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Reportajes

28 de Julio de 2020

Cuatro capítulos para entender el cambio de ministros de Piñera

Foto: Agencia Uno

Ministros sorprendidos. Otros que no se sabe bien qué ganan con integrar el gabinete. La satisfacción de la presidenta de la UDI. El intento por reunir a las distintas y antagónicas almas de la derecha. Aquí distintas lecturas sobre el nuevo equipo ministerial.

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1. La sorpresa de Espina

Hasta la tarde de ayer lunes, Alberto Espina disfrutaba todavía su cargo de ministro de Defensa, acerca del cual había transmitido tantas veces sentirse feliz ejerciéndolo. Por eso, su salida fue algo sorpresivo y no exento de discordia, porque según explican tanto en el entorno del ahora exministro como en La Moneda, él recién se enteró la noche del lunes que dejaría esa cartera. Fue informado a través de una llamada del presidente. 

Las mismas fuentes aseguran que a Espina le ofrecieron otro ministerio, particularmente el de la Secretaría General de la Presidencia, tarea para la cual él no se habría mostrado disponible, sino más bien irritado. Porque si hay algo que por ahora no planea hacer el exsenador de Renovación Nacional, es volver al Congreso. “Se muere de lata”, dice un cercano, que además explica que gracias a esa actitud de Espina se afirmó la permanencia del ahora nombrado ministro Segpres, Cristián Monckeberg. 

Foto del nuevo gabinete. Crédito: Prensa Presidencia en Twitter (@presidencia_cl)

2. ¿Y qué obtiene Desbordes? 

Cercanos a Mario Desbordes lo dicen abiertamente: él perdió, no ganó en esta pasada. Porque dejar un lugar protagónico en la Cámara de Diputados y la presidencia de RN -donde había creado una impronta liberal que le significó popularidad- para meterse a una cartera con poca proyección y que endurece políticamente a cualquiera, es algo que no se explican. 

Quienes son aliados del diputado por La Cisterna, afirman que simplemente no pudo decirle que no al presidente porque es un hombre republicano. Sus detractores, en tanto, leen su jugada como un intento por esquivar una imposible reelección a la presidencia de su partido. 

Sus cercanos explican que Desbordes quería ser ministro, pero de la cartera de Trabajo, ya que su interés está en reformar el sistema de AFP. Pero lo cierto es que en su negociación con el mandatario -que señalan comenzó hace más de una semana y sin intermediarios- terminó sellando una disputa descarnada entre él y Andrés Allamand, que todavía tiene a RN sumido en una lógica de bandos.

“Quienes son aliados del diputado por La Cisterna, afirman que simplemente no pudo decirle que no al presidente porque es un hombre republicano. Sus detractores, en tanto, leen su jugada como un intento por esquivar una imposible reelección a la presidencia de su partido”. 

3. Ganan Allamand y van Rysselberghe

Así como no se entiende qué ganancia tiene Desbordes con su arribo a Defensa, también hubo perplejidad ante la noticia de que Allamand sería canciller. Esto, porque si hay una cartera alejada de la política, ése es el Ministerio de Relaciones Exteriores. Y si hay algo que marcará los próximos meses al Ejecutivo, no está en ese territorio, sino en las sucesivas campañas electorales que se aproximan. 

Los cuatro ministros que salieron del gabinete. Crédito: Agencia Uno

Sin embargo, quienes conocen a Allamand saben acerca de su histórico anhelo de convertirse, alguna vez en su carrera política, en canciller. Y en ese sentido, ven en esta pasada algún tipo de ganancia. 

Quien sí se soba sus manos es la senadora y presidenta UDI, Jacqueline van Rysselberghe. Su sostenida disputa con Gonzalo Blumel y su queja permanente respecto a una sobre representación de Evópoli en el gobierno -con los ministros Blumel, Ignacio Briones y Gloria Hutt- finalmente dieron resultados. Y los cambios sobrepasaron sus expectativas, porque la llegada de Víctor Pérez no sólo representa el retorno de la UDI más dura al Ministerio de Interior, también se trata del ingreso de una persona de total confianza para van Rysselberghe: ella se considera amiga cercana de Pérez, con quien coincide en casi todos los temas internos de la UDI. 

Según explican en el entorno de la senadora, el nombre de Víctor Pérez estuvo sobre la mesa desde los llamados que el Presidente Piñera realizó durante la semana pasada, decisión que solo se concretó ayer lunes cuando el mandatario confirmó la llegada del ahora titular de Interior. 

“Y los cambios sobrepasaron sus expectativas, porque la llegada de Víctor Pérez no sólo representa el retorno de la UDI más dura al Ministerio de Interior, también se trata del ingreso de una persona de total confianza para van Rysselberghe”.

Sobre los equilibrios y el cambio, la propia senadora UDI explica: “Acá lo que hizo el presidente fue algo similar a lo que hizo en su primer gobierno: traer a gente con experiencia política y con distintas miradas”. Y agrega: “Creo que con esta diversidad de mirada se enriquece al gabinete”.  

4. Todas las almas de la derecha

En el segundo piso de La Moneda, entre sus asesores más directos, saben que a Piñera le dolió despojarse de Gonzalo Blumel. Pero entienden también que la salida del ministro Claudio Alvarado es otra muestra de la pérdida de influencia de Cristián Larroulet, el jefe de asesores que hoy ha tomado un rol más técnico que político y que ha sido foco de críticas por parte de los dirigentes de partidos. 

Crédito: Agencia Uno

En ese sentido, quienes conocen las tratativas de este nuevo cambio de gabinete, explican que por esta vez Piñera pensó más en Chile Vamos y su continuidad, que en lo que queda de su gestión y las confianzas de sus cercanos. Tanto Blumel como Espina eran considerados fieles ministros de Piñera en el gabinete, algo que resaltan sería difícil de afirmar por ahora respecto de Allamand, Pérez y el mismo Desbordes. Pero el presidente, explican, ad portas del proceso constituyente y de las varias elecciones que vienen, prefirió echar mano a la antigua fórmula de ponderar a los partidos políticos. Y lo hizo -retratan- con sentido de equilibrio de poderes: Jaime Bellolio -hoy ministro vocero- y Víctor Pérez representan las dos almas UDI que conviven en avenida Suecia. Mientras que Allamand y Desbordes representan los dos polos RN que actualmente conviven en ese partido. Incluso que Cristián Monckeberg, alguien considerado como bisagra entre ambos mundos de RN, fuese trasladado a Segpres terminó por cuadrar ese naipe. 

“Tanto Blumel como Espina eran considerados fieles ministros de Piñera en el gabinete, algo que resaltan sería difícil de afirmar por ahora respecto de Allamand, Pérez y el mismo Desbordes”.

Para el senador RN, Manuel José Ossandón, promotor de la derecha social que ha ganado terreno en ese partido, la eficiencia de este cambio ministerial debiera pasar por un cambio de estrategia: “Es evidente que aquí se está haciendo un intento por modificar el complejo escenario político que enfrenta hoy el país. Pero no hay que olvidar que lo verdaderamente importante y muy necesario es el cambio de diseño”.      

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