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Política

30 de Agosto de 2022

Walker y Rincón a la primera línea y los acuerdos post plebiscito al congelador: las dos estrategias que tensionan al Rechazo

La llave maestra de los adherentes del Rechazo ha estado marcada por ocultar a los rostros tradicionales de la derecha y ceder los espacios a independientes o representantes del centro político, voces que, en todo caso, no son fáciles de controlar. Además, el debate sobre si salir o no durante esta recta final de la campaña con un acuerdo pensado para el post plebiscito -en caso que gane el Rechazo-, también genera diferencias en el sector

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Los últimos procesos eleccionarios que ha enfrentado el país han significado una especie de trauma para algunos sectores de derecha -hoy por el Rechazo-, que desde el Plebiscito de Entrada hasta la Segunda Vuelta Presidencial se han visto constantemente derrotados ante las fuerzas progresistas.

Desde que el sector perdió ese 25 de Octubre de 2020 por un 80% de los votos, sólo han sabido de pérdidas: no lograron siquiera un tercio de los convencionales; eligieron sólo uno de los dieciséis gobernadores regionales; el abanderado en primera vuelta de Chile Vamos -Sebastián Sichel- obtuvo sólo el cuarto lugar. Además, su abanderado en el balotaje, José Antonio Kast, fue sobrepasado por el actual Presidente Gabriel Boric con una histórica votación de más de 4.6 millones de votos.

Todo este proceso no sólo ha dejado traumas, sino también aprendizajes, que en el sector ya están poniendo en marcha de la forma más pulcra posible para asegurar el triunfo de la opción que mantiene vigente la Constitución actual y les permite una revancha ara tener más protagonismo en un eventual nuevo proceso constituyente.

Sin embargo, ese proceso de aplicar aprendizajes evidencia que hay algunos personajes más resistentes a cuadrarse con las directrices definidas por la dirigencia del sector, dejando entrever dos línea estratégicas que se enfrentan en la transversalidad del Rechazo para el referéndum del 04 de septiembre.

El escenario de Post Plebiscito al congelador hasta que gane el Rechazo

Durante las últimas semanas, especialmente tras la firma del acuerdo oficialista por eventuales cambios a la nueva Constitución, desde el Apruebo y el gobierno han emplazado a los sectores del Rechazo a tomar un paso similar y firmar una propuesta tangible en caso de que gane esta opción. Esto, a fin de comprometer una hoja de ruta que garantice la continuidad del Proceso Constituyente.

Una temática que inmediatamente comenzó a enredar a Chile Vamos. De hecho, apenas el Presidente Boric declaró a mediados de julio que de ganar el Rechazo correspondía hacer una nueva Convención, se evidenció ese dilema.

Así lo mostró, por ejemplo, la participación que tuvo unos días después el presidente de la UDI, Javier Macaya, en Tolerancia Cero (CNN), donde se le consultó por la conformación de este nuevo órgano. Allí no fue capaz de garantizar su disposición a establecer que este espacio tuviera -por ejemplo- el criterio de paridad en la elección de sus integrantes.

La temática de la paridad en el sector es de expresa incomodidad. Así lo demostraron recientemente los ex convencionales Rocío Cantuarias (Indep. Evópoli) y Martín Arrau (UDI). La primera, en entrevista con La Tercera calificó la paridad como “una estupidez”, mientras el segundo aseguró en Canal 13 que “tiene que ganar el que saque más votos”, descartando establecer criterios paritarios.

Fue a propósito de este mismo debate que las directivas de Chile Vamos comenzaron sus tratativas para cuadrar a sus representantes y dejar este debate en el congelador hasta después del Plebiscito.

Según un dirigente de Renovación Nacional, el lunes 22 de agosto desde la directiva se comunicaron con parlamentarios del partido para que se reservaran sus opiniones públicas respecto al escenario político post plebiscito. 

Si bien en el sector aclaran que no se trata de un acuerdo formal, han habido conversaciones para que los representantes de Chile Vamos eviten hablar respecto del post plebiscito, concentrando fuerzas en ganar la elección.

