapuche
  • Sociedad de Escritores de Chile, SECH
  • Red de Sitios de Memoria
  • Asociación Nacional de Trabajadores y Trabajadoras del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural, ANFUPATRIMONIO
  • Asociación Nacional de Funcionarias y Funcionarios de Cultura, ANFUCULTURA
  • Asociación Nacional de Funcionarios del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, AFUCAP
  • Asociación Gremial del Consejo de Monumentos Nacionales, A.G. CMN
  • Asociación Chilena de Barrios y Zonas Patrimoniales
  • Asamblea Originaria por la Descolonización y Plurinacionalidad, ASODEPLU

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