Mariana Loyola, actriz: “Sigo creyendo en este gobierno, confío mucho en el Presidente Boric y creo que la mayoría de la gente también”

Ya antes de integrarse a “Si yo fuera rico” (Mega, 2018), Mariana Loyola había tomado la decisión de alejarse de las teleseries, porque quería dedicarse a las series y películas. Una elección que le dio la oportunidad de hacer “Mary & Mike” y “Los Carcamales”, sin tener que esta siete a ocho meses grabando una telenovela y pidiendo permisos.

Pero ella reconoce que su decisión la sacó del radar de algunos personeros de televisión y de las productoras. “Me imagino que si no te ven al aire en teleseries pueden pensar que, efectivamente, tomaste otra decisión o qué sé yo”, plantea, para luego remarcar que su ausencia en televisión abierta fue por opción propia.

“Yo también me reinventé y empecé a escribir, a dirigir, a hacer un montón de cosas. No puedo estar en nada, porque me desespero. Pero sí tuve trabajo, por suerte. Hice harto teatro después de la pandemia. Hice otra serie para Disney que todavía no sale al aire, que se llama ‘Llévame al cielo”. Siempre he estado ocupada, por suerte”, cuenta Mariana Loyola.

Un camino distinto al que había hecho antes y que define como un riesgo, porque “deja de haber una estabilidad económica más a largo plazo. Pero hay un riesgo también como actriz, de buscar otro tipo de lenguajes que me contentan también”.

Antes ya había tomado una determinación similar, cuando hace casi una década se planteó dedicarse exclusivamente al cine y abocarse a un emprendimiento. Fue así como nació Amma Ghee, una mantequilla clarificada, sin lactosa ni grasas trans, libre de caseína, sin gluten y sal. “En general, hay que buscarse una pyme, porque no alcanza. Es difícil y mi hija Olivia era alérgica a la caseína, que es la proteína de la leche de vaca”, recuerda.

Fue su hermana -instructora de yoga- quien le contó que había un tipo de producto pensado en alergias alimentarias. Comenzó a elaborar la mantequilla sin leche para su hija cuando pensó la idea de ser solo actriz de cine y alejarse de las teleseries “porque me parecían un poco demandantes. Ahí me metí a hacer la pyme, sola. Después se sumó (Rodrigo) Pardow, mi marido. Y ya llevamos como empresa 8 o 10 años, vendiendo bien”.

Su pyme le ha permitido alejarse de la televisión y dedicar tiempo a proyectos que incluyen el teatro. “Y en pandemia fue súper bueno. O sea, fue lo que nos dio el sustento del hogar”, cuenta.

Esa estabilidad hoy se complementa con un ambicioso inicio de año, ya que Mariana Loyola es parte de los elencos de la serie de Netflix “Baby Bandito” y de la nueva teleserie de Canal 13, “Secretos de familia”, que se grabó hace dos años pero que saldrá al aire ahora.

Ser parte de esta última producción fue un alivio para la actriz recordada por papeles como Soraya Salcedo de “Machos”, ya que “estábamos en pandemia y hace rato que no pasaba nada. Independiente de la negociación, de las lucas, cuando me pasan el personaje, cuando leo, digo: ‘Wow, qué choro este personaje. No he hecho esto en teleserie’”.

En la nueva nocturna de Canal 13, que cuenta la historia de la misteriosa muerte de una joven de clase alta de Pirque llamada Sara (Florencia Berner), Mariana Loyola interpreta a Raquel Cruchaga, la hija mayor de Octavio Cruchaga (Francisco Reyes), a quien idolatra y siente como la persona más importante de su vida. Cuando a la vida de su padre llega Orina (Katyna Huberman), su nueva esposa, despierta su molestia ante la posibilidad de que le roben la atención. Viuda y madre de dos mujeres, la muerte de una de ellas remecerá su vida, llevándola a aprender a convivir con el dolor y con los secretos que se empezarán a develar tras la partida de su hija.

