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La discriminación verde en Santiago: radiografía a una ciudad donde solo el 5,7% de la población vive con el estándar de áreas verdes que se requieren

Si uno suma la superficie que tienen los patios de las casas del barrio San Carlos de Apoquindo hasta el sector de Los Domínicos, equivale a una vegetación más grande que la del Cerro San Cristóbal. En Lo Barnechea no tienen muchas plazas públicas, “pero para la comuna no es de mayor relevancia, porque los parques los tienen adentro de las casas", dice el especialista Ricardo Truffello. Mientras que La Cisterna y El Bosque son las comunas que menos plazas o parques tienen, y aunque las casas las llenen de plantas, no alcanzan ni de cerca a tener la cantidad de verde de las del sector oriente. Esta brecha en Santiago depende principalmente de los recursos que cada municipalidad invierte. Para la mayoría, no alcanza a cubrir el estándar de cantidad de áreas verdes en Santiago.

Por 1 de Junio de 2024
Felipe Figueroa
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Caminar buscando áreas verdes en la comuna de La Cisterna es confuso. La avenida Goycolea queda a pasos de la estación que conecta la línea 2 del Metro. Si uno transita por la Gran Avenida, al entrar a la calle, hay casas grandes y varios liceos y escuelas. Los árboles grandes están ahí, pero parecen inadvertidos. Guachos. Afinando la vista se divisan algunos pinos, quillays e incluso una araucaria. En el bandejón, una palmera solitaria se enreda entre los cables de electricidad. En el maicillo, queda un poco de pasto carcomido y camuflado entre la basura. 

Plazas con áreas verdes no se ven. La Cisterna, la puerta de entrada al sector sur de Santiago, es la comuna del Gran Santiago que menos áreas verdes tiene. Según el Catastro de Parques Urbanos del Minvu actualizado al 17 de agosto 2023, posee solo 40 hectáreas y 52 áreas verdes, de las cuales 20 son plazas. La mayor cantidad de verde en La Cisterna, a menos a simple vista, se encuentra en el patio y los ante jardines de las casas.

“Cuando uno mide metros cuadrados de áreas verdes por habitantes, en general, Santiago sale mal parado”, explica Ricardo Truffello, Director del Observatorio de Ciudades, profesor UC e Investigador de CEDEUS. Hoy, el estándar que está definido por el Consejo Nacional de Desarrollo territorial es de 10 m2 por habitante. Solo el 5,7% de los santiaguinos tiene esos metros cuadrados.

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La Cisterna. Foto: Felipe Figueroa/The Clinic.

La segregación verde es tramposa, pues a pesar de que hay un esfuerzo por levantar plazas y parques en el Gran Santiago, la diferencia de hectáreas reales a las que las y los ciudadanos pueden acceder, está determinada por sus recursos socioeconómicos. Quien tiene más acceso a construir un área verde privada y dentro de su casa, aporta a la cantidad de metros cuadrados verdes que la ciudad tiene, más no todos pueden acceder a ellos.

Por ejemplo, si uno suma la superficie que tienen los patios de las casas del barrio San Carlos de Apoquindo hasta el sector de Los Domínicos, en Las Condes, el resultado es de 574 hectáreas: eso equivale a una vegetación más grande que la del Cerro San Cristóbal (que equivale 457). 

El Observatorio de Ciudades UC construyó un mapa que determina la cantidad de áreas verdes privadas, públicas y la arborización por comuna. Lo Barnechea es la comuna con más áreas verdes privadas y con más arborización y la mínima en áreas verdes públicas. “Pero para la comuna no es de mayor relevancia, porque los parques los tienen adentro de las casas“, dice el especialista.

Si uno cruza desde Avenida Los Trapenses por la perpendicular José Alcalde Délano —al poniente de la comuna—, ve calles anchas, que en ambas bermas, tienen bandejones de tierra sobre los que hay un par de árboles. De los 44 bandejones que existen en la comuna, 41 están en mal estado, según el Catastro 2023 del Minvu.

En Lo Barnechea no se ve mucha gente caminar, sino más bien varios autos que atochan la Avenida La Dehesa. Y ahí, uno de los dos parques que tiene la comuna llamado “El Cerro del Medio”, la vista es un mapa de casas y patios interiores, portones gigantes de hierro y árboles frondosos, por todas partes. Solo hay dos explanadas verdes. Una hacia el norponiente, donde se ven las canchas de rugby del colegio Santiago College, y al otro lado, en el borde más cerca de la cordillera, el cerro que ocupa el condominio privado del Club de Golf La Dehesa. 

Vista desde el Cerro del Medio, Lo Barnechea. Foto: The Clinic.

