Tomás Moulian: “Ha sido un año precario para el gobierno, yo hubiese esperado más políticas progresistas”

El sociólogo Tomás Moulian (83) se encuentra de viaje por Punta Arenas. Desde allí está dedicando a la escritura de distintos textos en los cuales recoge la relación del expresidente Salvador Allende con la zona, precisando que llegó a ser dos veces senador por la circunscripción.

Desde la zona austral toma esta entrevista el autor de Chile actual: anatomía de un mito (1997) en el que habla en profundidad sobre la transición política tras el fin de la dictadura de Augusto Pinochet.

Durante la conversación, el Premio Nacional de Humanidades pone énfasis en la importancia que tiene el actual escenario político. Se refiere a la elección de consejeros constitucionales el pasado 7 de mayo, con una amplia victoria para el Partido Republicano que, en conjunto con Chile Vamos, logró mayoría al interior del Consejo Constitucional.

Por ello, el también militante de Revolución Democrática (RD) evalúa la realidad política que dejó la sorpresa electoral. “Gana la ultraderecha que no quería una nueva Carta Magna. Ahora vamos a ver cómo se la arregla para elaborar una nueva Constitución. Solo hay preguntas en ese sentido y quiero esperar llegue a buen puerto. Es necesaria para Chile”, reflexiona.

–Pero con este escenario, ¿cree que la nueva Constitución va a ser distinta a la que está vigente?

-Hay que luchar por eso. Hay que impedir que republicanos hagan de las suyas, que desconozcan las iniciativas sociales. Es una lucha política que hay que dar. Todos los ciudadanos debemos estar disponibles para exigir que se haga.

-¿Cómo la izquierda debería llegar al Consejo?

-Es difícil, porque republicanos tiene mayoría. Hay que discutir, tomar la palabra y plantear cuáles son las exigencias de la izquierda, pero también debe conseguir que el centro político se involucre para llegar a una nueva Constitución. Es necesario borrar el carácter ilegítimo que tiene la Constitución de Pinochet, pero la izquierda debe negociar. La negociación implica que, si hay que ceder, se debe ceder. Pero hay que hacerlo sin perder de vista las perspectivas centrales de este proceso constitucional.

“Es de esperar que republicanos se equivoque”

-¿Cree que aprobará la nueva Constitución, pese a que sea escrita por republicanos?

-En la política hay que imponer deseos. Yo desearía que se elaborara una nueva Constitución como la que aparece en este momento por la Comisión Experta. Para eso, hay que tomar la palabra, exigir. Republicanos ganó, pero no es el dueño de Chile.

-El Presidente Boric habló de “no repetir los errores que cometimos” en el proceso anterior. ¿Qué relación ve entre el trabajo de la Convención y los resultados del 7 de mayo?

-Los resultados marcan un giro a la derecha. Es de esperar que republicanos se equivoque. Deseo que republicanos se equivoque y vaya perdiendo fuerza justamente por ser incapaces de ponerse de acuerdo entre ellos mismos para elaborar una buena Constitución. Me parece que la ultraderecha a la cabeza del proceso constitucional es un enorme daño para el país.

-¿Cómo proyecta el debate con republicanos a la cabeza?

-La izquierda y el centro tienen que unirse y ponerse de acuerdo para poner en jaque a republicanos. Es indispensable que republicanos pierda fuerza para las próximas elecciones que vengan más adelante y se vean forzados a elaborar una nueva Constitución, aunque no quieran.

-¿Cómo se debe rearmar la izquierda para futuras elecciones?

-La izquierda debe buscar ampliar su coalición, no basta con la coalición actual. Hay que negociar con el centro. Hay que ponerse de acuerdo con el centro en las dimensiones de una nueva Constitución. Si se hace eso, se puede avanzar en la dirección de una Constitución nueva.

“Yo hubiese esperado más políticas progresistas”

Desde 2016 Tomás Moulian milita en Revolución Democrática, uno de los partidos emblemáticos dentro del oficialismo. Sin embargo, el sociólogo reconoce la distancia que mantiene con su partido. “Soy militante pasivo. Nunca me han dado bola, por decirlo en buen chileno”, reconoce.

