Desde Plaza Baquedano hasta Plaza Egaña: la controvertida tendencia de cubrir con cemento las áreas verdes y dejar sin sombra a los transeúntes
La reinauguración de la salida sur del metro Baquedano abrió un debate sobre la pavimentación de la plaza hundida y la nula presencia de sombra en el lugar. Un caso que se suma a lo que ya ocurrió con Plaza Egaña, Plaza de Maipú y la Plaza de Armas, que fueron remodeladas priorizando el cemento antes de las áreas verdes. Expertos critican estos cambios y dicen que los espacios públicos deben adecuarse al contexto climático.
Por Javiera Larrondo 20 de Enero de 2024Compartir
Son las 14:30 en Baquedano. Oficinistas y transeúntes suben y bajan por la reabierta entrada sur del metro. Alrededor de ella ya no está la tradicional plaza hundida. En su reemplazo, una planicie de cemento cubre el lugar, y al costado, cerca de Avenida Providencia, se ven un par de árboles pequeños plantados. Al caminar entre la gente, los comentarios no tardan en oírse: “Qué calor hace aquí”, “qué caluroso está este lugar”.
La falta de sombra y de áreas verdes de esta entrada, que estuvo cerrada por casi cuatro años tras el estallido social, causó diversas reacciones entre la gente. Pero la plaza de cemento en el corazón de Santiago se suma a otras, como la Plaza de Maipú, Plaza Egaña o Plaza de Armas, donde los espacios públicos o plazas han sido pavimentados.
Las razones son diversas: “modernización”, construcción de líneas de metro, falta de explanadas para eventos. Son las llamadas plazas de cemento.
Actualmente, en la salida sur del metro Baquedano, no hay sombra. Los árboles plantados son demasiado pequeños para proteger de la radiación UV y la planicie de adoquines parece reflejar la luz del sol. “Desde el primer día hemos pedido más áreas verdes, que no hayan islas de calor, que no haya una jungla de cemento”, comenta a The Clinic la alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei.
Cuando se pavimenta un espacio público o una plaza, y se reemplazan las áreas verdes por cemento, surgen las llamadas “islas de calor”. Las plazas de cementos albergan estas islas, que son espacios donde la radiación solar es fuerte y el calor suele concentrarse en el concreto.
Según el informe de Indicadores de Calidad de Plazas y Parques Urbanos en Chile, publicado en 2019, en Chile y en América Latina existe un déficit de áreas verdes. Y es necesario que haya un mínimo de nueve metros cuadrados por habitante.
El arquitecto e investigador de la Universidad del Desarrollo, Julio Nazar, se refiere a la situación de Baquedano, e indica que es buena noticia que se reabra este espacio, porque aumenta la conexión del lugar. Pero discrepa con la remodelación que se escogió. “La solución, desde el punto de vista urbano, es tremendamente lamentable”, comenta.
La remodelación de la salida sur de Baquedano es parte del proyecto más amplio del eje Alameda-Providencia, dirigido por Lyon Bosch + Martic arquitectos. El proyecto busca incrementar espacios verdes en la zona de Plaza Italia y conectar cuatro parques en el sector. Alejandra Bosch, arquitecta del proyecto, destaca el desafío de generar áreas verdes en espacios vinculados a estaciones de Metro.
Pese a ello, Bosch señala que están llevando a cabo un sistema para plantar más de 200 árboles grandes en el lugar. “Estos mitigarán la isla de calor existente hoy en la zona. Esperamos que esta innovación se pueda repetir en distintas plazas asociadas a Metro, cambiando el paradigma de las plazas cementadas y calurosas”, explica la arquitecta.
Actualmente, desde el municipio de Providencia señalan que están en contacto con Metro. Además, la alcaldesa Matthei comenta que “hay una necesidad de mejorar ese espacio y estoy segura que avanzaremos en ello prontamente”.
Plaza Egaña, un (mal) caso emblemático
Son las 9:15 de la mañana en Plaza Egaña. Como es usual, las personas entran y salen del Metro apuradas y el sol encandila, aunque sea temprano. Quienes atraviesan el lugar cubren sus ojos con las manos o tratan de refrescarse con un abanico improvisado, sin mucho éxito. Desde que se reinauguró la plaza, en 2019, la sombra del lugar desapareció casi por completo y el gris claro del cemento se tomó el lugar. “Fue terrible cuando lo vi. Darse cuenta de que desaparecieron los árboles, el pasto. Horrible”, recuerda Lucía (75).
Hace 18 años Lucía se mudó a un departamento en Irarrázaval, a una cuadra de la plaza, y antes de que fuese remodelada, iba siempre. “La conozco desde hace 50 años. Antes era muy linda y fresquita”, comenta. Ahora, Plaza Egaña es conocida por ser un lugar casi inhóspito, cubierto de cemento, caluroso y sin sombra. Antes de que la cerraran por cinco años para que se construyera la Línea 3 del Metro, era un espacio con árboles y pasto.
Julio Nazar comenta que no existe una normativa que obligue al espacio público a tener un porcentaje mínimo de áreas sombreadas. “Si fuese así, el 70% de los lugares de Santiago estarían fuera de norma”, agrega el Magíster en Proyecto Urbano.
Actualmente, la contribución de árboles y vegetación en la ciudad no solo tiene que ver con regular la temperatura y evitar fenómenos de islas de calor. También cumplen un rol ecológico, al ser el hábitat de aves e insectos. Así lo indica Francisca Saelzer, Directora del Observatorio de Paisaje y Sustentabilidad.