“La desigualdad privada es el relato más complejo en cuanto a las áreas verdes”, dice Truffello. Porque así como la población de las comunas del sector oriente cuentan con más recursos para tener áreas verdes privadas, “si vamos al sur o al poniente de Santiago, no solo pasa que las casas no tienen patios o jardines. Ni siquiera tienen árboles en las calles o plazas públicas”, agrega el especialista.

Desde el Ministerio de Vivienda y Urbanismo cuentan que ya han visto que el problema es de carácter público y metropolitano. “El déficit de áreas verdes no es un problema puntual o aislado, sino que parte de una desigualdad territorial mayor”, asegura el ministro Carlos Montes. 

La segregación verde entre las comunas de Santiago comienza, según Truffello, “por la cantidad de recursos que utilizan las municipalidades para crear y mantener las áreas verdes, donde las comunas más vulnerables, priorizan temas como salud y educación”. 

Árboles, los más difíciles y costosos de cuidad

Isidro Puig, Geógrafo y analista territorial del mismo observatorio, hizo la comparación entre áreas públicas, privadas y la arborización a través de un sistema de observación terrestre llamado Sentinel-2. Se trata de una imagen satelital pública que consigue discriminar la vegetación del suelo y de la infraestructura de un área determinada. 

Las Condes, Providencia, Vitacura y Peñalolén tienen mucho arbolado público en las calles. En Pedro Aguirre Cerda, Lo Espejo, El Bosque o La Granja hay muy pocos, según indica el mapa NDVI (Índice de vegetación de diferencia normalizada).

Datos: Observatorio de Ciudades UC, 2024.

El especialista enfatiza en que son los árboles y la vegetación las que inclinan la balanza verde entre comunas. No solo es plantarlos, es mantenerlos. “Pasa mucho que los municipios pueden generar áreas verdes, pero después, el costo de la manutención, del agua, el paisajismo, es mucho más elevado. Lo más caro y difícil de mantener son los árboles”, dice. 

Eso es, precisamente, lo que ocurre en la comuna de El Bosque. Las calles residenciales son angostas, las casas no tienen patio y los árboles grandes en la vereda son pocos en comparación a otros lugares de Santiago.

En la calle Océano Atlantico hay un espacio con bancas y juegos para niños. El piso es de tierra y cemento. Troncos de árboles flacos y secos, sin hojas y con dos ramas cortas en la copa. Hay dos triángulos pequeños en el suelo que alguna vez fueron pasto. Hoy solo es tierra seca y café. Es una de las 34 plazas de El Bosque —existen 108 según el catastro Minvu— en mal estado. 

Parques grandes que congreguen a personas de todas las comunas

Es fundamental hacer la distinción entre cantidad y calidad de las áreas a la hora de analizar el panorama verde por comuna. El caso de Maipú y Puente Alto es un ejemplo de esta especie de trampa en los datos. 

La Plaza de Maipú ha sido intervenida por el cemento y rodeada de avenidas por donde el ruido y el transporte público hacen difícil evocar un escenario de naturaleza y paz. Maipú es la comuna que más áreas verdes tiene en el Gran Santiago, con 1.701 plazas y 239 hectáreas de parques, bandejones, veredas y campos deportivos, según el catastro 2023 del Minvu. 

El punto está en la “calidad” de esos sectores. De las 991 plazas que existen, 368 están en mal estado, igual que otras 667 áreas verdes. Maipú es la comuna que más áreas verdes tiene en el Gran Santiago, con 1.701 plazas y 239 hectáreas de parques, bandejones, veredas y campos deportivos, según el catastro 2023 del Minvu. 

En Puente Alto ocurre algo similar: tiene 1.613 áreas verdes, de las cuales 430 son plazas en buen estado, pero 518 están en mal estado junto a otros 977 parques, bandejones y veredas. 

Plaza de Maipú, Maipú. Foto: Felipe Figueroa.

También hay que considerar que para el caso de Maipú, el área del Zanjón de la Aguada constituye gran parte de las hectáreas verdes de la comuna. Pero no es un lugar que cuente con infraestructura o servicios que brinden un bienestar social a la gente. Según explica Truffello, “el ámbito de influencia de las plazas de Maipú deberían ser en torno al barrio. 400 metros es lo que una persona está dispuesta a caminar hacia una plaza que tiene cerca”, dice. 

En cambio, al Cerro San Cristóbal asisten 5 millones de personas al año y, evidentemente, hay mucha gente que atraviesa la ciudad para ir. “En el fondo —y a diferencia de la Plaza de Maipú—, atraen a población de áreas mucho más grandes no solo por su tamaño, sino que también por su infraestructura”, agrega Truffello.