Sin embargo, cree en el valor que ve dentro del colectivo en la actualidad. “Los valores de una política de izquierda creo que todavía están representados en Revolución Democrática. No debe ser el partido que pare a la izquierda de unirse al centro, sino que debe promover que el centro ponga en marcha políticas progresistas”, añade.

-¿Qué significa acercase al centro político?

-La izquierda sola nunca podido en Chile desarrollar sus tesis. No olvidemos que cuando la izquierda se une con el centro, ocurren cosas como los gobiernos radicales. En cambio, cuando el centro se vuelve represivo, como en el gobierno de Gabriel González Videla, viene la prescripción del Partido Comunista. Cuando la izquierda se entiende con el centro, se avanza, cuando no ocurre hay un estancamiento.

-Por contingencia, el gobierno ha debido cambiar su foco desde transformaciones sociales a seguridad, ¿eso afecta a las bases dentro del oficialismo?

-Los problemas de seguridad la izquierda tiene que convertirlos en sus propios problemas. La izquierda no es contraria a políticas de seguridad, solo que busca que esas políticas no violen los derechos humanos. La izquierda tiene que hacer suyas esas demandas, preocuparse de lo que ocurre en La Araucanía es necesario, pero con buenas políticas, no exclusivamente con represión.

-¿Qué evaluación hace del gobierno de Gabriel Boric?

-Ha tenido que ceder en cuestiones significativas, pero conservo esperanza de que ponga en marcha las reformas de pensiones y la reforma tributaria. Hay que exigirle que no las deje en el olvido. Ha sido un año precario para el gobierno, yo hubiese esperado más políticas progresistas, pero los ciudadanos tenemos que pedirle al gobierno de Boric que ponga en marcha esas políticas. No debe actuar solo, debe actuar impulsado por partidos de la coalición.

“Hay que aprovechar los malos resultados que tuvo la DC para entenderse con ella”

Dentro de sus trabajos académicos, Tomás Moulian ha estudiado en diversas ocasiones el gobierno de Salvador Allende. Es así como ha publicado obras en las que aborda desde los movimientos políticos del expresidente socialista, entre otros temas.

-Por distintas complicaciones, el Presidente Boric ha alejado su discurso de las transformaciones sociales, ¿qué cree que hubiese hecho Allende en este contexto?

-Tratar de ampliar todo lo posible la alianza. Allende fue el gran partidario de la ampliación del bloque por los cambios hacia el centro, pero no pudo conseguirlo. Hay que aprovechar los malos resultados que tuvo la DC para entenderse con ella.

-Usted plantea que el gobierno debe ampliar su alianza a la DC. ¿No cree que hoy en día es un partido disminuido?

-Creo que la DC es un partido necesario en la política chilena desde 1957. Integrando a la Falange Nacional jugó un papel importante. Ahora tiene un momento de agotamiento, pero hay que entenderse con este partido porque hay que desear que ese centro progrese. Ha sido necesario en la política chilena.

-A propósito de los “monos peludos”, por los dichos de Natalia Piergentili, ¿cómo afecta eso a la misión de ampliar la alianza de gobierno?

-Los comentarios de la presidenta del PPD son errados y absurdos. No entiendo como una dirigente política de su categoría hace ese tipo de observaciones. Pero eso hay que olvidarlo, también hay que entenderse con el PPD, forma parte del gobierno. La ministra del Interior es militante de ese partido. Hay que hacer oídos sordos.

-Respecto de hablarle a los sectores de centro, ¿eso no arriesga transformarse en una nueva Concertación?

-Sí. Hay que retornar a los lados buenos de la Concertación, a la Nueva Mayoría, por ejemplo. La Nueva Mayoría fue la alianza más amplia de la Concertación y aquí se necesitan alianzas amplias. Enrico Berlinguer, el político italiano del eurocomunismo, en su libro Lecciones de Chile, dijo que ‘grandes reformas necesitan grandes alianzas’. Eso hay que volver a plantearlo.

-¿Esto no alejaría a los sectores que están más a las izquierda?

-Esos sectores deben darse cuenta que para gobernar Chile por parte de la izquierda siempre han sido necesarias alianzas amplias. Cuando estas han ocurrido, la izquierda ha podido gobernar.