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13 de Diciembre de 2021

Axel Callís y las reglas de oro para ganar un debate: “Yo siempre digo: el que se pica, pierde”

Debate Boric y Kast - Entrevista Axel Callís

El sociólogo y analista político menciona al menos dos “parámetros” que aseguran rendimiento en un debate. Bajo esa óptica, repasa las actuaciones de Kast y Boric en los cara a cara más recientes; define cuáles son las fortalezas y debilidades de ambos en este tipo de espacios; y mira hacia el pasado: lo que ocurrió, en 1999, entre Ricardo Lagos y Joaquín Lavín.

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Se “cruzó una línea” en el último debate presidencial, dice el sociólogo y analista político Axel Callís. Específicamente, la frontera que divide entre lo que califica o no como “juego sucio”, luego de que José Antonio Kast reiterara que sobre su contrincante Gabriel Boric pesa una denuncia de “abuso” que no ha sido esclarecida.

Fue una discusión tensa la que se dio el pasado viernes 10 de diciembre, en el cara a cara organizado por la Asociación de Radioemisoras Chilenas (Archi). Y esa riña por la acusación del republicano, que Boric negó tajantemente, operará como una especie de telón de fondo para la cita de Anatel, programada para hoy lunes, opina Callís. Será una de las particularidades del round definitivo que ambos candidatos sostendrán previo a la segunda vuelta electoral del domingo 19 de diciembre.

Pero más allá de las características únicas de cada encuentro, existe una serie de elementos o factores que serían transversales en los debates. Casi como un set de condiciones que, de ser cumplidas, pueden terminar por inclinar definitivamente la balanza.

Así lo plantea en esta entrevista Callís, también director de la agencia Tú Influyes, quien menciona al menos dos “parámetros” que aseguran rendimiento. Bajo esa óptica, el experto repasa las actuaciones de Kast y Boric en los debates más recientes, define cuáles son las fortalezas y debilidades de ambos en este tipo de espacios, y mira hacia el pasado, fijándose en lo que ocurrió, en 1999, entre Ricardo Lagos y Joaquín Lavín.

-¿Cómo se define que un candidato fue efectivo o no en un debate presidencial en Chile? ¿Existe una suerte de regla general en este sentido?

-Los debates se ganan en dos ámbitos: actitudinales y de agenda. Lo actitudinal es lo que más valoran las personas. Es cuando tú tienes una actitud con la que logras imponerte en términos de atributos vinculados más a la prestancia, a las emociones, que a lo racional. Cuando logras hacer que a más gente le gustes. Acá operan absolutamente temas subjetivos. Esto es durante el debate, y en los productos que se extraen del debate. Es decir, que tú logres enganchar, atrapar, gustar a más personas. Y eso tiene que ver con una serie de elementos, llamémoslos emocionales, proyectivos, que tienen que ver con la estética, con el tono de voz, la templanza… Con una serie de atributos que están en la persona. Esa es la primera dimensión.

-¿Y la segunda?

-La segunda es la que rinde en otros públicos. Es la que determina que el debate genere una agenda que sea favorable a ti: que se hable de aquellas propuestas que tú estás diciendo, y no de las de tu rival. Esos son como los dos grandes parámetros que hay.

-Siguiendo esa misma línea, y mirando la historia de los debates presidenciales chilenos, ¿podemos destacar algún ejemplo de desempeño notable?

-Es complicado. Y es contrafactual. Hay muchos efectos de los malos debates de los candidatos. Pero porque, en general, los debates se pierden más que se ganan. Eso es muy importante. Un buen debate es aquel que entrega los resultados que yo necesito.

-¿Cómo así?

-Siempre que un debate haya sido bueno para alguien, significa que otro hizo un muy mal debate. Por ejemplo, cuando Jadue se enfrenta a Boric, ahí fue Jadue el que perdió y se equivocó. Mucho más que los aciertos de Boric. Boric se vio mucho más tranquilo, y mucho más llano, porque supuestamente era el sparring.