Algo similar pasa con los parques urbanos de las comunas del sector oriente. Las Condes, a pesar de tener casi 1.000 áreas verdes menos que Maipú, cuenta con 222 hectáreas, de las cuales un 95% están en buen estado. 

El Parque Intercomunal —exParque Padre Hurtado— constituye una explanada verde en sí. Recibe cientos de personas cada fin de semana, tiene sitios de picnic, de asado y juegos. Sobre todo, es un espacio donde se realizan festivales como La Vendimia del Valle del Río Maipo, grandes ferias o conciertos. La municipalidad invirtió casi 6 mil millones de pesos en sus parques y cerros en 2023, según el informe de presupuesto de ese año, y casi 10 mil millones en el total de parques y jardines.

Vitacura, por su lado, tiene el Parque Bicentenario, con plantaciones de árboles que a 14 años de su inauguración ya han crecido para generar sombra y vegetación. El parque no solo invita a pasear alrededor de sus dos lagunas, o a participar de eventos que la misma municipalidad organiza en esta especie de meca verde. La gente, además, tiene la posibilidad de hacer vida durante horas en este lugar. 

Celebraciones de cumpleaños que consisten de una manta para el pasto, un picnic y pelotas de fútbol. Juntas de scout para los estudiantes que se forman en círculos para realizar actividades de recreación. Adultos mayores oliendo y tomando muestras de la flora que hay para aprender en el taller de jardinería. Gente descansando en unas reposeras que bien podrían ser las de una playa. De las 458 hectáreas de sus áreas verdes, Vitacura tiene el 98% en buen estado. 

Parque Intercomunal, Las Condes. Foto: Felipe Figueroa/The Clinic

Recuperar espacios

Vicente Burgos, jefe de la División de Desarrollo Urbano del Minvu, reconoce que a pesar de que los parques urbanos tienen un objetivo público, “su manutención depende de los municipios en cerca de un 90% de los casos. Muchas veces el costo de la conservación es muy elevado para las comunas que cuentan con pocos recursos”. Eso explica que en comunas donde se deben destinar recursos municipales a otras necesidades como salud y educación se queden atrás en áreas verdes. 

Se trata de una inversión que sale del Fondo Común Municipal. Invertir no solo significa los costos de manutención en agua para regar, paisajismo, poda y seguridad. También puede ser para recuperar.

Por ejemplo, La Florida, la cuarta comuna más grande de Santiago, es la superficie que más áreas verdes tiene deterioradas en toda la ciudad, con 15.6 hectáreas. Pero a la vez, ha recuperado 36 plazas, bandejones y parques que corresponden a 8.2 hectáreas. Más de la mitad.

Cercana al metro Trinidad se la plaza del Cesfam Santa Amalia. Allí el pasto está verde, los árboles naranjos, hay un pino de grandes dimensiones y una pista para hacer saltos en skate y bici. También hay juegos para niños.

Santa Amalia, La Florida. Foto: The Clinic

Las áreas verdes de La Florida, en su mayoría, no son grandes plazas, mucho menos parques, pero son varias en el perímetro que tiene las avenidas interiores principales y perpendiculares a la avenida Vicuña Mackenna. Además, el espacio alcanza para que varias personas estén rodeadas de verde si se sientan en el pasto. El municipio invirtió 14 mil millones de pesos hasta octubre del 2023 para hacer esta recuperación, según el registro de la concesión, “para el sembradío o mantenimiento de jardines de los sectores centro, norte y bandejones de la comuna de La Florida”. 

Ricardo Truffello destaca este tipo de intervenciones: “Sí es importante tener plazas pequeñas bien distribuidas, porque eso rompe inmediatamente la brecha de accesibilidad en el entorno cercano. El impacto es mucho más rápido”. 

Aunque para el especialista la brecha verde que existe en Santiago no se puede superar a través de únicamente plazas individuales. “La única forma de hacerlo es hacer parques que entreguen una cantidad importante de metros cuadrados verdes para la población que está alrededor”, como pasó hacia el poniente del eje seco de la Cisterna, Lo Espejo y El Bosque con el Parque Bicentenario Cerrillos. 

Santa Amalia, La Florida. Foto: The Clinic.

Desde el Ministerio de Vivienda y Urbanismo aseguran estar conscientes y trabajando para agrandar la inversión metropolitana en áreas verdes. “Queremos acercar parques y plazas a las personas, y próximamente, daremos un nuevo paso para masificar y promover la infraestructura verde en todo el país”, promete el ministro Carlos Montes.

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