Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Planeta

14 de Febrero de 2020

En 2050 los hipopótamos de Pablo Escobar podrían ser miles en Colombia si no se controla su expansión

EFE

El narcotraficante colombiano Pablo Escobar, importó en 1981 cuatro hipopótamos hembras y un macho para que formasen parte de la colección de animales exóticos de su Hacienda Nápoles. Una reciente investigación científica revela los potenciales efectos ecológicos y socio-económicos de la introducción de este mega hervíboro africano en Colombia.

Por

Dentro de 30 años los descendientes de los hipopótamos del narcotraficante colombiano Pablo Escobar se contarán por miles en Colombia si no se toman medidas y quizás la simpatía y la curiosidad que hoy despiertan estos animales “fuera de lugar” se transformará en lo contrario.

Elizabeth Anderson es una de las científicas de la Florida International University (FIU) participantes en una investigación sobre los potenciales efectos ecológicos y socio-económicos de la introducción de un mega hervíboro africano, el Hippopotamus amphibius, en Colombia, cuyos resultados acaban de publicarse.

“El objetivo de un estudio científico como éste no es decir si es bueno o malo que esos animales estén donde están”, declaró la científica.

Este primer acercamiento científico al tema indica que para el año 2050 podría haber entre 400 y 800 hipopótamos en Colombia si se toma un índice anual de crecimiento de su población del 7 %, pero si se considera un 11 % de aumento, algo que “no es irreal”, podrían llegar a 5.000.

Actualmente hay entre 40 y 60 localizados en la zona media de la cuenca del Magdalena, el principal río de Colombia y es el hábitat de más de 2.700 especies de animales, además de ser la cuenca fluvial más poblada del país y de regar algunas de las principales zonas agrarias colombianas.

TODO EMPEZÓ EN LA HACIENDA NÁPOLES

Pablo Escobar, el poderoso jefe del cartel de Medellín, importó en 1981 de un zoológico de Estados Unidos cuatro hipopótamos hembras y un macho para que formasen parte de la colección de animales exóticos de su Hacienda Nápoles, una finca de 3.000 hectáreas cerca del Magdalena, hoy dedicada al turismo.

Tras la muerte de Escobar en una operación policial en Medellín en 1993, los animales fueron a parar en su mayoría a zoológicos colombianos, pero, por la dificultad de trasladarlos y el alto costo de mantenimiento, los hipopótamos se quedaron donde los dejó su “patrón”.

Su número fue aumentando y también su hábitat, pues algunos se escaparon de la hacienda y se instalaron en el Magdalena.

A pesar de ser animales peligrosos, los hipopótamos del Magdalena Medio son vistos en general con simpatía en pueblos de la zona, que los utilizan como reclamo turístico, aunque también hay personas que expresan su temor a que destrocen los cultivos o las barcas y aparejos de los pescadores, dice Anderson.

UN CASO ÚNICO Y COMPLEJO

La científica también analizó en su estudio las diferentes opciones de manejo de este caso que define como “complejo”.

Lo que se plantea es desde dar contraceptivos a las hembras y la esterilización de los machos hasta la erradicación de una especie invasora.

“Cuanto más se demoren las autoridades en tomar medidas, más va a costar ponerlas en práctica”, dice Anderson.

Paradójicamente mientras el hipopótamo africano esta en la “lista roja” y calificada como una especie “vulnerable” por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), con una población calculada en 115.000 a 130.000, que está estable aunque ha desaparecido de algunos lugares, los de Colombia están en crecimiento.

No hay depredador alguno en el Magdalena que pueda devorar a este mega hervíboro y los nativos no parecen estar interesados en su caza, al contrario de África, señala Anderson.

IMPACTO ECOLÓGICO

El impacto ecológico de los hipopótamos colombianos puede ser significativo, pues son capaces de modificar el ambiente físico de una manera que altera el hábitat y la disponibilidad de recursos de una serie de especies animales.

Un ejemplar puede trasladar 750 kilos de masa seca al año de carbono y nutrientes de los ecosistemas terrestres a los acuáticos vía defecación y excreción.

Ademas puede cambiar la geomorfología y la hidrología del Magdalena medio, dice el estudio.

Los científicos recomiendan a las autoridades colombianas que realicen un censo de los hipopótamos que incluya datos sobre tiempo de vida, fecundidad y mortalidad, para poder hacer proyecciones de crecimiento de la población más precisas.

Notas relacionadas