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Actualidad

11 de Marzo de 2020

Karoline Mayer, la religiosa que defiende la igualdad en la Iglesia y el matrimonio igualitario en Chile

EFE

Alemana de nacimiento y chilena de adopción, creó la Fundación Cristo Vive y fue parte de la Vicaría de la Solidaridad en la dictadura.

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La religiosa Karoline Mayer es conocida como “la Madre Teresa de Latinoamérica” por la labor social de su fundación en Chile. Pero a sus 77 años, su popularidad también se debe a que ha alzado su voz por la igualdad de la mujer en el seno de la Iglesia, el matrimonio homosexual y la “dignidad” de los más vulnerables.

“Todos somos iguales, ni el papa de Roma es superior a nadie”, afirmó en una entrevista la religiosa alemana de nacimiento y chilena de adopción que habla sin titubeos y con una energía desbordante sobre cualquier tema de actualidad.

Desde que creó la Fundación Cristo Vive en 1990, Mayer ha levantado escuelas de formación laboral, centros de salud, de rehabilitación de adicciones y para personas sin hogar por toda la ciudad. Treinta años después, cuenta con 450 trabajadores y 80 voluntarios y ha extendido su misión a Bolivia y Perú.

En la sede de la fundación en Huechuraba, la “hermana Karoline” niega haberse sentido nunca “menos” que cualquier sacerdote, pero reconoce que a la Iglesia Católica le queda un largo camino por recorrer en materia de igualdad de género.

“Poco a poco la jerarquía tomará conciencia de que la mujer tiene que estar en igualdad de condiciones, y crecerá el papel de las mujeres”, declaró la religiosa, quien se estableció en Chile en 1968.

Mayer indicó que el futuro de la congregación pasa por la igualdad y abogó por fomentar “una Iglesia hecha entre mujeres y hombres, como pasa en la sociedad”.

El domingo pasado, 8 de marzo, Mayer marchó por el centro de Santiago junto con cientos de miles de mujeres en el Día Internacional de la Mujer.

¿MATRIMONIO IGUALITARIO? “¡POR SUPUESTO!”

Preguntada por su posición respecto al matrimonio homosexual, Mayer tampoco vacila: “¡Por supuesto! En este sentido hay un gran desconocimiento en la sociedad, que también tiene que ver con lo cultural y lo histórico. Sin embargo, creo que la evolución nos lleva a entender que nuestro despertar es histórico en este momento de la humanidad”.

“Y también para los seres humanos que nacen con una identidad sexual distinta, que son tratados como si no tuvieran la misma dignidad, y es al contrario: son un aporte necesario dentro del concierto de la humanidad y tan respetable como cualquier otro”, agregó.

Pese a su edad avanzada, la religiosa recorre decidida las instalaciones de una de las cinco escuelas de formación de Cristo Vive, donde se imparten cursos de electricidad, soldadura y conducción de carretillas elevadoras, entre otras.

“¿Qué tal están? ¿Cómo van las clases?”, les pregunta a los alumnos que están en su tiempo de descanso con una sonrisa cariñosa. A medida que avanza, muchos le piden sacarse una foto con ella, que se convierte por momentos en una especie de celebridad.

UN ESTALLIDO “ESPERADO”

Mayer, que lleva desde finales de los años sesenta en contacto con la población más pobre, aseguró que la actual crisis social en Chile se podía vaticinar.

“Chile, por una parte, se ha querido mostrar como ‘el mejor país de América Latina’ y por otro lado tiene muchísimas personas que viven en la pobreza, la humillación y la marginación, sin acceso real a una vida digna”, sostuvo.

La religiosa señaló el gran afán de “consumismo” y de “éxito económico” que trae el modelo económico neoliberal, que según ella deriva en un “impresionante endeudamiento”, como uno de los motivos detrás del estallido social.

LA DEDICACIÓN DE UNA VIDA

En 1973, tras cinco años trabajando en las poblaciones más necesitadas de Santiago, la entonces monja fue expulsada de la congregación en Chile porque se la consideró “un problema” y la mandaron de vuelta a Alemania.

Pero Karoline decidió salir de la congregación y regresar a Chile, donde se encontró un país bajo la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).

Durante esos años, Mayer participó en la Vicaría de la Solidaridad.

Por su humanitarismo durante más de medio siglo, la llaman “la Madre Teresa de Latinoamérica”, un calificativo que a ella le incomoda por el “respeto” que le tiene a la fundadora de las Misioneras de la Caridad.

Sin embargo, para Karoline, a diferencia del “sacrificio” y la “caridad” que caracterizaron a Santa Teresa de Calcuta, su lucha siempre ha sido más “política” y enfocada a la “justicia social”.

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