Un papel antagónico que, pese a no ser un “villano brutal” como el que interpretó en “Mary & Mike”, “es un desafío”, describe la actriz. “Es una mujer muy pituca, con mucho poder, viuda, hija de su padre, casi mamá de sus hermanos, que se lleva pésimo con su hija mayor, que se lleva pésimo con la polola de su papá, dueña de la verdad, arribista”, enumera. Y prosigue: “Es el sueño del pibe ser actriz y actuar ese tipo de personaje, que, además, estaba muy bien escrito”.

-¿Por qué cree que la buscaron para ese personaje?

-Creo que por la fuerza y energía, y confiando también en mi calidad actoral. Venía de haber hecho la Mary. Soy una persona arriesgada, en general. Pero, si me preguntas, yo creo que es por eso, por la energía de sostener. Está todo el rato en lucha con todo el mundo, es una tipa muy pesada y que está dispuesta a todo por defender su legado. Una cosa conocida en este país.

-¿Qué sensaciones le dejó cuando el canal postergó el estreno de la la teleserie?

–Cuando se decide postergar, no quiero pecar de buena, pero yo confío. No soy la programadora, no soy la directora y por algo será. Me parece que me tocó un personaje súper bueno, entonces, claro, qué lata que no se vea. Pero son decisiones que no tienen que ver conmigo y siempre ha sido igual. Hay series que yo he hecho con mucho cariño, que las dan a la una de la mañana los martes. Entonces, ¿qué va a hacer uno? Finalmente, está en tu contrato. En las películas es igual, tú puedes actuar y no salir en una película, te pueden editar y no aparecer. Entonces tengo esa deformación profesional adquirida y de verdad dije: “OK, esto es por algo”.

Este año, Mariana Loyola también llegará a los cines locales con la cinta “Malas costumbres”, una comedia negra que llega a los cines a mediados de marzo y también estrenará “Bajo el agua”, una obra de teatro que escribió y que protagoniza junto a la actriz Vivianne Dietz. “Tenemos, por el momento, una sola función, el 9 de marzo, en el Teatro Nescafé de las Artes”, cuenta. Pero la intención es seguir con funciones. Además, formará parte del elenco de la nueva película del ganador del Oscar Sebastián Lelio, aunque sobre ello dice que no puede hablar nada.

“A veces desconozco el país en el que vivo”

Mariana Loyola confiesa que después de que se rechazara la primera propuesta de nueva Constitución para Chile, quedó “un poco dibujada” y que sigue “sin entender mucho”. “Estoy un poco anonadada todavía. Entonces, no sé, a veces desconozco el país en el que vivo”, expresa la actriz, muy activa en redes sociales dando sus impresiones políticas y sociales.

“El tema del apruebo y el rechazo fue brutal, porque le pusimos muchas fichas a esa Constitución”, reconoce. Pero también dice que “quizás nos quedó grande el poncho. Fue una constitución maximalista, es cierto. No sé quiénes somos, me cuesta entenderlo todavía. Si tú me dices cuál es nuestra característica, no lo sé. Sé que nos levantamos con las desgracias. Creo que va a ser analizable a largo plazo, porque volvimos a foja cero”, añade.

La actriz cumplió un activo rol durante la campaña de primeras y luego presidencial de Gabriel Boric, como conductora de los eventos del entonces candidato. Cuando el mandatario asumió y dio a conocer el primer gabinete que tuvo, escribió un mensaje en X (antes Twitter). “Yo partí como cuete”, reconoce cuando le recuerdan su tweet del 21 de enero de 2022 que decía: “Mis más sinceras felicitaciones al #Gabinete (feminista y diverso) de nuestro presidente electo @gabrielboric. Nos volvemos a llenar de esperanza y alegría”.

A más de dos años de aquella publicación, Mariana Loyola afirma que “sigo creyendo en este gobierno, que quede claro. Soy pro Boric. Confío mucho en él y creo que la mayoría de la gente también. Es cosa de ver lo que le pasa en la calle: un tipo que puede andar sin escolta y, dónde va, lo reciben como un rockstar. La gente lo quiere mucho”.

Para la actriz, en este gobierno “de verdad hay gente que quiere hacer cambios reales y buenos para la gente. No creo que haya -debe haber uno que otro-, pero no creo que haya una ambición económica, como si hubo recientemente”.

