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Coronavirus

7 de Agosto de 2020

Bono Garzones: trabajadores del rubro gastronómico a la deriva

Foto: Pixabay

No pueden postular a beneficios de clase media porque sus sueldos imponibles son muy bajos al no considerar propinas, pero sus fichas de protección social son muy altas para recibir apoyo. Ante la necesidad y el abandono, los garzones organizados aseguran que solo quieren acceder a los beneficios como el resto de la clase media.

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La llegada del covid-19 no solo ha afectado al sistema de salud en Chile, también ha dado un duro golpe al sector económico del país. Entre los rubros más dañados por la pandemia está el turismo y el sector gastronómico, cuya actividad se ha reducido meramente al delivery.

Con la baja de la demanda, los restaurantes han tenido que disminuir su personal, suspendiendo contratos de garzones y otros trabajadores del rubro. Ante esto, muchos funcionarios han intentado acceder a los beneficios estatales, pero aseguran que se encuentran en un limbo de ingresos que no les permite acceder a nada

Sueldos en el limbo

En entrevista con The Clinic, Andrea Oyarzún, una de las gestoras de la iniciativa Bono Garzones, aseguró que con un sueldo promedio de 400 mil pesos, entre fijo y propinas, los garzones no pueden acceder a ningún beneficio. Según explicó, “estamos fuera de todo, en el IFE no alcanzamos porque tenemos sueldo de 200 mil, no todos tenemos ficha social”.

Sin embargo, tampoco pueden postular a los beneficios de clase media, ya que las propinas no son imponibles y no se muestran en la liquidación de los trabajadores. “Ponte tú, ganamos 320 mil pesos líquidos, y la gran mayoría, podría decir el 95% de los garzones, ganamos más de 80 mil mensuales en propina: cumplimos los 400”, calculó.

Complicaciones en el rubro

El estallido social más la llegada de la pandemia a territorio nacional, han sido dos golpes duros para el sector de la gastronomía. “Estamos súper mal desde el 18 de octubre. En Santiago, por ejemplo, hay barrios que dieron por perdido todo: Lastarria, Bellavista, toda esa parte que era súper gastronómica y turística se vio perjudicada”, lamentó la garzona.

Respecto a la situación actual y el futuro del rubro gastronómico, Andrea enfatizó que “ningún restaurante va a abrir con la capacidad que se trabaja normalmente: se tiene que disminuir la cantidad de mesas, obviamente va a disminuir la cantidad de clientes y la cantidad de garzones trabajando”, a lo que agregó “nosotros no vamos a poder volver a tener nuestros sueldos hasta que no encuentren una cura”.

Buscando a las autoridades

A tan solo 48 horas de su inicio, el grupo de Facebook destinado a organizar a los garzones ya supera los tres mil miembros. “Estamos todos tan desesperados que la voz empezó a correr súper rápido”, señaló Andrea.

Actualmente, los trabajadores se están contactando con autoridades y redactando un petitorio, en búsqueda de apoyo y visibilidad ante la deriva en la que se encuentran.  “Nuestro único fin es conseguir estos beneficios, porque no sabemos qué va a pasar (…) es una ayuda que necesitamos urgente”, cerró.

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