De todos modos, otros dirigentes de la colectividad recalcan que no se trata de un acuerdo formal, sino de una petición que genera consenso entre la mayoría de los parlamentarios ante una finalidad común: no entorpecer el camino para que el Rechazo ratifique lo que marcan las encuestas, esto es, que la opción se imponga este 04 de septiembre.

Algo similar ocurrió en la UDI la semana pasada, donde la directiva le pidió a los parlamentarios no referirse públicamente al escenario político a partir del 5 de septiembre., según consignó La Tercera. 

El diagnóstico del sector, afirma bajo reserva un dirigente de Evópoli, es que hablar del mecanismo para darle continuidad al Proceso Constituyente sólo confunde al electorado del Rechazo en un momento en que esa opción lidera los sondeos de opinión. En esa línea, mostrar diferencias respecto de qué mecanismo utilizar, sólo ayuda a poner en duda la voluntad del sector para ponerle fin a la Constitución vigente.

Desde RN, en tanto, un dirigente explica que hablar ahora del post plebiscito “es pisar el palito del gobierno”. Esto ya que, según argumenta esta fuente, la intención oficialista es demostrar que sus adversarios no tienen consenso respecto de cómo continuar el proceso.

Otro dirigente de RN añade un nuevo factor: hablar del post Plebiscito quita la atención de la derecha en propiciar el triunfo del Rechazo, generando una especie de confianza en el sector. Esto, asegura, se evidencia en la dificultad que han tenido para conseguir la totalidad de apoderados para todas las mesas, llevando hasta ahora sólo un 60% cubierto.

Por lo mismo, un consenso mayoritario en la coalición es meter en el congelador el debate post plebiscito. Sin embargo, el pasado lunes 22 de agosto el senador Manuel José Ossandón evidenció un alma contraria a esa postura.

“Estamos trabajando para hacer un decálogo de compromisos en temas como, por ejemplo, la paridad, hacer una nueva Constitución. Cosas concretas que puedan ser cobrables”, aseguró el legislador en radio Pauta.

En la interna de Chile Vamos, en los últimos días el debate estuvo centrado en si se debería convocar directamente a una nueva Convención -modificando algunas reglas-, o si se debería consultar a la ciudadanía el camino constituyente a seguir.

Un ejemplo de esto, es que cuando el Presidente Boric aseguró a mediados de julio que se debería llamar a un nuevo órgano constituyente, la presidente de Evópoli, Luz Poblete, aseguró que “este proceso le pertenece a la ciudadanía, por lo tanto sería un error imponer un sólo mecanismo como solución. Queremos devolverle a la ciudadanía la posibilidad de elegir el mejor mecanismo para lograr ese objetivo (una nueva Constitución)”.

Una opinión que apuntaba a un nuevo referéndum para decidir el camino a tomar, pero sobre el cual la misma Poblete reculó en una entrevista publicada el pasado martes 23 de agosto en La Segunda. En el vespertino aseguró que “si es un plebiscito, nosotros estaríamos por apoyarlo. Sin embargo, estamos abiertos a discutir distintas fórmulas”.

Amarillos por Chile, Rincón y Walker a la primera línea

Parte de los aprendizajes de la derecha respecto de la recta final de la campaña por el Rechazo, tiene que ver con no arrogarse el protagonismo frente a la ciudadanía.

En el caso del Plebiscito de Salida, ese ha sido el mantra que más se ha repetido como presunta fórmula ganadora. En este sentido, decidieron ceder su espacio en la franja a organizaciones sociales, y las vocerías en defensa de esa opción a rostros relacionados con el mundo independiente o el centro político.

De esa manera los rostros de la llamada centroizquierda por el Rechazo, congregados en Amarillos por Chile y otras organizaciones de la sociedad civil, han sido los que han tomado más protagonismo.

Todo esto, sumado a que los dirigentes del bloque han sido capaces de mantener fuera de la primera línea a José Antonio Kast, quien la última vez que apareció públicamente -denunciando al gobierno ante Contraloría por supuesto intervencionismo- lo que mermó -de forma acotada, precisan- su opción en las encuestas.