Los espacios públicos, dice, deben “atender el fuerte calor, grandes lluvias y el cambio climático”, comenta la docente de arquitectura de la Universidad Diego Portales.
La explanada de cemento en Plaza Maipú
Sylvia (72) vive desde hace 38 años en la comuna de Maipú. Desde su hogar recuerda cuando iba con sus nietos a la Plaza de Maipú a pasar el 18 de septiembre. “Llevábamos a nuestros nietos para que anduvieran en carritos. Ahí andaban en el pasto y jugaban”, cuenta.
La remodelación de la Plaza de Maipú consistió en la construcción de una explanada de concreto bajo nivel para la realización de eventos al aire libre. Además, esta obra entregaría acceso a la estación terminal de la línea 5, que lleva el mismo nombre. La renovada plaza se inauguró en 2011, y en ese momento hubo quejas sobre la falta de áreas verdes en el lugar.
El proyecto estuvo a cargo de LMB Arquitectos y TRI Arquitectura. Ambas oficinas ganaron por concurso público de la remodelación en 2009. Hoy, Antonio Lipthay, arquitecto que formó parte de las obras, comenta sobre la falta de áreas verdes y sombra que tiene esta plaza de cemento. “Lo que se pidió era una explanada para eventos públicos. No es compatible una explanada con una plaza boscosa”, expresa.
Han pasado casi 15 años desde que la mitad de Plaza de Maipú pasó a ser una explanada. Lipthay habla sobre posibles soluciones a la falta de sombra y áreas verdes en esta plaza de cemento: “He tenido conversaciones para poder juntarnos (con el municipio) pero nada oficial. Son procesos largos. Hoy, tal como está la plaza, necesita una urgente remodelación”, reconoce.
Sylvia dice que desde la remodelación ya no va a la plaza con su familia. “Ya no tiene sentido ir, es muy fome ir a acalorarse”. Comenta que le gustaría que tuviese más árboles y asientos cómodos: “Lo ideal sería que la dejaran como antes”.
¿Qué dice Metro?
La pavimentación en Plaza de Maipú se originó principalmente por la necesidad de contar con áreas que pudieran albergar eventos al aire libre. Pero los casos de Baquedano y Plaza Egaña, que se han convertido ya en plazas de cemento, están directamente relacionados a las obras de Metro.
En el caso de Baquedano, indican desde Metro de Santiago, se trata de una remodelación en la primera etapa y prometen seguir mejorándola, a partir del proyecto Alameda- Providencia, pero afirman que por ahora se priorizaron otros factores. “Se consideró recuperar de forma urgente el acceso a la estación por dos razones, principalmente. La mejora de los flujos de pasajeros de la estación y porque era un espacio público que estaba muy deteriorado”, afirman desde Metro.
En el caso de Plaza Egaña señalan que no es posible plantar árboles de gran altura y con raíces profundas, para no afectar a la estación que está bajo la plaza. Además, agregan que es un diseño que corresponde a las condiciones comprometidas con la autoridad en la Resolución de Calificación Ambiental.
Respecto a la vegetación, Metro de Santiago indica que se consideró la reposición de alrededor de 15 árboles medianos y la mantención de las palmeras existentes en la plaza. Se restituyó la pileta y se establecieron bancas. “Debido a los requerimientos de mejora de juntas de vecinos, Metro junto a la Municipalidad tomó la decisión de incorporar plantas y flores al sector”, agregan desde la institución.
El arquitecto Julio Nazar es crítico respecto a este tipo de transformaciones de las plazas. “Si nos acostumbramos a ese tipo de soluciones a nivel de lo público, estamos agregando las islas de calor a nuestra ciudad de forma innecesaria”, afirma.
Posibles soluciones y regulación
El Observatorio Global de Sequías reveló en 2023 que Chile, junto a otros países de la región, evidenciaron una disminución del 30% y el 90% en precipitaciones. En el caso de la zona central, esto resulta crítico por la megasequía que contabiliza casi 15 años. Esto es determinante a la hora de solucionar la problemática de las plazas de cemento.
Para evitar poner pasto, colocar corcho, arcilla molida o corteza de árbol es una solución viable para embellecer las plazas. Así aporta el arquitecto Julio Nazar: “La manera torpe de ahorrar es reemplazar pasto por pavimento. No nos olvidemos de plantar vegetación nativa que genera sombra y no consumen tanta agua”.
En el caso de que se quiera poner concreto, el arquitecto señala que estos deben ser lo más claro posibles: “De una manera muy simplona: si nuestras calles y plazas fueran blancas, la sensación de temperatura sería mucho menor que si se mantuvieran en colores grises y oscuros”.
En paralelo a esto, al no existir una normativa que regule la exigencia mínima de áreas verdes en espacios públicos, se torna necesario una actualización. El arquitecto Antonio Lipthay comenta, a modo de ejemplo, una ordenanza local de Antofagasta. Esta indica que “las plazas y plazoletas deberán contemplar un porcentaje mínimo del 33% de sombra. De este porcentaje el 50% podrá ser sombra artificial”.
A nivel de política nacional, dice, es necesario actualizar la normativa para que se exija que los espacios públicos tengan sombra. “Por lo menos la mitad del espacio lo debe tener. La prueba de fuego es que esto permita a los niños jugar en el verano”, apunta Liphtay.
Otro factor que no está regulado es el de la adjudicación de proyectos en concursos públicos. Francisca Saelzer comenta que es necesario que quienes deliberan en el otorgamiento de proyectos tengan criterios que busquen promover mayores áreas verdes. Así también, para evitar la problemática de las plazas de cemento.