-Últimamente han habido críticas de colegas suyos al gobierno de Gabriel Boric, centrados en el área cultural. Alfredo Castro dijo que “faltan dos años todavía y vamos a esperar a que se cumpla lo que se prometió” y Marcelo Alonso se sumó a Amparo Noguera diciendo que si en su mandato “la cultura no va a estar en primer lugar, no lo va a estar en ningún otro”. ¿Cómo ve esas críticas?

-Lo que pasa es que son cosas multifactoriales. Creo que este gobierno recibe al país en el suelo, en todo sentido. No solo económico y delincuencial: con la torta muy mal cortada. Un ministerio de la Mujer abandonado y creo que han ido tratando de recomponerlo. Entre ellos el ministerio de Cultura. Le creo mucho al Presidente en particular, que es un tipo culto, que va al teatro y no es solo una apariencia, me consta.

Sí, quedan dos años y estos dos primeros fueron para ordenar el despelote. No había solo un tema de desigualdad, de cómo repartir las platas, sino que también un problema de no pagos, de caos a nivel administrativo muy importante. Creo que cuesta un rato ordenar el buque. Y también creo que hay que detenerse un segundo y decir que la cultura no somos solo los actores. Son los artesanos, los músicos, la gente del circo, la gente que hace teatro callejero. Es muy amplio, las bailarines y bailarinas, coreógrafos, directores.

Entonces, efectivamente, es un ministerio que sí está ordenando el buque. Está en eso. Y quiero creer que en estos dos años que quedan lleguemos al 1% del PIB. Lo que uno echa de menos, si quieres llamarlo de alguna manera, es que hayan más lucas para hacer películas. O sea, desde mi lugar, más lucas para hacer películas, series, coproducciones.

En Chile hay material, lo que pasa es que estamos a la mierda. Estamos muy lejos y, efectivamente, la cultura nunca ha sido un tema para ningún gobierno, porque hay tantos déficits en otras áreas. Uno dice salud, educación, pensiones, pero la cultura sí es importante, sí es fundamental. Entonces dan ganas de que se equipare la cancha en general y siento que, de verdad, se está ordenando todo.

-¿Entonces es injusta la crítica de los actores al gobierno?

-No me atrevería a decir eso. Cada uno puede decir lo que quiera. O sea, yo tengo mi punto de vista, ellos tendrán el suyo. Creo que, de vuelta a la democracia, todos los gobiernos, de alguna manera, han sido injustos con la cultura. La gente es injusta con la cultura, porque hay un prejuicio al respecto. Siempre ha sido el último vagón del tren, pero si escarbamos más hondo, ahora que han demolido estas narcos animitas, eso también es cultura. Poner un parque con columpios también es cultura. Pongamos unas bibliotecas, hagamos teatro callejero todos los domingos, son maneras de sacar a los cabros de la delincuencia también. Y mientras no relevemos eso, ¿para dónde avanzamos también?

Cualquier crítica es justa, pero soy de la idea de que, lamentablemente, qué ganas de que fuéramos rápidos, y qué ganas de que hubiera un 1% (del PIB). Que hubiera mucha más plata para hacer películas, obvio. Pero creo que es un conjunto de cosas. Uno dice: sí, hay dos películas en los Oscar, en los Goya, estamos ganando premios y la gente está mirando para acá. Lo que pasó con “Baby bandito”, que es la serie más vista de habla no inglesa en el mundo entero. Es como “ya pues, empecemos a confiar también”. Y también uno dice “ya pues, los privados también pónganse”. Creo que, no sé si es porque le tengo un afecto especial a este gobierno, y quiero creer que va a pasar, pero creo que hay que exigir en la medida que se vaya resolviendo todo el caos en el que se entregó este paquete.

-Pero aun así, llevamos dos años con tres ministros de Cultura. ¿Eso no es una mala señal o un mal manejo?

-Sí, sin duda.

-¿Qué espera de la ministra actual, Carolina Arredondo?

-Wow. Espero que se ordene, primero. Que se ordene todo ese desorden que hay adentro. Finalmente, no me queda más que creer. Y lo hago desde un lugar, no sé si contemplativo es la palabra, pero donde estoy atenta.