Algo similar ocurre con el ex Presidente Sebastián Piñera, quien pese a ser el Mandatario que abrió el proceso tras la presión del Estallido Social, es el único de los ex presidentes que no se ha pronunciado públicamente respecto de su opción en el Plebiscito. Algo que fuentes de Chile Vamos agradecen debido a la mala evaluación con la que terminó su mandato.

Es así como el protagonismo de la campaña ha estado enfocado en personajes políticos como los senadores DC Ximena Rincón y Matías Walker, quienes además de protagonizar los debates televisivos, han logrado imponer su agenda en el Congreso, principalmente con la ley recientemente publicada en el Diario Oficial que modifica el quórum de reformas constitucionales, bajandola a un quórum de 4/7.

La alta visibilidad de Walker y Rincón en la campaña del Rechazo no es casualidad. Según un alto dirigente de RN, sus intervenciones son coordinadas con la dirigencia de Chile vamos.

En todo caso, la alta visibilidad mediática de Walker y Rincón en las vocerías de la campaña no es una simple casualidad. Según Un dirigente de RN, todas las intervenciones de ambos parlamentarios han sido previamente coordinadas con la dirigencia de Chile Vamos.  

La exposición de estos rostros, aseguran desde Chile Vamos, le permite mantener firme una postura que han instalado desde el principio de la campaña: destacar que el Rechazo es transversal, es decir, trasciende las fronteras tradicionales de la derecha.

Por otra parte, la utilización de rostros independientes, como los miembros de Amarillos por Chile Cristián Warker, Iván Poduje y Mario Waissbluth -segun comentan desde Chile Vamos-, les evita “quemarse” frente a una opinión pública que tiene una evaluación crítica del Congreso.

Además, recalcan las fuentes, la exposición de estos rostros les otorga mayor margen para desmarcarse de los errores que puedan cometer en las vocerías: al ser independientes es más fácil reaccionar a cualquier error asegurando que no representa la visión del sector.

El factor De la Carrera y el trauma de la experiencia de Kayser en la presidencial

En la misma línea de los aprendizajes de las últimas contiendas electorales, en el sector recuerdan un hito no menos importante para la campaña presidencial de Segunda Vuelta.

Ahí, en las semanas previas a la votación, la figura del diputado Johannes Kaisser -recién electo por el Partido Republicano- comenzó a tomar el protagonismo por polémicas declaraciones, tales como que las mujeres no deberían votar. 

Según el análisis interno, ese fue uno de los factores que contribuyó a la derrota de Kast, donde el voto femenino en favor de Gabriel Boric fue fundamental. La misma preocupación tienen en el bloque respecto de personajes polémicos del sector, cuyas declaraciones podrían afectar al Rechazo.

Es el caso del diputado independiente -electo por el Partido Republicano- Gonzalo De La Carrera, quien la semana pasada lideró una ofensiva contra el Servicio Electoral con críticas al padrón electoral. Además, hizo una ofensiva publicación en la que mostró a visitantes de un cementerio con la leyenda “el Apruebo haciendo puerta a puerta”.

Los actos del diputado De La Carrera incomodaron a las cúpulas de la derecha, por lo que los partidos del sector se comenzaron a mover para evitar polémicas de sus representantes.

Los actos del diputado, según explican desde Chile Vamos, incomodaron a las cúpulas de los partidos. Un dirigente de RN asegura que, a propósito de estos dichos, habló con el secretario general del Partido Republicano, Arturo Squella, para pedirle que mantenga el control entre sus huestes. 

En todo caso, la misma fuente afirma que es difícil retener a un personaje como De La Carrera, sobre todo por no militar formalmente en Republicanos, por lo que no les queda más que distanciarse de sus declaraciones, lo que finalmente ocurrió.

Según comentan parlamentarios del sector la estrategia de la campaña, principalmente para estas últimas dos semanas, es enfocarse en el volanteo, puertas a puerta y trabajo en terreno, disminuyendo al mínimo las apariciones en la prensa.

En esa línea, los mismos parlamentarios aseguran que la idea es que, de ser necesario dar alguna opinión pública respecto del plebiscito o el proceso posterior, sean los miembros de las directivas de los partidos quienes las hagan, cosa que se mantenga una línea más cuadrada y que no evidencie diferencias en el sector.


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