Informe reservado sobre Caso Tomás acusa “inexperiencia” en el SML y detalles sobre cómo actuó principal sospechoso

Un informe reservado del Laboratorio de Criminalística de Carabineros (Labocar), firmado por la perito Vivian Bustos, entregó un análisis sobre la investigación que se llevó en torno a la muerte de Tomás Bravo en el llamado caso Tomás.

El documento fue revelado por BioBioChile quienes entregaron detalles del conocimiento que existe del principal sospechoso. Adicionalmente, también cuenta con una observación con respecto a la intervención del Servicio Médico Legal (SML) durante el desarrollo del caso.

La perito que firma el documento, señala el medio mencionado, también tuvo pasos por el caso de Nabila Rifo, Fernanda Maciel y Viviana Haeger. El documento fue entregado el 10 de marzo a la fiscal regional Marcela Cartagena, quien logró tener nuevos antecedentes en torno a los eventos ocurridos en 2021.

Uno de los principales puntos abordados dentro de informe se encuentran directamente sobre la muerte del menor. El informe asegura que la muerte de Tomás Bravo no se debió a la hipotermia o inanición como se señaló en la primera autopsia, sino que apunta que se habría originado producto de asfixia.

El trabajo de perito relata que estos hecho debieron haber sido tomados en consideración por el SML. Sin embargo, acusa que se llegó a una conclusión “de manera precipitada”. Junto a esto, señala que “en la autopsia se emplearon medios tradicionales y básicos de observación. Sin incorporar tecnología de mayor precisión”

Por ello, realiza una dura conclusión con respecto al trabajo realizado, señalando que no se contó “con profesionales de mayor experiencia”.

El principal sospechoso

Otro de los puntos relevantes que detalla el informe sobre el caso Tomás giró en torno a lo que se sabe sobre el método de operar del principal sospechoso en el caso.

Uno de los puntos que la perito del documento reservado detalla sobre la muerte gira en torno a la fecha de su probable deceso. Entre los detalles asegura que su muerte habría ocurrido el mismo día de su desaparición. Es decir, el 17 de febrero de 2021.

Señala que la persona sospechosa habría intentado realizar varios intentos para ocultar el cuerpo del menor de edad. Entre sus informes sugiere que el cuerpo de Tomás Bravo habría sido cambiado de lugar al menos en dos ocasiones en el sector de Caripilún.

La perito Bustos detalla que, si bien no identifica al sospechoso, señala que se trata de alguien que conoce el territorio. Con esto puede intuir que se trata de alguien capaz de “desplazarse en él sin ser detectado”.

Por último, el informe revelado por BioBioChile, entregado a comienzos de este 2023, no identifica quién es el agresor. Las pruebas genéticas, señala, tendrían una alta “probabilidad de corresponder a una muestra deteriorada”.