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Reportajes

23 de Marzo de 2021

El día a día del recluso Luis Núñez

Agencia Uno

Lucho Pato, uno de los jugadores talentosos que ha pasado por Universidad Católica y otras escuadras, hoy lo pasa mal por un delito que dice no haber cometido. Está detenido en la cárcel de Alta Seguridad. ¿Por qué aún no se revisa su prisión preventiva? ¿Cómo se pasan los días en un espacio de 2x3 metros? ¿Por qué un ídolo cruzado terminó tras las rejas?

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Ocho disparos… Ocho estruendos en la calle Francisco Zárate que cambiaron la vida de Luis Núñez, hoy recluido en la cárcel de Alta Seguridad. 

Hablar con Luis no es fácil, ya lo he intentado. El protocolo incluye un permiso del tribunal que debe ser aprobado por Gendarmería. Si conversa con alguien sin permiso, la culpa la tendrá el interno, como aquella vez me informaron. Los castigos son varios, pero el más común tiene relación con el aislamiento. A pesar de completar todos los procesos, la respuesta fue negativa. ¿Por qué? Por mal comportamiento. Fue lo señalado al interior del penal. 

“Tenía mucho carácter, impulsivo. Un jugador metedor en el sentido de que nunca daba una pelota por perdida. Un muy buen delantero que tuvo una carrera en donde prometió más de lo que dio. Creo que desaprovechó la oportunidad que le brindó el fútbol para desarrollar una carrera más exitosa de la que finalmente alcanzó. Pero por algo llegó a jugar y ser estelar en Católica y jugar fuera de Chile”. Así recuerda el periodista Fernando Tapia a Lucho Pato, uno de los jugadores talentosos que ha pasado por Universidad Católica y otras escuadras. Hoy lo pasa mal por un delito que dice no haber cometido. Aquel día en el que ocurrieron esos disparos, Luis salió corriendo. Juan Abraham Pinto Vázquez terminó cayendo al suelo. Fue el día en donde todo comenzó. Más allá de hablar con él, más allá de tener sus descargos, las preguntas que intentará responder este texto tienen relación con la demora en su proceso judicial y su real estado al Interior del centro penitenciario ¿Por qué aún no se revisa su prisión preventiva? ¿Cómo se pasan los días en un espacio de 2×3 metros? ¿Por qué un ídolo cruzado terminó tras las rejas?

Agencia Uno

13 meses preso

Llama la atención por qué es tan complejo hablar con Luis teniendo los permisos correspondientes y sin restricciones impuestas por el tribunal para dar entrevistas. ¿Miedo a lo que pueda decir? ¿Hablar? El ex delantero pasa mucho tiempo en una habitación que, según he podido averiguar, es pequeña. Puede hacer ejercicio, leer, moverse de un lado a otro, pensar… dejar la mente volar. 

“El efecto de la prisionización… La literatura ha ido mostrando que tiene efectos no tan sólo en la salud mental, sino que también en el comportamiento futuro de las personas. En esa lógica, psicológicamente, uno podría decir que más allá de la angustia de estar encerrado, se puede mezclar con otro tipo de psicopatologías que pueden estar presentes en algunas personas. Claramente los indicadores asociados a salud mental y, en particular, los de suicidabilidad pueden verse impactados”. Las palabras del psicólogo y académico UCEN Ricardo Bascuñán hacen sentido con las sensaciones de Núñez, que en más de una ocasión ha querido quitarse la vida. Trece meses preso y otro tanto tiempo en Bolivia, prófugo, con la constante sensación de que en cualquier momento podía ser encontrado. 

El ex delantero supo que lo buscaban en Chile y tomó la decisión de cruzar la frontera para hacer borrón y cuenta nueva en otro lugar mientras su situación se arreglaba en nuestra ciudad. Su ideal de vida no se llevó a cabo. Ganas no le faltaron… jugó fútbol en dos equipos amateur de dicho país. 

Estar en una habitación pequeña de 2 x 3 y acostumbrarse a la vida de cárcel forma parte del día a día de los internos. Varias puertas resguardan otras para evitar incidentes o intentos de fuga. Aún así, los problemas ocurren. Luis fue apuñalado a su llegada a la cárcel. Algunos testigos dicen que vieron a Lucho Pato con un arma aquel fatídico día en La Legua, él postula que nunca tuvo una en su poder y que se vio involucrado en un mal momento… 

El ex delantero pasa mucho tiempo en una habitación que, según he podido averiguar, es pequeña. Puede hacer ejercicio, leer, moverse de un lado a otro, pensar… dejar la mente volar. 

Trece meses en prisión preventiva… tiempo en el que aún no se tienen antecedentes de cuándo podría terminar el calvario que dice pasar Luis Nuñez, cuándo podría pasar por un juicio y tener una condena si es que así lo amerita. 

“La investigación puede durar hasta dos años y la persona puede estar en prisión preventiva desde que la formalizan hasta que es declarado culpable o inocente… Lo grave de esta situación es que no es extraño que personas que han estado en prisión preventiva luego son declaradas inocentes”, señala el abogado penalista Silvio Cuneo.

