“Casi soy descuartizado por un fanático religioso”: la paranormal anécdota en el desierto de Atacama que le tocó vivir a un trabajador CHV

Un usuario de Twitter, llamado Daniel Castell, narró a través de un hilo la inaudita y paranormal historia que le ocurrió en el desierto de Atacama durante la cobertura del rescate de los 33 mineros en septiembre de 2010, la cual describe como “la historia más surrealista” que le tocó vivir.

Trabajando para Chilevisión, Daniel cuenta que tuvo que realizar varios viajes producto de las largas distancias de la zona. Durante le trayecto hacia Campamento Esperanza, justo antes de entrar a la ruta, le advirtieron en un servicentro que tenía una rueda pinchada.

Es en este punto donde comienza lo extraño de la historia. “Me bajo y sí. Plana como un pan pita. ‘La media cuea, amigo. Se le pincha en el camino, de noche, sin señal, y los piqueteros se lo llevan’, me dice el bombero. Ni siquiera pregunté quiénes eran”, describe en la red social.

Cuenta que una vez en la vulcanización se topó con un hombre, quien se apoya en su auto. Este le pregunta si se dirige a la Mina San José. “Este señor me comentaba la importancia de que él llegara allá (…). Al final me pidió si lo llevaba. ‘Ya pues, súbase‘”, respondió el protagonista del relato.

Una historia de otro mundo

“Partimos con el señor de copiloto. Se llamaba Rogelio Rojas y supuestamente venía peregrinando de no sé dónde, con el único objetivo de llegar al campamento esperanza, para comunicar la palabra de la Virgen del milenio. Así, tal cual”, continúa Castell.

De este modo explica el temor que le generó el sujeto en pleno desierto de Atacama, antes de llegar siquiera a lo paranormal: “Me preguntó si pololeaba, le dije que sí. Me dijo que la Virgen del milenio buscaba hombres puros que se alejaran de los tentáculos de mujeres impuras”.

“Cuando ya pensaba que estaba perdido, se me ocurrió sacar del tema de la misoginia homicida a mi lunático pasajero. Le comenté que había quedado metido con eso de los piqueteros que me mencionó el bombero“, prosigue su relato.

En esta línea el hombre le explica que a un costado del camino se producían desapariciones narradas por los locales. Historias de quienes no llegaron a destino. “Mi absoluto escepticismo me tenía sin cuidado de espíritus de mineros al costado del camino, pero había logrado calmar a Rogelio“, confiesa.

Es entonces que ocurre el incidente: “Rogelio grita que pare y me detengo, en la mitad del camino. Luces altas, afuera oscuridad absoluta y el cielo estrellado como nunca antes lo vi. En línea recta adelante del auto una figura humana, unos 200 metros adelante del auto: vestido de blanco, apoyado sobre una pala“.

“Miro a Rogelio y grita ‘¡Un piquetero! ¡Maneje!’. Miro de vuelta al camino y la figura humana no estaba, se había esfumado. Aprieto el acelerador a fondo y manejo como si mi vida dependiera de ello”, asegura en el hilo.

A raíz del post otra persona logró reconocer a Rogelio, adjuntando una fotografía relativa, donde se le puede observar sosteniendo un libro religioso.

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