Columna de María José Pérez Rodillo | ¿Qué hay detrás del ataque de Hamas a Israel?

Cuando las muertes de lado y lado se acercan a los 3 mil fallecidos, es importante poner sobre la mesa los posibles factores que están detrás de la sorpresiva y espectacular ofensiva de las milicias palestinas en el sur de Israel.

A estas alturas hay bastante consenso entre los expertos de que lo que pudo gatillar esta incursión fue el inminente acuerdo de normalización de relaciones diplomáticas entre Israel y Arabia Saudita, la potencia sunita y principal rival de Irán en la región.

Cabe recordar que Israel estaba en un proceso de acercamiento hacia los países árabes -leales históricos de los palestinos- desde el año 2020 con la firma de los Acuerdos de Abraham con Bahrein y Emiratos Árabes Unidos, a los que se sumaron posteriormente Sudán y Marruecos. Tratados que vienen a confirmar la irrelevancia en que ha quedado la causa palestina, el proyecto para conseguir un estado palestino soberano y reconocido por la comunidad internacional.

Si a lo anterior le agregamos el rechazo de Irán -principal patrocinador de Hamas– a estos entendimientos de Israel con los países árabes porque amenazan su seguridad, podemos inferir que, al menos, Teherán está muy complacido con el ataque de Hamas, que aplaza, por el momento, la firma de un acuerdo de Israel con Arabia Saudita, sus mayores enemigos en la región.

De este modo, los responsables del ataque consiguen o pretenden conseguir dos objetivos: volver a poner sobre la mesa del concierto internacional la causa palestina y evitar, por el momento, que Israel firme el acuerdo con Arabia Saudita.

Otra lectura es que la imagen de debilidad que ha ofrecido un Gobierno israelí en sus horas más bajas de popularidad por la reforma judicial ha sido vista como una ventana de oportunidad por Hamás y sus aliados. Además, debemos tener en cuenta que consecuencia de la reforma, la sociedad israelí está más dividida y polarizada, algo que también favorece la posición de los enemigos de la nación judía.

Por otro lado, debemos leer las motivaciones de Hamas en clave interna de la política palestina. Estamos frente a una lucha de poder entre las dos facciones más relevantes en los territorios palestinos. Es importante tener presente que los palestinos ubicados en Gaza y Cisjordania no están bajo el mismo gobierno. 

En Cisjordania gobierna la Autoridad Nacional Palestina con su Presidente Mahmud Abbas del movimiento Al Fatah y en Gaza dirigen el país los milicianos de Hamas, liderados por Ismail Haniye. Esto se explica por la pugna entre ambas colectividades desde 2006, la última vez que se llevaron a cabo elecciones en los territorios palestinos.  En esa oportunidad triunfó por mayoría absoluta Hamas, situación que no fue tolerada por Al Fatah. Finalmente, Hamas expulsó a su rival político de Gaza, quedando el grupo radical al mando del territorio.

Estamos hablando de dos organizaciones muy diferentes entre sí. Hamas es un movimiento islamista radical, considerado terrorista por la Unión Europea y Estados Unidos, que no reconoce el derecho a existir de Israel. En cambio Al Fatah, es un partido político secular que se enmarca en la histórica Organización para la Liberación Palestina (OLP), que sí reconoce la existencia de Israel.

Volviendo a las motivaciones de la agresión de Hamas, también podemos inferir que la milicia palestina envía un mensaje contundente a Al Fatah y al resto de los palestinos: ellos son los legítimos representantes de la causa palestina.

Esto, porque lo han demostrado con hechos: atacando al enemigo sionista, Israel. En cambio Al Fatah, con su actitud más colaborativa con las autoridades israelíes, sólo se ha sometido a su voluntad, permitiendo la opresión del pueblo.

María José Pérez Rodillo, analista internacional