Conocido, tranquilo

Los días al interior de la cárcel no son fáciles. Vivir al interior de un centro penitenciario muchas veces es un desafío. Para algunos la cárcel se convierte en una casa. Es un lugar donde hay comida, techo, actividades, reglas y monitores que pueden guiar tu vida. Te desprendes… como dicen algunos. Para otros, como ha dicho Luis, la situación es más compleja. Simplemente porque la estadía después de ser considerado uno de los jugadores más importantes de un equipo grande te da vuelta en la cabeza.

Agencia Uno

“Seguramente no pudo nunca escapar de ese círculo que lo rodeó desde su infancia. Con un nivel socioeconómico siempre muy complicado, las condiciones de vidas difíciles y amistades que no eran del todo adecuadas para crear un entorno ideal para el desarrollo de su carrera deportiva. Probablemente nunca logró desligarse de ese grupo con el cual, finalmente, terminó vinculado”, dice el periodista Fernando Tapia.

En su población, Lucho Pato siempre fue considerado un jugador capaz de salir adelante, ese ejemplo de que las cosas si se hacen con esfuerzo tienen un resultado positivo. Era considerado un tipo bueno, tranquilo. Esa persona que no le hacía mal a nadie, que a pesar de vivir un momento de fama, a pesar de que le pedían autógrafos, siempre volvió a su lugar de origen. Siempre regresó a sus raíces, saludando a todos por igual. Reconocimiento que también mostró la otra cara de la moneda, ésa que hizo que sus amigos destacaran más al ser cercanos al hombre del momento: eso fue generando envidia de bandas, rivalidad. Para otros, simplemente celo. Eso se lo hicieron sentir al ex jugador cuando entró en prisión preventiva. 

Las visitas son parte importante de los internos porque a través de ellas pueden tener contacto con su familia y también con sus representantes que buscan fórmulas para sacarlos de lugar donde están. Lo explica el abogado Silvio Cuneo: “Se puede, en cualquier momento alegando antecedentes nuevos, solicitar que se modifique la prisión preventiva, se elimine ésta y en su lugar se declare otra medida cautelar menos intensa… Por ejemplo: el arresto domiciliario total. También el imputado o imputada en cualquier causa penal puede aportar los antecedentes que estime pertinentes a la fiscalía, sean testigos, documentos, videos, grabaciones… todos los antecedentes que ayuden a determinar la culpabilidad o la inocencia de una persona”.

Para algunos la cárcel se convierte en una casa. Es un lugar donde hay comida, techo, actividades, reglas y monitores que pueden guiar tu vida. Te desprendes… como dicen algunos. Para otros, como ha dicho Luis, la situación es más compleja. Simplemente porque la estadía después de ser considerado uno de los jugadores más importantes de un equipo grande te da vuelta en la cabeza.

El lugar donde está Núñez tiene una sobrepoblación de internos. Las últimas cifras hablan de más de 4.600. Es decir, por cada 11 reclusos hay un gendarme o funcionario encargado de resguardar su seguridad. 

“En general los programas de reinserción social, que cada vez están recibiendo más aportes de los estados a nivel mundial, sin duda van a facilitar la transición o el que una persona que está detenida en un recinto penitenciario tenga un proceso de una mejor forma. Esto va a requerir apoyo del equipo disciplinario”, dice el psicólogo Ricardo Bascuñán. Con castigos de por medio o sin ellos, Luis Núñez espera que se aclare su situación y se revise su estado cautelar. El jugador que hizo vibrar a toda su población pasa momentos complicados. Sus jugadas, sus goles en Universidad Católica, de cabeza, frente al arco, de volea, de lo que fuese, no valen tras las rejas. El ídolo de la Legua está en una habitación pequeña, pensando, tratando de solucionar sus problemas, recordando… 

El rumbo incierto

En su peor momento, en aquel instante en que era buscado por la justicia chilena, Núñez decidió partir al extranjero, buscar una salida, mientras en Santiago se resolvían sus problemas y era considerado como prófugo. 

Allá se movía con una cédula de identidad y licencia de conducir adulterada (modificó su apellido). Ya había estado cuatro años preso por narcotráfico. Para las autoridades bolivianas, no tuvo inconvenientes viviendo en un acomodado sector de Cochabamba. Sus hijas ya estaban inscritas en el colegio y su mujer ya había viajado cuatro veces a donde estaba Luis. La PDI tenía intervenidos sus teléfonos en los que pudieron identificar la intención del ex jugador de ir a vivir al extranjero y empezar de cero. 

Agencia Uno

Allá, hablaba con empresarios y, cuando tenía confianza, contaba la situación en la que estaba, que estuvo detenido. Esa vez facilitó un departamento a un amigo que era traficante, el que realizaba todas las transacciones y guardaba droga en el lugar. También tuvo problemas por porte ilegal de armas. 

Para los que más lo conocen, la muerte de su madre lo afectó de sobremanera, marcó un antes y un después en su vida, la que ha tomado un rumbo incierto. En Bolivia fue detenido por personal de seguridad, trasladado a Santiago y de vuelta a un recinto penitenciario. Noventa y cinco días estuvo en huelga de hambre. Núñez busca aclarar su situación. La justicia tiene la última palabra.

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