El analista viaja ahora en el tiempo, y desempolva algunos de los rounds más recordados de la política nacional. “En el debate de segunda vuelta Lagos-Lavín en 1999, la verdad es que se vio una gran diferencia entre los dos. Pero a las mujeres les gustó mucho más Lavín, porque se vio más débil y por lo tanto generó un sentimiento más de empatía. Empatizó más, subjetivamente, versus un Lagos que se veía mucho más preparado y con aplomo. A veces, una fortaleza puede terminar siendo una debilidad. Hay debates que son abusivos. Por ejemplo, el de Büchi con Aylwin, que Aylwin demostró ser un estadista al lado de Büchi. Eso fue en 1989. Eso fue terrible. Hay debates que son penosos”.

-Fijándose en este último debate presidencial de la ARCHI, y de cara al de este lunes, ¿a quién le está hablando Gabriel Boric?

-Boric está arriesgando mucho. Porque Boric, por ser tan ‘hombre moderado’, está con la sábana corta. Le está quitando agudeza a (su mensaje a) los jóvenes, por ejemplo. La palabra ‘acuerdo’, en mucha gente, genera tirria. Pero, yo diría que, en general, el discurso de Boric es súper pragmático en este minuto, entendiendo que la situación es de calibrar expectativas con respecto de lo que suceda. Porque entiende que el próximo Parlamento está empatado, por lo tanto, va a tener poco margen para poder llevar a cabo su programa. Y en ese sentido, está como preparando el terreno para no generar tanta expectativa. Ahora, esa preparación de terreno, y esa moderación, de repente hace que suene como un candidato casi de la Concertación. Eso puede ser poco entendido por la gente más joven, que es la que realmente necesita Boric para ganar.

-Entonces, si es que está descuidando a los jóvenes, ¿le está hablando a la ex Concertación?

-Más que a la ex Concertación, le está hablando al público moderado de centroizquierda.

-Por otro lado, ¿a quién le está hablando Kast?

-Kast, en el debate de la Archi, le habló desde el principio al final a un público mucho más duro. Porque trató de volver a la agenda del orden, de la respuesta al caos, y la respuesta de, llamémosle, el ‘asalto a las pymes‘. Entonces, de una u otra forma, Kast está tratando de recentrar el debate nuevamente en orden versus cambios. Y al mismo tiempo, juega con una cierta moderación, y eso es bastante contradictorio. Porque por una parte apela a ese público del orden, y por otra se trata de mover a la moderación. A veces también tiene el problema de la sábana de Boric, pero al revés. Los dos tienen el mismo problema; los dos conviven en la moderación y en los valores más permanentes.

Callís pide un momento para plantear una idea clave de lo que cree que será el debate de este lunes. “El hecho de la acusación de Kast (en el debate de la Archi), del ‘abuso’ de Boric, genera un pie forzado para el debate, de todas maneras. Y ése va a ser un marco que va a estar presente, que va a sobrevolar el debate. Porque lo que hizo Kast fue cruzar una línea de juego sucio. Hay que resaltar eso: lo que hizo Kast en la Archi fue cruzar una línea. Porque en el fondo, levantó una palabra como ‘abuso‘, y era ‘acoso‘, y la repitió seis veces. Eso, de alguna u otra forma, desequilibró a Gabriel Boric. Creo que (la frase) va a estar ahí como contexto. No llegan al debate absolutamente neutros”.

-En este tipo de espacios, ¿qué podemos destacar como fortalezas y debilidades en la figura de Boric?

-Gabriel Boric no tiene que perder la frescura del cambio. Y lo otro es que no se le puede notar que se pica. Yo siempre digo: el que se pica, pierde en un debate. En ese sentido, tiene que tratar de mantener la templanza. Absolutamente.

-¿Y en el caso de Kast?

-Kast tiene un gran problema, porque el programa es él. Y él está atrapado entre el programa, el plan, y la interpretación que va haciendo en el momento. Eso genera una suerte de sensación de que el programa se está haciendo en tiempo real. Él va modificando el plan mientras habla. Eso, la verdad, es que es muy poco serio. No puede seguir siendo él la expresión oral de su gobierno. Yo diría que eso es como debilidad. Ahora, él tiene una fortaleza, que es cómo mantiene un tono de voz absolutamente parejo, y mantiene un control. Le cuesta salirse de su eje, de su centro.

Lee también: Mundo político reacciona al tenso debate Archi entre Boric y Kast


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